Lo Que He Visto Y He Oido
By MOST REVEREND WILTON D. GREGORY | Published April 11, 2013
¡Una de las costumbres locales que he llegado a apreciar desde mi llegada a Atlanta, es que con frecuencia, las señoras aquí, todavía suelen usar sombreros y parecen disfrutar de esta tradición! La primavera es una temporada de sombreros para muchas de nuestras señoras en Atlanta. Obviamente, las señoras en otros lugares también utilizan sombreros, pero en Atlanta hay algo especial acerca de esta práctica que no he visto en otros lugares en los que he vivido. Actualmente, este despliegue de elegancia milenaria está de moda; y yo seré privilegiado al presenciar una muestra de él en mi casa, en un par de semanas, cuando El Congreso de Mujeres Católicas de la Arquidiócesis de Atlanta (AACCW por sus siglas en inglés) lleve a cabo su evento anual. Estoy muy agradecido de que las mujeres de esta organización lleven a cabo este evento anual, no simplemente porque podré ver los magníficos sombreros de este año, sino porque podré ser testigo de la gran camaradería que caracteriza a esta ocasión.
El evento del AACCW reúne a mujeres a través de toda la arquidiócesis para disfrutar de su mutua compañía, ponerse al día sobre los proyectos que quieren alcanzar y sobre las actividades con las que están comprometidas en sus parroquias, escuelas y comunidades; y para conectarse con las diversas empresas maravillosas que las mujeres católicas ofrecen para mejorar la vida de esta Iglesia local. Algunos esposos, hijos y párrocos también asistirán, pero este momento, indiscutiblemente pertenece a las damas.
El AACCW, sin embargo, es mucho más que un club social de damas. Es una asociación que a través de los años se ha ramificado en muchas áreas de alcance comunitario y religioso, las cuales se han beneficiado enormemente al pertenecer a esta organización arquidiocesana. Lo que puede haber comenzado como un evento social para un grupo de damas católicas hace más de 40 años atrás, hoy se ha convertido en un alcance comunitario importante para los pacientes del Hospital Estatal Central de Georgia en Milledgeville. Una historia similar, detalla cómo otro grupo de damas arquidiocesanas, se han unido con una asamblea ecuménica de mujeres, para colaborar con los esfuerzos de alcance comunitario en la Villa Internacional. Las mujeres embarazadas y las madres necesitadas a través de Georgia, con frecuencia reciben artículos esenciales para sus bebés, gracias a la generosidad de muchas de nuestras mujeres católicas. Éstos son sólo algunos de los proyectos que el AACCW ha emprendido a través de los años. Existen muchas otras iniciativas a nivel local, que el AACCW ha comenzado y que representan su gran corazón, y su devoción a la justicia y a la caridad del Evangelio.
Cada otoño, el AACCW lleva a cabo una convención (alternando sedes entre Peachtree City y Atlanta). Esta convención es mucho más que un “fin de semana de mujeres”. Es una oportunidad maravillosa para establecer contactos; reuniendo a nuestras mujeres católicas para orar, compartir diversos proyectos y proporcionar inspiración mutua sobre la tarea de vivir su fe abiertamente y con alegría. Yo he sido el afortunando celebrante de la Misa Dominical y el evento que concluyen esta convención anual, y soy testigo de la alegría y el entusiasmo que llenan el sitio donde tiene lugar la convención. Las señoras a través de toda la arquidiócesis dan la bienvenida a esta convención a sus compañeras de las demás diócesis de la Provincia de Atlanta, al igual que a los representantes nacionales del NCCW. Esta asamblea da testimonio de la vitalidad de la labor de las mujeres católicas en la arquidiócesis.
Invito a todas nuestras parroquias a resaltar el trabajo del AACCW y a motivar a las mujeres de su comunidad a aprender más acerca de esta maravillosa asociación y de su gran legado de fe y servicio, el cual ha enriquecido inmensamente las vidas de muchas personas en esta Iglesia local. ¡Quitémonos los sombreros (y las mitras) ante las mujeres del AACCW!