Georgia Bulletin

The Newspaper of the Catholic Archdiocese of Atlanta

Pope Francis prays as he leads a Lenten penance service in early March in St. Peter's Basilica at the Vatican. "No effort must be spared" to prevent future cases of clerical sexual abuse and "to prevent the possibility of their being covered up," Pope Francis said in an Aug. 20 letter addressed "to the people of God." (CNS photo/Stefano Rellandini, Reuters) See POPE-ABUSE-LETTER Aug. 20, 2018.

Vatican City

El grito de las víctimas es más fuerte que esfuerzos para silenciarlo

By CINDY WOODEN, Catholic News Service | Published agosto 30, 2018  | Available In English

CIUDAD DEL VATICANO (CNS)—Hay que tomar todo tipo de medida para evitar futuros casos de abuso sexual del clero y para “evitar que estas situaciones no solo no se repitan, sino que no encuentren espacios para ser encubiertas y perpetuarse”, dijo el papa Francisco en una carta dirigida al “pueblo de Dios”.

El papa dice que reconoce “una vez más el sufrimiento vivido por muchos

menores a causa de abusos sexuales, de poder y de conciencia cometidos por un notable número de clérigos y personas consagradas”, en una carta publicada el 20 de agosto.

La carta circuló menos de una semana después de la publicación un informe de un gran jurado en Pensilvania detallando décadas de abuso sexual y encubrimientos sexuales en seis diócesis. El informe habla de acusaciones creíbles contra 301 sacerdotes en casos que involucran a más de 1,000 niños.

“El dolor de estas víctimas es un gemido que clama al cielo, que llega al alma y que durante mucho tiempo fue ignorado, callado o silenciado,” dijo el papa en la carta. “Pero su grito fue más fuerte que todas las medidas que lo intentaron silenciar”.

“El dolor de las víctimas y sus familias es también nuestro dolor”, dijo, y “por eso urge reafirmar una vez más nuestro compromiso para garantizar la protección de los menores y de los adultos en situación de vulnerabilidad”.

En su carta, el papa Francisco dijo que todos los católicos deben participar en el esfuerzo de acompañar a las víctimas, fortalecer las medidas de protección y poner un fin a la cultura en la cual se ocultan los abusos.

La carta pide oración y ayuno a todos los católicos, pero no cambia las políticas actuales ni ofrece nuevas normas específicas.

Sin embargo, insiste en que el “clericalismo” ha sido una parte clave del problema y dice que la participación de los laicos será importante para abordar el crimen y el escándalo.

Cambio, dijo, requiere “la participación activa de todos los integrantes del Pueblo de Dios”.

“En muchas comunidades en las que se han dado las conductas de abuso sexual, de poder y de conciencia,” dijo, es donde grupos han reducido “a pequeñas élites al Pueblo de Dios.”

“El clericalismo, favorecido sea por los propios sacerdotes como por los laicos, genera una escisión en el cuerpo eclesial que beneficia y ayuda a perpetuar muchos de los males que hoy denunciamos”, dijo el papa Francisco. “Decir no al abuso, es decir enérgicamente no a cualquier forma de clericalismo”.

En la carta, el papa Francisco reconoció el fracaso de la iglesia.

“Con vergüenza y arrepentimiento, como comunidad eclesial, asumimos que no supimos estar donde teníamos que estar, que no actuamos a tiempo reconociendo la magnitud y la gravedad del daño que se estaba causando en tantas vidas,” dijo.

“Hemos descuidado y abandonado a los pequeños”, dijo.

“Mirando hacia el pasado nunca será suficiente lo que se haga para pedir perdón y buscar reparar el daño causado”, dijo. “Mirando hacia el futuro nunca será poco todo lo que se haga para generar una cultura capaz de evitar que estas situaciones no solo no se repitan, sino que no encuentren espacios para ser encubiertas y perpetuarse”.

Reconociendo las políticas de protección que se han adoptado en varias partes del mundo, así como las promesas de “tolerancia cero” para los clérigos abusadores, el papa Francisco también reconoció que “hemos demorado en aplicar estas acciones y sanciones tan necesarias, pero confío en que ayudarán a garantizar una mayor cultura del cuidado en el presente y en el futuro”.

Como miembros de la iglesia, dijo, “pidamos perdón por los pecados propios y ajenos.” El papa Francisco también pidió a católicos oración y ayuno para que escuchar “el dolor silenciado” de los sobrevivientes de abuso.

Pidió “ayuno que nos dé hambre y sed de justicia e impulse a caminar en la verdad apoyando todas las mediaciones judiciales que sean necesarias. Un ayuno que

nos sacuda y nos lleve a comprometernos desde la verdad y la caridad con todos los hombres de buena voluntad y con la sociedad en general para luchar contra cualquier tipo de abuso sexual, de poder y de conciencia”.