La Llave del Camino a la Ciudadanía Por Los Obispos de los Estados Unidos Sobre Inmigración
By ANDREW NELSON, Staff Writer | Published December 6, 2012
Aproximadamente 200 líderes nacionales de inmigración examinaron el panorama de la reforma migratoria a nivel federal y estatal, durante una conferencia católica de tres días que tuvo lugar del 3 al 5 de diciembre en Atlanta.
El Arzobispo Wilton D. Gregory, dijo a los líderes que mientras el gobierno federal actuó recientemente para ofrecer a los jóvenes traídos al país en su infancia algo de tranquilidad al posponer la deportación y otorgar permisos de trabajo, los obispos católicos continuarán abogando por una reforma integral con más oportunidades, especialmente para las familias y para aquellos que viven y trabajan en los Estados Unidos.
Los obispos “rechazarán” cualquier propuesta que ofrezca a las personas indocumentadas un estatus legal sin un camino a la ciudadanía, dijo en su discurso.
“Nosotros discutiremos en contra de la creación de una clase marginada permanentemente en este país, en la cual ciertas partes de nuestra población no tienen los mismos derechos que tienen los demás,” dijo el Arzobispo Gregory, al tiempo que la multitud aplaudía.
Haciendo una conexión con el hijo nativo de Atlanta, el Dr. Martin Luther King Jr., y el movimiento de los derechos civiles, el arzobispo dijo que la historia ha demostrado los “resultados desastrosos” de lo que ocurre cuando a las personas se les niega la totalidad de sus derechos.
“Nuestra nación ha recorrido este camino anteriormente, con resultados desastrosos. Como sabemos por la historia de nuestra nación, muchas personas, incluyendo el Dr. King, han luchado y han muerto para que todos puedan disfrutar de la totalidad de sus derechos de ciudadanía. No podemos renunciar a este principio con el propósito de una conveniencia política,” dijo el Arzobispo Gregory.
Una segunda prioridad de los obispos de Estados Unidos, dijo, es garantizar que la reunificación de la familia permanezca como la piedra angular de la política migratoria de nuestra nación.”
Muchas familias que tienen algunos ciudadanos de Estados Unidos entre sus miembros, están divididas por las políticas actuales y otras que están solicitando la reunificación de su familia, esperan años, dijo. El sistema necesita asegurarse de que las familias permanezcan juntas y de que el proceso de inmigración sea más ágil, dijo. Y la reforma no debe sustituir un sistema basado en la familia por un sistema que “valora la hoja de vida de una persona por encima de sus lazos familiares.”
Recientemente, La Cámara de Representantes de los Estados Unidos, aprobó una medida para incrementar las visas a los extranjeros que poseen títulos académicos avanzados en los Estados Unidos, en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas; suprimiendo así, la diversidad en el sistema de visas.
El arzobispo dijo que los obispos “aceptan y apoyan la ejecución de medidas razonables” para la integridad de las fronteras de esta nación y para proteger el bien común de los ciudadanos. Sin embargo, dijo, “dichas medidas deben respetar los derechos humanos básicos y la dignidad” e incluir procesos apropiados de protección para los inmigrantes y sus familias.
Con frecuencia, dijo, en los últimos 25 años, el gobierno ha buscado una política migratoria basada únicamente en la ejecución. Hemos sido testigos de los resultados de esta política en las condiciones de detención inhumanas a las que muchos inmigrantes están sometidos en este país; la separación de padres e hijos debido a la deportación; y la muerte de miles de nuestros hermanos y hermanas en el desierto estadunidense.
El Arzobispo Gregory también vinculó la necesidad de una reforma migratoria con la necesidad de libertad religiosa. Dijo que varios estados, incluyendo Georgia, establecieron leyes que criminalizaron las acciones de “todos los ciudadanos que en el ejercicio de sus enseñanzas religiosas, quieren ayudar a aquellos que lo necesitan.”
Los tribunales federales intervinieron para impedir la ejecución de estas leyes, pero “debemos continuar nuestra vigilancia y nuestra defensa contra la legislación que degrada a los seres humanos e interfiere con la libertad religiosa.”
Y durante el Año de la Fe, el Arzobispo Gregory dijo que los defensores deben tornarse hacia la Eucaristía y la oración.
“El trabajo que ustedes hacen es a veces difícil, desgastador y frustrante; y ustedes necesitan del alimento de la oración para sostenerse a sí mismos,” dijo.
