Georgia Bulletin

The Newspaper of the Catholic Archdiocese of Atlanta

Lo Que He Visto Y He Oído (24 Deciembre 2009)

Published diciembre 24, 2009  | Available In English

Muchas veces me pregunto: ¿Por qué no es siempre así? ¿Por qué las malas noticias, desastres, violencia, tragedias y odio dominan siempre las noticias excepto durante la época de la Navidad? Pienso que todos podemos explicar esto de diferentes razones; yo tengo mi propia explicación. Sin embargo, en lugar de pensar la razón por la cual las historias de todos los días remarcan la dimensión negativa del comportamiento humano aunque en ésta época del año presentan algunos titulares sobre la expresión noble de nuestra naturaleza, me gustaría dar las gracias por estos momentos de generosidad y bondad aunque sean breves. El nacimiento de Cristo realmente inspira lo mejor en nosotros.

Todos los años, durante unas horas, contamos historias de esperanza y promesas, alegría y generosidad, compasión y bondad de espíritu. Jesús vino para que estos momentos extraordinarios sean la forma ordinaria en que nos relacionamos. Por eso el Niñito Jesús nació por nosotros. Con su nacimiento, Cristo nos hace mejores personas.

Las iglesias se llenan de gente para la Navidad, los vecinos se sonríen entre ellos, los pobres reciben alimentos, los niños necesitados reciben regalos de gente totalmente desconocida, y a los inmigrantes se los trata con honor y dignidad. En esta época todo parece nacer de nuevo gracias al nacimiento de un Niño pobre que engrandece a cada uno de nosotros.

Durante la Navidad nos tratamos como hermanos de la forma en que Dios quisiera que nos tratásemos todos los días del año. Pero rápidamente volvemos al comportamiento ordinario que llenan los informes de noticias con acontecimientos tristes y angustiosos. Me pregunto si las noticias ordinarias que vemos no pretenden ser realmente las noticias extraordinarias, y la paz que celebramos durante la época de Navidad es la forma normal que Dios nos hace vivir y comportarnos todos los días. Quizás estas pocas horas benevolentes sean lo normal y las noticias típicas son realmente la excepción con respecto a la manera en que Dios ha formado y pretende que sea su creación.

Feliz Navidad, mis queridos hermanos y hermanas; aférrense a esas pocas horas de paz y alegría y háganlas las piedras de toque del Nuevo Año que nos aguarda. ¡Les deseo a todos ustedes y a sus seres queridos un año colmado de bendiciones!