
Atlanta
Arquidiócesis de Atlanta celebra ordenación de diáconos transitorios
By NATALIA DURON, Redactora | Published junio 13, 2025 | Available In English
ROSWELL—Cuatro seminaristas fueron ordenados para el diaconado transitorio el 31 de mayo en la iglesia de St. Peter Chanel en Roswell. El Arzobispo Gregory J. Hartmayer, OFM Conv., acompañado por los obispos auxiliares Bernard E. Shlesinger III, Joel M. Konzen, SM, y John N. Tran, fue quien celebró la misa.
«De hoy en adelante, son servidores del misterio de Cristo», dijo el Arzobispo Hartmayer en su homilía. «Sean hombres de oración, sean hombres de la Palabra, sean hombres de caridad».
La iglesia rebosaba de alegría mientras amigos, familiares y clérigos presenciaban el momento sagrado en el que Sean Lee, Juno Lee, Eric Baylot y Jacob Butz fueron ordenados oficialmente como diáconos.
Mientras los recién ordenados se encontraban frente el altar, el clero se adelantó para saludarlos con abrazos, apretones de manos y palabras de apoyo. El momento simbolizó la hermandad y la unidad.
Aunque los cuatro diáconos provienen de trayectorias y orígenes diversos, comparten el compromiso de servir a la Iglesia.

Archbishop Gregory J. Hartmayer embraces Deacon Sean Lee during the Kiss of Peace at the ordination to the transitional diaconate. Photo by Julianna Leopold
Un empujón al sacerdocio
Sean Lee, de 26 años, quien nació y creció en Lilburn, asistió a la iglesia St. John Neumann durante su infancia. Aunque se sentaba en la banca todos los domingos con su familia, él nunca consideró el sacerdocio hasta que asistió a la Conferencia Juvenil de Steubenville en su primer año de secundaria.
«Sentí un pequeño empujón en mi corazón que me pedía que considerara ser sacerdote», compartió. «Ese empujón nunca desapareció. En mi último año de secundaria, comencé el proceso de solicitud para el seminario y fui aceptado poco después de graduarme».
A lo largo de sus años en el seminario regional St. Vincent de Paul en Florida, Lee ejerció diversos ministerios con feligreses de todas las edades y culturas. Sus diversas experiencias han influido enormemente en él durante sus estudios.
«En cada asignación, a través de cada comunidad y junto a cada sacerdote con el que he trabajado, el Señor ha estado obrando, enseñándome, guiándome y revelándome más de su amor y su plan para mi vida», indicó el joven.
Sean Lee encuentra fortaleza espiritual en San Juan Pablo II, su santo patrono, quien ha seguido intercediendo en su camino vocacional, y cuyos escritos, explicó, continúan alimentándolo y animándolo.
El diacono transitorio servirá en la iglesia St. Peter Chanel durante el verano.
Para los seminaristas que comienzan su camino, su consejo es simple: «¡Oren! Inviten al Señor a cada paso de su formación. Que esté presente en cada trabajo que escriban, en cada tarea que completen y en cada momento de crecimiento».

Yugyung Hwang, Deacon Juno Lee’s mother, bows before the altar next to her son at St. Peter Chanel Church for the transitional diaconate ordination on May 31. She traveled from South Korea to attend. Photo by Julianna Leopold
De Corea del Sur a Atlanta
Juno Lee nació en Baltimore y creció en Corea del Sur, donde descubrió fuerza y disciplina como luchador de Ssireum y profundizó su espiritualidad a través de las visitas diarias a la Eucaristía.
El hombre de 33 años siempre sintió un llamado discreto, pero persistente, al sacerdocio a lo largo de su vida. Durante sus estudios de secundaria en Saipán y, finalmente, durante el servicio militar, Lee descubrió que cada experiencia de su vida le había sido otorgada por Dios.
«En cada paso, he llegado a comprender que esta vocación no fue algo que inventé, sino algo que recibí: un don de Dios que me llama a seguirla con confianza y valentía», dijo.
Juno Lee es bilingüe en coreano e inglés y servirá en la iglesia coreana de St. Andrew Kim en Duluth este verano. En la misa de ordenación, amigos de la iglesia y de la comunidad coreana colmaron las bancas para demostrar su apoyo. Docenas de feligreses felicitaron a los recién ordenados, quienes están un paso más cerca del sacerdocio.
La Hermana Andrea Tucker, de las Hermanas de Jesús Kkottongnae de Corea, afirmó que se sintió conmovida por la representación de la cultura coreana.
«Es una bendición para la comunidad coreana y nos sentimos muy honrados», exclamó. «Todos queríamos venir hoy a apoyar a Juno y seguiremos orando por él y amándolo».
La espiritualidad de Lee se basa en la imagen de Cristo, el Buen Pastor. El diacono transitorio compartió que espera crecer en su identidad como siervo de la Iglesia, pareciéndose más a Cristo, quien no vino para ser servido, sino para servir.
«He llegado a comprender que el ministerio no es lo que hacemos por los demás», dijo. «Es lo que Cristo hace a través de nosotros cuando elegimos caminar con él».

