Georgia Bulletin

The Newspaper of the Catholic Archdiocese of Atlanta

Declaración de los obispos Católicos de Georgia sobre los niños no acompañados y las familias refugiadas

By ARCHBISHOP WILTON D. GREGORY and BISHOP GREGORY J. HARTMAYER, OFM CONV. | Published September 18, 2014

El sufrimiento de las personas migrantes debido a la opresión provoca nuestra compasión, particularmente cuando entre esos migrantes y refugiados se encuentran tantos niños y familias jóvenes. Como pastores, estamos profundamente conmovidos por el rápido aumento en el número de niños no acompañados por sus padres o tutores legales, al igual que el de padres con niños pequeños que han huido de sus hogares en Centroamérica para buscar refugio en las fronteras de los Estados Unidos.

A la luz del Evangelio y la tradición católica, reconocemos el rostro de Cristo en cada persona migrante, y debemos responder a estas personas pobres y vulnerables como responderíamos a Jesús, quien desde los primeros días de Su vida, se convirtió en un migrante que escapaba de la violencia en Su tierra natal. Reconocemos la dignidad propia de cada ser humano, otorgada por Dios, y la atención especial que se debe dar a los niños y a otras personas vulnerables.

La Iglesia Católica de los Estados Unidos ha acogido a los inmigrantes y de hecho, ha sido edificada por inmigrantes. No cabe duda de que quienes hoy buscan seguridad y oportunidad en los Estados Unidos, brindarán los beneficios de su trabajo a nuestra nación en el futuro.

La Iglesia Católica considera la inmigración desde la perspectiva del Evangelio. También analizamos el efecto que tiene la política migratoria sobre los individuos y las familias, basados en el trabajo de las organizaciones católicas en Centroamérica y en el trabajo y el apoyo a favor de los migrantes en nuestras diócesis. Además, escuchamos a nuestros hermanos obispos y sus trabajadores diocesanos en estos países, quienes desde hace mucho tiempo han identificado la violencia y la pobreza extrema como problemas que han traído como resultado que muchos jóvenes emigren hacia los Estados Unidos y otros países vecinos. Ellos han identificado la violencia como la causa principal del flujo reciente de familias y niños no acompañados. Recientemente, una delegación de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB por sus siglas en inglés) visitó algunos de estos países y confirmó este hecho, al ser testigo de primera mano de las condiciones de riesgo que llevan a las familias a abandonar sus hogares o a enviar a sus niños en una jornada peligrosa a los Estados Unidos para encontrar una vida más segura y digna.

Nos pronunciamos también, como el mayor proveedor de servicios de reasentamiento para refugiados en los Estados Unidos, y como uno de los más grandes proveedores de servicios de migración y reasentamiento de refugiados en Georgia a través de Caridades Católicas. En el año fiscal 2013, Caridades Católicas Atlanta reubicó a 276 refugiados de países tales como Irak, Irán, Bután, Birmania, Cuba, Eritrea, Etiopía y Somalia.

Durante mucho tiempo, la doctrina católica ha apoyado el principio de que cada persona tiene el derecho a vivir en su patria con seguridad y con oportunidades de tener una vida digna con posibilidades de trabajo. Sin embargo, el derecho a la seguridad y a la dignidad humana puede llevar a las personas a emigrar a otras tierras, y nosotros debemos acogerlos. El Papa Francisco ofreció un punto de referencia esencial al escribir sobre los niños no acompañados de Centroamérica: “Esta emergencia humanitaria requiere, ante todo una intervención urgente, que estos menores sean acogidos y protegidos.” (Mensaje Papal con motivo del “Coloquio México/Santa Sede Sobre Movilidad Humana y Desarrollo”, 14 de julio de 2014)

Funcionarios Federales y Estatales

Como obispos de Georgia, hacemos un llamado a los legisladores nacionales y estatales, y a los funcionarios gubernamentales de todos los partidos políticos, para que hagan a un lado el partidismo y busquen soluciones que mejoren la humanidad de estos niños y estas familias.

