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Para servir a Cristo, debemos ser una Iglesia que ‘camina pobre con los pobres’, afirma el Papa León en su nueva exhortación
By GINA CHRISTIAN, OSV News | Published octubre 10, 2025 | Available In English
(OSV News)–En su primera exhortación apostólica, el Papa León XIV continúa el llamamiento del Papa Francisco para que los cristianos vean en los pobres el rostro mismo de Cristo y sean una Iglesia que “camina pobre con los pobres” ya que así podrán vivir auténticamente el Evangelio.
“Dilexi Te” (“Te he amado”) se publicó el 9 de octubre, tras haber sido firmada el 4 de octubre, festividad de San Francisco de Asís, cuya radical aceptación de la pobreza y servicio a los pobres se presenta como un ejemplo clave en la exhortación.
El documento, que tiene más de 21.000 palabras repartidas en cinco capítulos, toma su título de Apocalipsis 3,9, en el que Cristo se dirige a “una comunidad cristiana que, a diferencia de otras, no tenía ninguna relevancia ni recursos y estaba expuesta a la violencia y al desprecio”, escribió el Papa León.
“Dilexi Te” completa lo que “el Papa Francisco estaba preparando en los últimos meses de su vida”, es decir, una exhortación apostólica sobre el cuidado de los pobres por parte de la Iglesia, basada en la encíclica “Dilexit Nos” de 2024 del difunto pontífice, dijo el Papa León.
“Habiendo recibido como herencia este proyecto, me alegra hacerlo mío –añadiendo algunas reflexiones– y proponerlo al comienzo de mi pontificado, compartiendo el deseo de mi amado predecesor de que todos los cristianos puedan percibir la fuerte conexión que existe entre el amor de Cristo y su llamada a acercarnos a los pobres”, escribió el Papa Leo, que conservó el título previsto por el Papa Francisco para la obra.
El Papa León dijo que, al igual que su predecesor, consideraba “necesario insistir sobre este camino de santificación”, ya que, como escribió el Papa Francisco en su exhortación apostólica de 2018 “Gaudete et Exsultate”, en el “llamado a reconocerlo en los pobres y sufrientes se revela el mismo corazón de Cristo, sus sentimientos y opciones más profundas, con las cuales todo santo intenta configurarse”.
La exhortación se basa en gran medida en las Escrituras, los documentos papales y conciliares, las obras de los Padres de la Iglesia y las vidas de numerosos santos, así como en el “discernimiento eclesial” de los obispos latinoamericanos, con quienes el Papa León dijo estar muy agradecido. “Yo mismo, misionero durante largos años en Perú, debo mucho a este camino de discernimiento eclesial, que el Papa Francisco ha sabido unir sabiamente al de otras Iglesias particulares, especialmente las del Sur global” escribió.
Los pobres como prioridad
A lo largo del documento, el Papa León insta a los cristianos a reconocer la unidad de Dios con los pobres y a darles prioridad según las exigencias de la fe.
“El afecto por el Señor se une al afecto por los pobres”, escribió el Papa, observando más adelante en el documento que “es innegable que el primado de Dios en la enseñanza de Jesús va acompañado de otro punto fijo: no se puede amar a Dios sin extender el propio amor a los pobres”.
En un pasaje aún más directo, el Papa León admitió: “Muchas veces me pregunto por qué, aun cuando las Sagradas Escrituras son tan precisas a propósito de los pobres, muchos continúan pensando que pueden excluir a los pobres de sus atenciones”.
Muchas formas de pobreza
Destacó que la pobreza es un fenómeno multifacético y que “hay muchas formas de pobreza”.
Entre ellas se encuentran “aquella de los que no tienen medios de sustento material, la pobreza del que está marginado socialmente y no tiene instrumentos para dar voz a su dignidad y a sus capacidades, la pobreza moral y espiritual, la pobreza cultural, la del que se encuentra en una condición de debilidad o fragilidad personal o social, la pobreza del que no tiene derechos, ni espacio, ni Libertad”.
Además, dijo el Papa León, las formas de pobreza han seguido evolucionando de manera que hay nuevas pobrezas “en ocasiones más sutiles y peligrosas”.
Advirtió que “en general, se percibe que han aumentado las distintas manifestaciones de la pobreza. Esta ya no se configura como una única condición homogénea, más bien se traduce en múltiples formas de empobrecimiento económico y social, reflejando el fenómeno de las crecientes desigualdades también en contextos generalmente acomodados”.
A nivel mundial, las mujeres suelen ser las más afectadas por la pobreza en sus diversas manifestaciones, dijo el Papa León, citando la encíclica “Fratelli Tutti” del Papa Francisco de 2020.
Causas y retos de la pobreza
A lo largo del texto de su exhortación, el Papa León examinó los factores personales, culturales, sociales y sistémicos que provocan la pobreza e impiden su erradicación, todos los cuales, en esencia, se derivan del desprecio por la santidad de toda vida humana.
“Los pobres no están por casualidad o por un ciego y amargo destino. Menos aún la pobreza, para la mayor parte de ellos, es una elección”, afirmó el Papa León. “Y, sin embargo, todavía hay algunos que se atreven a afirmarlo, mostrando ceguera y crueldad”.Señaló una cultura, “a veces bien enmascarada”, que “descarta a los demás sin advertirlo siquiera y tolera con indiferencia que millones de personas mueran de hambre o sobrevivan en condiciones indignas del ser humano”.
El Papa también deploró “esa falsa visión de la meritocracia en la que parecería que sólo tienen méritos aquellos que han tenido éxito en la vida”.
