Cada año espero por esta semana con anticipación– la Semana de Escuelas Católicas. Me encanta esta semana porque significa que tendré la oportunidad de visitar a varias escuelas en nuestra Arquidiócesis. Normalmente visito escuelas a través del año escolar: en el otoño cuando comienza la escuela, al fin de año en las graduaciones y a través del año en los momentos especiales. La Semana de Escuelas Católicas me lleva a muchas de nuestras escuelas para alabar a Dios por el regalo de estas instituciones Católicas maravillosas. Siempre se lucen los estudiantes y maestros.

Nuestra Arquidiócesis es afortunada en tener buenas escuelas Católicas para servir a nuestra comunidad creciente.  ¡Quisiera que tuviéramos más! Las escuelas que nos sirven ofrecen a nuestros jóvenes una educación de calidad. Formamos las mentes y los corazones de nuestros jóvenes Católicos en las enseñanzas y fe de nuestra Iglesia. Les damos la bienvenida a estudiantes quienes no son Católicos y expresamos amor y respeto por ellos y sus familias. Nos unimos con los padres de familia para pasarle la fe Católica a una nueva generación de líderes Católicos en nuestras escuelas. Empleamos a maestros y administradores generosos y dedicados. Nuestras escuelas son de primera clase. También son algo caras entonces necesitamos buscar la manera de darles la oportunidad a niños de hogares con angustias financieras y aun de hogares de clase media de tener acceso a nuestras escuelas.

Las becas GRACE han sido una fuente de vida para muchas familias aquí en Georgia porque les ha dado la oportunidad a muchos niños en esas familias de ir a una de nuestras escuelas. Les agradezco a todos quienes participaron en el programa de impuestos estatales para becas GRACE, a todos los feligreses cuya generosidad proporciona el impuesto escolar que subsidie a tantas familias para que sus hijos puedan ir a escuela Católica y a los párrocos por apoyar a las escuelas Católicas de la Iglesia local.

La Semana de Escuelas Católicas le da una oportunidad a las escuelas, a los estudiantes, a los padres de familia y a los benefactores de darse cuenta de la ventaja que tienen nuestras escuelas. También es una oportunidad para que el Arzobispo visite muchas de esas instituciones y ofrezca sus palabras de aliento y apoyo para el ministerio de la Iglesia presente en nuestras escuelas Católicas. Es cierto que es una semana de promoción para nuestras escuelas y que durante esta semana las escuelas muestran sus buenos trabajos. También es una oportunidad para ofrecer agradecimiento a miles de personas quienes contribuyen al éxito de las escuelas Católicas y acepto esta responsabilidad con gusto cada año.  ¡Aplausos a todas las escuelas Católicas!