Nos unimos a nuestros hermanos obispos en todo el país para abogar por una legislación federal que incluya los siguientes principios:

  • Preservar las protecciones de la Ley bipartidista de Reautorización para la Protección de Víctimas de Tráfico Humano aprobada en el 2008, que otorga el derecho al debido proceso a los niños que huyen de la violencia.
  • Apoyar fondos adicionales para el cuidado y la protección de los niños vulnerables no acompañados y mantener intactos los fondos para los programas actuales de reasentamiento de refugiados. Los fondos para el reasentamiento de refugiados afectan directamente los servicios que Caridades Católicas Atlanta ha venido ofreciendo.
  • Crear asignaciones adicionales para jueces y abogados que puedan adjudicar justamente las solicitudes de asilo de los niños, como lo exige la ley. Estas asignaciones no deben afectar negativamente otros programas de inmigración, como lo han sugerido varios miembros de la Administración y el Congreso.
  • Ofrecer apoyo para tratar las raíces de la pobreza y la violencia en los países centroamericanos. Los Servicios de Migración y Refugiados de la USCCB, Catholic Relief Services, los Servicios Jesuitas a Refugiados, y otras agencias católicas han estado conscientes durante mucho tiempo sobre los problemas en Centroamérica, y las causas que llevan a la migración desde esos países. Por lo tanto, ellos han utilizado los recursos disponibles para tratar estos problemas abrumadores, pero las caridades privadas no pueden solucionar completamente los problemas del gobierno.
  • Apoyar el uso de alternativas comunitarias en vez de la detención para las familias, y oponerse a la construcción de centros de detención para esta población vulnerable.

También instamos al Congreso a promulgar una legislación de reforma migratoria integral que ayude a reparar nuestro ineficaz sistema migratorio.

Les exhortamos encarecidamente a que apoyen estos principios comunicándose con sus senadores y miembros del Congreso de los EE. UU. a través del sitio web de los obispos católicos, Justicia Para Los Inmigrantes, www.justiceforimmigrants website.

A nivel estatal, solicitamos a los legisladores y funcionarios que apoyen políticas que mejoren la dignidad de todas las personas que llegan a nuestro estado.

Ayuda Directa a Nivel Local

Exhortamos al pueblo católico de Georgia a apoyar estas políticas públicas, y a buscar oportunidades para acoger y servir a estos jóvenes hermanos y hermanas migrantes, a través de organizaciones parroquiales, cívicas y nacionales.

En nuestras parroquias, primero debemos orar por quienes viven en condiciones peligrosas en todo el mundo, y por quienes dejan sus hogares valientemente para buscar seguridad y oportunidades para sí mismos y sus niños. También les pedimos que oren por los líderes gubernamentales, para que desarrollen políticas justas y humanas para todos. La intención universal de oración del Papa Francisco para agosto fue “que los refugiados, obligados a abandonar sus hogares por causa de la violencia, sean acogidos con generosidad y se respeten sus derechos”.

El sufrimiento de los niños refugiados nos afecta directamente en Georgia. De acuerdo con estadísticas gubernamentales, algo más de 37,000 niños fueron reubicados a través de los Estados Unidos en los primeros siete meses de 2014, y 1,412 de ellos (la novena cifra más alta en la nación) fueron reubicados con familiares en Georgia. Sabemos que el gobierno no puede dar a conocer los nombres ni el paradero de los niños pero, con certeza, muchos de ellos están viviendo hoy en nuestras parroquias y buscarán nuestra ayuda.

A medida que los niños y las familias refugiadas se mudan a Georgia, las conferencias de San Vicente de Paúl y las caridades parroquiales verán un aumento en sus necesidades. Caridades Católicas Atlanta también deberá tomarse en consideración, al igual que otras caridades a nivel nacional, como Catholic Charities USA, www.catholiccharitiesusa.org,  o los Servicios de Migración y Refugiados de la USCCB.