Georgia Bulletin

The Newspaper of the Catholic Archdiocese of Atlanta

Lo Que He Visto Y He Oído (Mayo 27, 2010)

Published mayo 27, 2010  | Available In English

Por los últimos seis años he seguido la tradición de celebrar misa el Día de Conmemoración de los Caídos (Memorial Day) en uno de los dos cementerios nacionales de la Arquidiócesis de Atlanta—ya sea en el nuevo cementerio de Canton o en el cementerio histórico de Marietta. En ambos lugares resuenan los recuerdos queridos de miles de veteranos militares y de sus familias que se encuentran enterrados allí. Ambos cementerios guardan la herencia del valor que nuestro personal militar americano ha dejado a esta nación con su dedicación y sacrificio por nuestra libertad. Tengo la felicidad de celebrar junto con todos los que asisten anualmente a esta misa un momento de gratitud por la herencia de ese servicio que se encuentra consagrada en esos lugares.

Pero hay diferentes maneras en que podemos expresar nuestra admiración y agradecimiento por el personal militar. Algunas personas del servicio militar regresan con necesidades bastante especiales debido a las experiencias sobrellevadas en los conflictos armados. Todos ellos necesitan de nuestra ayuda a través de la oración y de una cálida bienvenida para ayudarlos en la transición de una vida de conflictos armados a una vida tranquila nuevamente en sus hogares. Algunos necesitan un apoyo aún mayor para poder lograrlo.

Especialmente en este Día de Conmemoración de los Caídos, personal militar de la Brigada de Infantería 48 de la Guardia Nacional de Georgia y veteranos de guerra que han servido en otras ramas van a estar viviendo un periodo de reintegración a sus vidas luego de regresar de las zonas de combate de Irak y Afganistán. Estos hombres y mujeres son los hijos y las hijas de nuestras comunidades, y sin duda sus familias estarán sumamente felices de tenerlos nuevamente a salvo entre ellos. Estos jóvenes volverán a unirse a sus familias, y esa bendición enriquecerá nuestras parroquias y comunidades de una manera excepcional.

Sin embargo, algunos de ellos también necesitarán tiempo y mayor comprensión para dejar a un lado el recuerdo de los terribles eventos que han de haber enfrentado y volver a la tranquilidad de la vida en el hogar. Necesitarán de nuestro amor y de nuestra paciencia ya que esta transición es a veces bastante traumática para ellos y para sus familias.

En Georgia existe una organización de diferente religiones sin fines de lucro que asiste en este proceso, a veces delicado, y se llama Care for the Troops (Cuidar de nuestras tropas). Esta asociación, compuesta por personas excelentes, está disponible para asistir a las parroquias, las familias, y al personal militar que ha regresado; les ayuda a reestablecer los lazos de amor y la extensión interpersonal que ayudarán a que el personal militar regrese con la dignidad y la paz interior que tanto merece.

Si le interesa conocer más sobre esta organización, visite el sitio de Internet www.CareForTheTroops.com. Caridades Católicas ha estado involucrada en este esfuerzo. Invito a las parroquias a que piensen seriamente en participar más activamente en esta buena obra.

Después de todo, el Día de Conmemoración de los Caídos en la Guerra no significa simplemente hacer una pausa para recordar a los que han servido por nosotros tan generosamente en el pasado. Es también la ocasión de reflexionar sobre las diferentes maneras en que podemos honrar la memoria de los veteranos de guerra fallecidos y las necesidades de los veteranos de guerra de hoy.

Invito a todos los feligreses a que incluyan una oración especial en la Eucaristía de este domingo por aquellos que han servido por nosotros en el servicio militar y que piensen seriamente en convertirse en “una congregación amigable con los veteranos”, o en apoyar y fortalecer el ministerio parroquial con los militares para que los que están regresando a nosotros vean la profundidad de nuestro amor y gratitud.