La perspectiva católica sobre los inmigrantes tiene sus raíces en la verdad teológica de que todos los seres humanos están hechos a imagen de Dios y conservan esa dignidad, independientemente de sus circunstancias. En el Antiguo Testamento, Dios mandó a su pueblo a dar la bienvenida a los extranjeros y los extraños; y en el Nuevo testamento, se les dice a los cristianos que encontrarán a Jesús en el rostro de un extraño, dijo el Arzobispo Gregory.
“Como obispos y como Iglesia, no buscamos una reforma migratoria basada en cálculos políticos de cuántos votos podemos acumular por un partido político u otro,” dijo. “Buscamos justicia para todos los pueblos que emigran porque son nuestros hermanos y hermanas y están hechos a la imagen de Dios.”
La conferencia fue organizada por la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos y la Red Legal Católica de Migración, Inc. (CLINIC, por sus siglas en inglés). Se tituló “Política Migratoria y Defensa en el 2013 y más Allá: Nuevos Retos y Oportunidades.”
Los talleres cubrieron una variedad de temas, desde los recientes mandatos del tribunal federal y el futuro de la reforma migratoria, hasta la reacción de líderes estatales a los dos años de prórroga de la deportación, con la Acción Diferida Federal del Presidente Barack Obama para quienes llegaron a Estados Unidos en su infancia. Asistentes a la conferencia hablaron de una luz de esperanza para redactar de nuevo las leyes de inmigración después de las elecciones, pero también dijeron que era necesario tener cautela.
Pat Chivers, directora de comunicaciones de la Arquidiócesis de Atlanta, dijo que espera que la reforma migratoria se convierta en una de las prioridades del nuevo congreso y de la administración Obama. Chivers dijo que los partidos políticos se han dado cuenta que “tan poderoso es el voto y contribución de la comunidad hispana para el proceso político.” Este reconocimiento “ha colocado definitivamente la reforma migratoria en un primer plano dentro las cuestiones que se deben atender este año,” dijo.
De hecho, el presidente ganó su reelección con cerca del 70 por ciento del voto latino. El Presidente Obama se ha comprometido a impulsar la revisión de las leyes de inmigración.
Chivers dijo que los católicos sólo necesitan recordar su propia historia y fe para sentir empatía por el sufrimiento de los inmigrantes. “Todos somos hijos de Dios y podemos continuar creciendo en nuestra fe a medida que vemos a Jesús en cada persona, recordando la experiencia migratoria de nuestros antepasados. Jesús nos invita a caminar con los demás en el sendero de la esperanza,” dijo.
La Hermana Marie Lucey, directora de defensoría en la Red de Acción Franciscana (Franciscan Action Network) dijo que esperaba que el presidente “se mantuviera fiel a su palabra de hacer de la reforma migratoria una prioridad.
“Hay mucha esperanza en la comunidad de inmigrantes de que algo va a suceder. Tenemos que tener mucha cautela con la forma que tomará la reforma migratoria” dijo la Hermana Lucey, quien trabaja en Washington, D.C. y es miembro de las Hermanas Franciscanas de Philadelphia.
Paulette Croteau, de Tennessee, asistió para incrementar su conocimiento y poder compartir estas cuestiones con la gente de su parroquia. Ella es directora de educación religiosa en su pequeña parroquia que tiene una mayoría considerable de hispanos.
“Veo el miedo. Veo la hostilidad. Mi corazón llora porque mis hermanos y hermanas hispanas están recibiendo un trato injusto,” dijo.
Los Inmigrantes han aumentado la población de Georgia al igual que han traído nuevos católicos a las bancas de las iglesias.
A nivel nacional, se estima que 11 millones de personas viven en los Estados Unidos sin autorización. Según las cifras del Centro Hispano Pew del 2010, existen aproximadamente 856,000 hispanos en Georgia, aproximadamente el 9 por ciento de la población estatal. Y cerca de 425,000 personas que residían aquí en el 2010, eran inmigrantes indocumentados de acuerdo con las cifras del centro.
Los recién llegados han traído diversidad a la Iglesia Católica de este lugar. La Arquidiócesis de Atlanta estima que hay aproximadamente 1 millón de católicos en el norte y el centro de Georgia. Según las estadísticas de la Iglesia, más del 40 por ciento de ellos son hispanos. Alrededor del 21 por ciento de todas las misas en la arquidiócesis se celebran en español cada fin de semana y el 62 por ciento de las parroquias celebra la misa en dos idiomas cada fin de semana.