Lo Que He Visto Y He Oido
By MOST REVEREND WILTON D. GREGORY | Published May 24, 2012
“Lo que le llamamos el principio es a menudo el fin y llegar al final es llegar al comienzo. El fin es el lugar del que partimos.”
Recientemente he contemplado estas palabras del poeta T.S. Eliot, ya que los eventos de esta época del año son una combinación de principios y finales. La graduación de los estudiantes que terminan un capitulo de sus vidas para comenzar una nueva etapa es un ejemplo de un fin y un principio que comparten el mismo momento. La novia y el novio que sonríen durante su boda entera es otro ejemplo de un momento en el que las personas dejan atrás un momento en sus vidas para comenzar otro. Muchas veces los principios y los finales comparten la misma etapa en la vida de una persona.
Pronto celebraremos la ordenación de nuestros nuevos diáconos y sacerdotes. Estos hombres cerraran un capitulo de sus vidas para comenzar un momento de servicio dentro de la Iglesia.
Muchas veces, los principios y finales dependen el uno del otro. Es una función del tiempo en nuestras vidas que observamos de manera especial durante esta época del año.
La semana pasada celebre misa en la escuela St. Jude the Apostle y también en St. Matthew en Tyrone para los niños de segundo año de la escuela Our Lady of Victory que hicieron su Primera Comunión esta primavera. Fue un encanto verlos a todos sentados en los primeros bancos vestidos en su atuendo de Primera Comunión. Ellos también están de transición entre ser niños pequeños en los brazos de sus padres y volverse participantes en el gran sacrificio de Cristo en la Eucaristía. Ellos no pueden entender todo lo que significa la Eucaristía para la Iglesia, pero realmente quien entre nosotros puede comprender ese regalo. Están comenzando una nueva relación con Cristo; una que espero que continúe a enriquecer el resto de sus vidas. Están comenzando sobre un camino de toda la vida de unirse al Señor en la Eucaristía. Espero que ese camino los una a Cristo cada vez que reciban Comunión. A veces tenemos la tendencia de enfatizar los principios de nuevas experiencias en nuestras vidas. Sentimos que los primeros momentos son los mejores de los eventos que vivimos. Normalmente es completamente el opuesto.
Las parejas jóvenes son llamadas a crecer en su amor del uno al otro y a enriquecer su unión a través de los años. Los clérigos recién ordenados continúan a madurar en su ministerio aprendiendo de las nuevas experiencias como mejor amar y servir al Señor y a su pueblo. La Primera Comunión debe de ser el principio de una unión para toda la vida con Cristo que es aun más intensa cada vez que recibimos a Cristo en la Eucaristía. Los principios en nuestros caminos espirituales solo son el inicio de una aventura de fe que debemos enriquecer con el tiempo y con la gracia de Dios. Los principios en asuntos espirituales nunca son los finales sino el primer paso hacia la realización.
Tal vez T.S. Eliot tenía razón en llamar la atención a la relación entre los principios y los finales, pero en el reino de Dios, los principios de nuestros caminos espirituales solo son los primeros pasos sobre el camino que Dios nos puso en frente con la intención de acercarnos a Él.