Georgia Bulletin

The Newspaper of the Catholic Archdiocese of Atlanta

Lo Que He Visto Y He Oído (13 Octubre 2011)

Published octubre 13, 2011  | Available In English
A veces la Iglesia elige otra fecha para la fiesta de un santo. Los cumpleaños de San Juan Bautista y Jesús están relacionados con el movimiento giratorio de la tierra alrededor del sol y con las escrituras de San Juan: “Es preciso que él crezca y que yo disminuya.” (Juan 3:30) El cumpleaños de San Juan Bautista, el 24 de junio se relaciona con el solsticio de verano y el cumpleaños de Jesús, el 25 de diciembre se relaciona con el solsticio de invierno. Esto resulta en la manifestación celestial de la declinación del sol en el nacimiento de Juan y de su ascenso en el nacimiento de Jesús. La Iglesia demuestra su sentido del humor con este intercambio.

A veces la Iglesia simplemente asigna el día de fiesta de acuerdo con la naturaleza. El cumpleaños de la virgen Maria se observa el 8 de septiembre, exactamente nueve meses después de la fiesta de la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre. El cumpleaños de Jesús se celebra exactamente nueve meses después de la fiesta de la Anunciación, el 25 de marzo. Ahora nos enfrentamos con el reto de asignar fiestas a los santos contemporáneos. El beato Juan Pablo II murió el 2 de abril y esta fecha causará conflictos con el calendario litúrgico en el futuro. El 2 de abril a veces caerá en Semana Santa o en las celebraciones de Pascua. Entonces, la Iglesia ha seleccionado la fecha de su elección a la Silla de Pedro como su fiesta. Este año comenzará la tradición de celebrar al beato Juan Pablo II el 22 de octubre, la fecha del aniversario del comienzo de su pontificado. Tendremos un programa especial conmemorativo en la Catedral y el Obispo Zarama celebrará una misa en honor al nuevo Beato el viernes 21 de octubre. Nuestro calendario litúrgico está lleno de días conmemorativos para los Santos (y beatos) de Dios quienes han enriquecido e inspirado a la Iglesia y cuya memoria trae consuelo y esperanza a todos nosotros quienes estamos aun luchando para unirnos a su coro algún día. ¡Y solo Dios sabe qué día será!