Georgia Bulletin

The Newspaper of the Catholic Archdiocese of Atlanta

Preparamos un lugar para recibir el regalo verdadero

Published diciembre 23, 2010  | Available In English

El ángel  les dijo a los pastores: No tengan miedo, pues yo vengo a comunicarles una Buena noticia, que será motive de mucha alegría para todos: hoy en la ciudad de David, ha nacido para Uds., un Salvador, que es el Mesias y el Señor.”

Una de las tradiciones que tengo, y  que viene desde mi niñez, es el hacer el nacimiento, o pesebre, que es algo importante para mí, y por otro lado puedo usar como digo yo, mi único talento artístico.

Nunca tengo una idea clara de cómo hacerlo, pero siempre resulta que cuando lo termino quedo contento.  Una vez que queda listo, parte de mi descanso es sentarme a contemplarlo, y por más que lo contemplo, siempre lo encuentro cada vez más atractivo. Y algo que siempre me llama la atención es el hecho que, las mayoría de la figuras de los pastores están en búsqueda de algo, su mirada está buscando.  ¿Que buscan?  Bueno todo encuentra sentido cuando el 24 en la noche pongo a San Jose y a la Virgen en la cueva, y todos los demás quedan mirando hacia la cueva.

Durante este tiempo de Adviento la Iglesia nos invita a prepararnos para recibir esa buena nueva que los pastorcitos recibieron de los Ángeles: “Hoy ha nacido para Uds. un Salvador, que es el Mesías el Señor”.

Esta preparación nos tiene que llevar a vivir ese momento, en el que Dios se hace hombre. Ese momento en que de aquel lugar que estaba vacío, y al cual nadie ponía atención, ahora es el foco de atención, pues en el habita ahora el niño Dios.

El hacer el nacimiento o pesebre, para  mí no es algo tan sencillo, pues me toma tiempo el encontrar el material necesario para hacerlo. Comprar la arena, piedras, el papel apropiado, la luces,  los pastores y demás elementos que necesito para que quede bonito. Por lo general me toma un medio día como mínimo hasta que quedo satisfecho.

De la misma forma para poder recibir ese mensaje de los Ángeles, debemos prepara nuestro corazón, para que pueda escuchar la buena noticia, y de esta forma hacer campo, para ese huésped que es Jesús y su mensaje de Amor en las navidades. Este proceso de preparación toma tiempo, pues nos invita a limpiar y adornar nuestro corazón, para poderle recibir y  para que de esta forma pueda El hacer diferencia en nuestras vidas.

Dentro de la vida diaria y sus jornadas de cuidar sus rebaños, pudieron los pastores  escuchar y responder a la invitación de los ángeles. De la misma forma en la rutina de nuestra vida diaria, tenemos que hacer ese tiempo ese espacio para escuchar esa invitación y hacer esa una jornada para celebrar ese misterio que se nos revela: Dios se hace hombre.

La alegría de este misterio, es el mejor regalo que podemos ofrecer  a nuestras familias, amigos, compañeros de trabajo, y compartir en nuestras parroquias.

Podemos en muchas ocasiones emplear bastante tiempo de compras, buscando los regalos que vamos a dar, pero me preguntaría: ¿Cuanto tiempo empleamos en prepararnos para poder recibir ese regalo  del misterio  de Dios hecho hombre?  El adorno de nuestras casas, la presentación de los regalos, deben ser un reflejo de lo adornado que esta nuestra corazón con la presencia del  Señor en el.

Lo ángeles nos anuncian una Buena Nueva, preparémonos para  hacer posible que ella tenga cabida en cada uno de nuestros corazones y de esta forma entonces poder decir desde el Corazón: ¡Feliz Navidad!  Y que con la esa presencia en nuestros corazones El nos bendiga en el Nuevo Año.