Lo Que He Visto Y He Oido
By MOST REVEREND WILTON D. GREGORY | Published May 10, 2012
¡Me encanta visitar Roma! Me recuerda mi juventud, cuando por primera vez, como un joven sacerdote llegue a la ciudad santa en septiembre de 1976, y me embarque en una aventura de estudios y formación sacerdotal continua que completamente cambio y dio forma mi vida.
Me da mucho gusto compartir este viaje con mi querido Obispo Auxiliar Luis Zarama. Es nuestro primer viaje juntos a Roma; y aparte de las reuniones oficiales, me gustaría enseñarle algunos lugares y presentarle algunas personas que recuerdo con cariño de aquellos años, entre 1976 y 1980, en que viví allí.
En nuestro primer día en Roma, nos encontramos a una joven perteneciente a la parroquia de Todos los Santos en Dunwoody y que esta estudiando en la pontificia Universidad Dominicana (Angelicum). Con gusto, ella nos saludo y se identifico como una católica de Atlanta. Este encuentro casual me recordó que Roma es un lugar a donde la gente se reúne, ya sea de lugares lejanos o de comunidades cercanas.
Ese mismo día, nos encontramos con un Arzobispo Brasileño que nos advirtió que no hablaba ingles y aunque no hablamos portugués, logramos comunicarnos usando un poco de italiano y un poco de español. La fe y la amistad nunca deben de ser restringidas por el idioma.
Las visitas (a las tumbas de los Apóstoles Pedro y Pablo) Ad Limina Apostolorum no son simplemente burocráticos y periódicos requisitos, para entregar extensos reportes de estadísticas y datos sobre el estado de la diócesis; sino que son una oportunidad para fortalecer y enfatizar los vínculos fraternales con el Pontífice Romano y el Colegio de Obispos a través del mundo. También son una ocasión para fortalecer el afecto y destacar la unión de las iglesias representadas por los obispos que llegan a Roma durante las juntas programadas.
Esta ronda de visitas Ad Limina son las primeras que el Papa Benedicto ha tenido con los obispos de los estados unidos, y él, les ha agregado un poco de su propio estilo. Con él, nos reunimos en grupos provinciales para que la conversación se enfoque enteramente en los asuntos de la región eclesiástica, y poder presentarle un contexto más amplio sobre la vida de la Iglesia en nuestro país.
También tenemos oportunidad de conversar con los funcionarios de la Curia Romana (el personal de la cancillería del Santo Padre) respecto a los asuntos importantes que afectan la vida de la Iglesia en nuestro país y en nuestra región en particular. Estas conversaciones siempre me han ayudado a entender las preocupaciones de la Curia, y a ellos, les ayuda a comprender mejor los asuntos con los cuales se enfrentan los obispos al servir a sus iglesias locales.
Esta será mi quinta visita Ad Limina. Fui en 1988 y 1993 como Obispo Auxiliar de Chicago, en 1998 y 2004 como Obispo de Bellville, Illinois, y ahora en el 2012 como Arzobispo de Atlanta. Obviamente compararé esta visita a mis visitas pasadas, pero también estaré abierto a vivir nuevas experiencias de discusión fraternal que se presentan en este momento. Uno de los beneficios de visitar al Santo Padre es la oportunidad de presentarle un sacerdote o un seminarista que nos puede acompañar durante la audiencia papal. Llevamos con nosotros a Matt Dalrymple, un de nuestros seminaristas de Atlanta, que esta estudiando en el North American College y al Padre Luke Ballman que sirve en una de sus facultades. Los demás seminaristas de Atlanta ya habían tenido la oportunidad de conocer personalmente al Papa. Matt estaba muy emocionado de poder acompañarnos al Obispo Zarama y a mí a esta reunión con los obispos de la provincia de Atlanta. Él acepto de muy buena gana (yo diría inclusive en forma entusiasta) a faltar a sus clases de la mañana en la Universidad Gregoriana, para tener la oportunidad de conocer al sucesor del Apóstol Pedro.
Debo admitir, que también me emocione al presentar la Iglesia del Norte de Georgia al Papa Benedicto XVI y compartirle nuestras esperanzas, nuestros desarrollos y nuestras alegrías. Esta mañana fue la reunión con el Papa y los otros obispos de nuestra provincia, el intercambio fue maravilloso. El Papa fue sumamente cortes y estuvo muy interesado en como esta creciendo la Iglesia en nuestra región del país. A través del Obispo Zarama, el Padre Ballman, Matt y yo, manda su bendición y afecto a todos ustedes.