Georgia Bulletin

The Newspaper of the Catholic Archdiocese of Atlanta

Photo by Johnathon Kelso
Archbishop Gregory J. Hartmayer, OFM Conv., carries the Blessed Sacrament at a morning procession of the 25th Eucharistic Congress in June 2022.

Eucaristía, sacramento de amor

By YOLANDA MUNOZ | Published abril 4, 2023  | Available In English

En griego, hay tres palabras diferentes para describir el amor, las cuales definen tres tipos de sentimiento, philia, eros y agape.

Yolanda Munoz

Philia es el tipo de amor que sentimos por nuestros hermanos y hermanas, por un amigo. Es un sentimiento que brinda tranquilidad y calma, gratificante. El amor philia te dice: “Estoy aquí para ti”. Eros es un amor romántico, apasionado y lleno de emociones fuertes. Podemos hacer cosas aparentemente locas cuando estamos bajo los efectos de esta clase de amor. El amor eros te dice: “Te deseo”. Agape es el amor que se da a sí mismo. Aquel que entrega todo al ser amado, que ya no piensa más en sí. En este estado, nuestro enfoque principal está en el bienestar del ser amado. El amor agape te dice: “Moriré por ti”.

Todos estos aspectos del amor están conectados, como no lo explicó nuestro difunto Papa Benedicto XVI en su primera carta encíclica “Dios es amor”, reflexionando especialmente sobre la relación entre eros y agape, y cómo ambos son necesarios en la vida cristiana.

Dios, quien es amor, nos ama perfectamente de todas estas maneras. Él es el amigo que camina con nosotros y nos respalda. También es el amante, lleno de pasión, que hará cualquier locura para llamar nuestra atención; y es el amor que dio su vida por nosotros en la cruz. En su plan perfecto de amor, Dios quiere estar presente con nosotros. Somos cuerpo y alma, y el cuerpo necesita algo que pueda tocar, ver y sentir; por lo tanto, el Señor nos dio la Eucaristía. Jesús está completamente presente—cuerpo, sangre, alma y divinidad—en el Santísimo Sacramento del altar.

Hay muchas razones por las que Jesús se entregó a nosotros en la Eucaristía, menciono algunas a continuación:

La Eucaristía es un don de amor. Cuando amamos a alguien, sentimos la necesidad de dar. Damos flores, chocolates y cualquier cosa que pensamos le agradará a quien amamos. En este sacramente, Jesús se da a sí mismo.

Cristo, presente en la Eucaristía, nos acompaña. Él quiere estar aquí para nosotros y hacernos compañía. Quiere escuchar nuestros problemas y compartir nuestras alegrías, quiere caminar con nosotros para cargarnos en aquellos momentos en que no tenemos fuerzas para caminar.

La Eucaristía nos alimenta. Es el pan de vida que nos fortalece cuando enfrentamos las tentaciones.

La Eucaristía nos cambia. Recuerden el dicho de que somos lo que comemos. Nos parecemos más a Jesús cuando recibimos dignamente su sacramento.

La Eucaristía nos sana. Estamos heridos por el pecado, ya sea el nuestro o el de los demás, y por otros sufrimientos que experimentamos. Llevamos nuestras heridas y tendemos a esconderlas en lugares donde nadie pueda verlas, ni siquiera nosotros mismos. Jesús, presente en la Eucaristía, puede llegar a todos esos lugares y ayudarnos a sanar, a unirnos a él.

“Hoy tomo por testigos contra ustedes al cielo y a la tierra; yo he puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida, y vivirás, tú y tus descendientes…” (Dt. 30,19). Cuando se nos presenta este amor, tenemos dos opciones: podemos rechazarlo o amarlo de vuelta. El Señor nos dio libre albedrío y es manso. Él no nos obligará. La elección depende de nosotros.

En la Eucaristía podemos hallar ese encuentro íntimo con Dios en nuestro Señor Jesucristo, quien nos sana, nutre, fortalece y ama.

Este amor, que me proporciona la Eucaristía, es el que me ha sostenido en mi viaje y continúa abriendo más espacio para que pueda crecer en este sentimiento. Espero que este Avivamiento Eucarístico sea una oportunidad para que todos crezcamos en el amor a través de este gran sacramento y para que lo compartamos con los demás.


Yolanda Muñoz es directora de asuntos hispanos y latinoamericanos en la Oficina de Ministerios Interculturales de la Arquidiócesis de Atlanta y pertenece al Grupo de Trabajo del Avivamiento Eucarístico de la misma.