Tales opiniones alimentan las estructuras de pecado en la sociedad que, como dijo el Papa Francisco en “Dilexit Nos”, a menudo “se inserta en una mentalidad dominante que considera normal o racional lo que no es más que egoísmo e indiferencia”, escribió el Papa León.Como resultado, dijo el Papa León, “se vuelve normal ignorar a los pobres y vivir como si no existieran”, y del mismo modo “se presenta como elección racional organizar la economía pidiendo sacrificios al pueblo, para alcanzar ciertos objetivos que interesan a los poderosos”.
Los propios cristianos no han sido inmunes a dejarse contagiar por “actitudes marcadas por ideologías mundanas o por posicionamientos políticos y económicos que llevan a injustas generalizaciones y a conclusiones engañosas”, escribió el Papa.”El hecho de que el ejercicio de la caridad resulte despreciado o ridiculizado, como si se tratase de la fijación de algunos y no del núcleo incandescente de la misión eclesial, me hace pensar que siempre es necesario volver a leer el Evangelio, para no correr el riesgo de sustituirlo con la mentalidad mundana”, reflexionó. “No es posible olvidar a los pobres si no queremos salir fuera de la corriente viva de la Iglesia que brota del Evangelio y fecunda todo momento histórico”.
El Papa León señaló que la limosna “hoy no goza de buena fama, a menudo incluso entre los creyentes”, ya que “no sólo no se practica, sino que además se desprecia”.
Si bien “la ayuda más importante para una persona pobre es promoverla a tener un buen trabajo”, dijo, “no podemos correr el riesgo de dejar a una persona abandonada a su suerte, sin lo indispensable para vivir dignamente”.
La limosna ” invita al menos a detenerse y a mirar al pobre a la cara, a tocarle y compartir con él algo de lo suyo”, escribió. “La limosna, por pequeña que sea, infunde pietas en una vida social en la que todos se preocupan de su propio interés personal”, dijo el Papa León.
Una “opción preferencial por los pobres”
Dado que Cristo eligió hacerse pobre al asumir la fragilidad y la carne humanas, “se puede hablar también teológicamente de una opción preferencial de Dios por los pobres”, afirmó el Papa León.
Explicó que la expresión–“nacida en el contexto del continente latinoamericano” y que “ha sido bien integrada en el magisterio de la Iglesia sucesivo”–no implica “nunca un exclusivismo o una discriminación” hacia otros grupos, sino que habla de la compasión de Dios.
El corazón de Dios “se preocupa particularmente de aquellos que son discriminados y oprimidos, pidiéndonos también a nosotros, su Iglesia, una opción firme y radical en favor de los más débiles”, dijo el Papa León.
Citó en detalle varios de los “abundantes testimonios a lo largo de los casi dos mil años de historia de los discípulos de Jesús” que han ejemplificado esa elección en sus vidas: los primeros diáconos de la Iglesia primitiva, los Padres de la Iglesia, los monjes, los mendicantes, los movimientos populares y los santos modernos, incluida Santa Teresa de Calcuta.
El Papa León dijo que para San Agustín, patrón de su orden religiosa, “el pobre no es sólo alguien a quien se ayuda, sino la presencia sacramental del Señor”, y que “el cuidado a los pobres (es) una prueba concreta de la sinceridad de la fe”.
Los migrantes siempre han sido motivo de especial preocupación para la Iglesia, ya que “la experiencia de la migración acompaña la historia del pueblo de Dios”, dijo el Papa, añadiendo que “la tradición de la actividad de la Iglesia con y para los migrantes continúa”, y que ese servicio se expresa ahora “en iniciativas como los centros de acogida para refugiados, las misiones en las fronteras y los esfuerzos de Cáritas Internacional y otras instituciones”.
“Una historia que continúa”
La larga historia de la Iglesia en el cuidado de los pobres continúa, formada y forjada en particular por el desarrollo de su doctrina social durante los últimos 150 años, dijo el Papa León.
Entre los ejemplos que enumeró se encuentran “Rerum Novarum”, la encíclica de 1891 sobre el capital y el trabajo publicada por el Papa León XIII, y los documentos del Concilio Vaticano II, que el Papa León describió como “una etapa fundamental en el discernimiento eclesial en relación a los pobres, a la luz de la Revelación”.
Los documentos de San Juan Pablo II consolidaron “al menos en el ámbito doctrinal, la relación preferencial de la Iglesia con los pobres”, afirmó, y la lectura de las enseñanzas del Papa Benedicto XVI sobre el tema “se hace más marcadamente política” ante “las múltiples crisis que han caracterizado el comienzo del tercer milenio”.
El Papa Francisco, por su parte, reconoció las posiciones de las conferencias episcopales nacionales y regionales sobre la relación de la Iglesia con los pobres, afirmó.
Y, dijo el Papa León, “el cambio de época que estamos afrontando” requiere “necesaria la continua interacción entre los bautizados y el Magisterio” de la Iglesia sobre este tema, al tiempo que se escucha las voces de los mismos pobres, quienes “son sujetos de una inteligencia específica, indispensable para la Iglesia y la humanidad”.
“Esta es una sorprendente experiencia corroborada por la misma tradición cristiana y que se vuelve un verdadero punto de inflexión en nuestra vida personal, cuando caemos en la cuenta de que justamente los pobres son quienes nos evangelizan”, escribió el Papa León.
En los más pobres entre los pobres, dijo, “Cristo sigue sufriendo y resucitando”, y “es en ellos donde la Iglesia redescubre la llamada a mostrar su realidad más auténtica”.
El texto completo de “Dilexi Te” se puede consultar aquí: https://www.vatican.va/content/leo-xiv/es/apost_exhortations/documents/20251004-dilexi-te.html#_ftnref106.