Archbishop Gregory J. Hartmayer, OFM Conv., lays hands and prays the prayer of ordination as Deacon Eric Baylot kneels before him. Baylot is a seminarian at Notre Dame Seminary in New Orleans. Photo by Julianna Leopold
Respondiendo al llamado
Baylot, de 29 años, creció en Norcross, donde asistió a la iglesia Mary Our Queen. Su camino hacia el sacerdocio ha sido un largo proceso, uno que admitió haber evitado durante mucho tiempo.
«Cuando finalmente escuché el llamado, supe que tenía mucho trabajo por hacer», compartió. «No siempre ha sido fácil, pero siempre ha sido fructífero y vivificante. Siempre me ha traído paz».
La lección más significativa a lo largo de la formación de Baylot ha sido aprender a servir a las personas no en sus propios términos, sino en los de ellos. El ministerio, indicó, se trata de satisfacer las necesidades del pueblo de Dios.
«Espero seguir creciendo en mi capacidad y deseo de ir a donde el Señor me envíe, en lugar de a donde yo quiera ir, y servir a su pueblo como él me pide, en lugar de como yo quiero servirle», reiteró.
Como diácono, su mayor deseo es ayudar a las parejas en la preparación matrimonial y acompañarlas desde el inicio de su compromiso hasta su boda y más allá.
Este verano, Baylot sirve en la iglesia de All Saints Church en Dunwoody. Para quienes recién comienzan el seminario, su consejo es: «Estén abiertos a la formación. La obediencia es difícil, pero sin ella estamos condenados al fracaso como siervos de la Iglesia».
«No tengan miedo»
Butz, de 30 años, creció en Woodstock y asistió a la iglesia St. Michael the Archangel. Su iniciación en la vocación se remonta a su segundo año en la Universidad Estatal de Kennesaw, cuando una misión de verano en el campamento Life Teen lo inspiró a algo más profundo.

Deacon Jacob Butz folds his hands in prayer as he looks to the altar during the Mass for the transitional diaconate ordination at St. Peter Chanel on May 31. Photo by Julianna Leopold
Como diácono transitorio, ahora tiene una «mayor comprensión de cómo amar mejor al pueblo de Dios en tiempos de alegría y de tristeza», dijo.
Espiritualmente, Butz se siente atraído por Filipenses 3:7-11.
«Tuvo un gran impacto durante mi tiempo en el seminario», explicó. «Mis seis años en el seminario me han preparado muy bien para ser un siervo de la Iglesia».
Butz pasará el verano sirviendo en la iglesia Christ the Redeemer en Dawsonville, donde espera celebrar los sacramentos con los feligreses y guiarlos en los altibajos de la vida.
Para los seminaristas que comienzan su formación, su consejo es: «No tengan miedo, porque el Señor es manso y compasivo».
Como diáconos transitorios, los cuatro hombres ahora proclamarán el Evangelio, predicarán homilías, bautizarán niños, presenciarán matrimonios y servirán en ministerios caritativos en toda la Arquidiócesis de Atlanta.
La misa de ordenación enfatizó la diversidad y la esperanza para la Iglesia. Mientras el clero abrazaba a los recién ordenados y los cuatro hombres se arrodillaban ante Dios, sus familiares y amigos fueron testigos de la vitalidad de la Iglesia en vocaciones y servicio.