Hace dos semanas, millones de personas vieron Super Bowl XLVI. En el caso de este clásico evento, los comerciales se han vuelto una parte tan fundamental como el partido. Es cierto que estos comerciales pueden ser muy imaginativos e ingeniosos y ahora los locutores no solo dan su comentario sobre el partido sino también sobre la ingeniosidad de los comerciales que pasaron durante la transmisión.

Es rara la vez que cualquier comercial de televisión sirve como instrumento de moralidad. Un comercial reciente parece caer en esta enrarecida categoría. El comercial presente de QuickTrip muestra el drama en una familia en donde el padre insiste que su hija se vista más apropiadamente antes de salir de su casa. Obviamente la joven se molesta. El rechaza sus selecciones consecutivas de atuendo y su insistencia resulta en falta de tiempo para desayunar. En ese momento QuickTrip promueve la conveniencia de parar en una de sus gasolineras para el desayuno.  El comercial es ingenioso en demostrar la conveniencia de las opciones de comida rápida en estas gasolineras. Pero aun más importante es el intercambio entre el padre insistente y la hija frustrada.

Estoy seguro que este drama ha sucedido en muchos hogares, o por lo menos espero que los padres enfrenten las modas que a veces los jóvenes tratan de copiar. La persona quien diseño este comercial tal vez no tenia la intención de enfocarse en este asunto, pero el resultado es una oportunidad para reflexionar sobre un tema que merece nuestra atención. No todos los atuendos que existen son apropiados para nuestros jóvenes, sean faldas sugestivas para las mujeres o pantalones que desafían la gravedad para los hombres. A veces los padres tienen que participar en la censura aunque sea frustrante para sus hijos. La Iglesia les debe de ayudar con sus esfuerzos. El Consejo Pastoral Arquidiocesano recientemente tomo tiempo para discutir el tema y hemos hecho unas sugerencias sobre como puede apoyar la Iglesia los problemas que se enfrentan los padres de familia al ayudar a sus hijos a hacer buenas decisiones sobre su atuendo.  Seguramente muchos de los padres pueden atestiguar que esta situación es fuente de discordia familiar.

Diseñaremos y pondremos a disposición algunas pancartas que nuestras parroquias tendrán la opción de mostrar para informar sobre prácticas y atuendos no apropiados para la Iglesia como el uso de teléfonos celulares, mascar chicle en la Iglesia y el uso de ropa sugestiva. Trataremos de hacer las pancartas tan ingeniosas como los comerciales mencionados para que todos entiendan el mensaje y promuevan estos valores. Un buen comercial causa que la gente se detenga, reflexiones, y lo recuerde.  Un buen comercial también promueve un producto y lo hace verse más atractivo.

Después de ver ese comercial de QuickTrip varias veces, estoy más dispuesto a usar esa gasolinera. Tal vez no necesite usar su servicio de comida rápida pero tengo sentimientos positivos hacia ellos desde que su comercial cautivo mi atención y saco a la luz un tema que creo que necesita salir más frecuentemente. Cualquier compañía que pueda hacer esto con sus comerciales merece mi atención y tal vez la suya también.