Los católicos somos decididamente territoriales por naturaleza y la mayoría de nosotros tendemos a ver a nuestra Iglesia a través del terreno en el que se encuentra. En muchas comunidades que pueden tener un porcentaje alto de católicos, es común para algunos, identificar a su parroquia local con sus alrededores, “soy de la Parroquia de St. Linus,” expresión que tal vez puede ser utilizada para describir todo el territorio de St. Linus así como a todos sus habitantes, ya sea que ellos sean o no católicos.

Esa tradición católica me fue recordada hace aproximadamente una semana frente a nuestra catedral. Al finalizar la misa un caballero se detuvo para saludarme y para decirme que se encontraba de visita y pertenecía a la parroquia de St. Catherine. Inmediatamente pensé que debía de ser de Kennesaw, o Jefferson o quizás de Trenton, todas ciudades dentro de la Arquidiócesis de Atlanta las cuales tienen una parroquia con el nombre de St. Catherine (o Katharine). Él respondió que era de Pennsylvania.

Entonces le pregunté a qué diócesis en Pennsylvania pertenecía y tuvo que detenerse y pensar por un momento. Le pregunte qué ciudad principal se encontraba cerca de su parroquia y respondió Harrisburg. Le dije que él era probablemente de la Diócesis de Harrisburg y me miró como si yo hubiera sugerido que era de otro país.

Su identidad era la de un feligrés de la Iglesia de St. Catherine y eso era lo suficientemente específico para él. No quise complicar más el asunto preguntándole después si se trataba de St. Catherine de Siena o St. Catherine de Genoa o St. Catherine Labouré o St. Catherine de Bologna o St. Catherine de Alexandria o St. Katharine Drexel. Sentí que era probablemente mejor dejar su parroquia de St. Catherine y sus muchas posibilidades sin especificar.

La verdad es que para la mayoría de los católicos, su parroquia es la Iglesia, porque ahí es donde encuentran a Cristo más frecuente y personalmente, ahí es donde participan en la vida Sacramental de la Iglesia y donde conocen a la mayoría de otros católicos. Es una reacción natural, y el hecho de que yo mentalmente repasé en mi propia mente todas las parroquias de St. Catherine en la Arquidiócesis es una indicación de que los obispos también tendemos a ser bastante territoriales, para mí, la Iglesia está en gran parte identificada con el territorio de la Arquidiócesis de Atlanta.

Sin embargo, todos estamos llamados a comprender que la Iglesia es mucho más amplia que nuestra propia parroquia local, o en el caso del Arzobispo que los límites de esta Iglesia local. Todos estamos invitados a vernos a nosotros mismos como miembros de la Iglesia Universal y como hermanos y hermanas de los católicos del mundo entero.

El mismo nombre católicos significa universal, una iglesia sin fronteras.

La Campaña Anual del Arzobispo, es una manera de que nuestros feligreses participen en la misión de una Iglesia mayor más allá de su parroquia. Es una fuente de apoyo para los ministerios más allá de las actividades individuales de cualquiera de nuestras parroquias. Es una manera de que todos apoyemos la labor de la Iglesia sobrepasando los límites de nuestra parroquia.

Muchas parroquias tienen programas de alcance significativos que representan la generosidad de una comunidad en particular a la Iglesia en tierras misioneras, a los necesitados en un área en particular o a una parroquia hermana en otro lugar del país. Pero La Campaña Anual del Arzobispo es una actividad conjunta en la que todos nos comprometemos a impulsar la labor de la Iglesia a través de la Arquidiócesis y a ayudar a gente que con frecuencia puede no ser católica pero necesita asistencia. Es una manera de ser católicos más allá de nuestras parroquias y de trabajar unidos por la Iglesia que existe en un contexto más amplio del que normalmente podríamos imaginar.

Agradezco sinceramente por su generosidad a sus parroquias locales y a los ministerios que ellas apoyan y por supuesto a la Arquidiócesis de Atlanta y a la Iglesia que se encuentra incluso más allá de nuestros propios límites.