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Informe final de Atlanta sobre el Sínodo identifica próximos pasos

By ANDREW NELSON, Redactor | Published agosto 24, 2022  | Available In English

ATLANTA—“Servir a una gran diversidad de culturas” y liderar una renovación eucarística son dos de los próximos pasos identificados en el informe final de la Arquidiócesis de Atlanta que contribuye al Sínodo de 2023 sobre la Sinodalidad.

Más de 11.500 personas asistieron a casi 350 sesiones presenciales, y alrededor de 7.150 llenaron encuestas para participar en el sínodo mundial, convocado por el Papa Francisco para garantizar que la Iglesia “esté abierta a escuchar la voz del Espíritu Santo”.

Los organizadores sintetizaron las respuestas locales para elaborar el informe que se envió a la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, la cual preparará un informe nacional basado en los aportes de todo el país, que dará lugar a sesiones en Roma el próximo año.

El informe compartió cómo la experiencia ayudó a que las personas pudieran comprender la obra del Espíritu Santo de una nueva manera.

“Es difícil limitar la lista de alegrías durante la fase de consulta diocesana”, afirmó el reporte. Los autores del informe escribieron que “momentos de encuentro valiosos” entre los creyentes transformaron el escepticismo inicial.

Para la organizadora principal Jenny Miles, los encuentros cara a cara hicieron que la experiencia valiera la pena.

“Se sentía una energía al final de las sesiones, una sensación de que todos estamos juntos en esto”, indicó Miles, quien es gerente de planificación e investigación de la arquidiócesis.

El informe final de 12 páginas se publicó en el sitio web de la Arquidiócesis de Atlanta el 26 de julio.

Los dos próximos pasos restantes incluyen “énfasis en escuchar” y “discernir estructuras sinodales en curso”.

El Arzobispo de Atlanta Gregory J. Hartmayer, OFM Conv., quien asistió a más de una docena de reuniones regionales, dijo que las sesiones de escucha en los 69 condados de la arquidiócesis durante finales del invierno y la primavera fueron invaluables.

“He sido obispo aquí durante dos años, pero debido al COVID fue difícil salir para conocer gente y escucharla. Este sínodo fue la oportunidad perfecta para mí. Me sentí muy feliz de poder ir a las parroquias para asistir a las sesiones regionales”, dijo en una declaración escrita.

“En una de esas sesiones mencioné que los comentarios me habían impactado, me habían cambiado, y lo dije en serio. No puedo ser un buen pastor si no sé lo que está pasando en la vida de las personas en esta arquidiócesis”, escribió. “El informe nos dice mucho sobre la encuesta y las sesiones parroquiales, pero también valoro los comentarios que escuché con mis propios oídos en las sesiones regionales”.

Varias parroquias indicaron que la experiencia sinodal continuaría en sus comunidades de fe después de que se completara el proceso formal.

Y eso para Miles es una concientización de que somos personas que viajamos juntas.

“Este ha sido un proceso de aprendizaje y solo el comienzo”, indicó.

Las miles de respuestas están organizadas bajo temas como “Renovación de la misión”, “Liturgia”, “Inclusión/Exclusión/Marginalización” entre otros.

Una parte clave del informe fue la comprensión católica de la Eucaristía y su lugar dentro de la fe. Además de ser “una fuente de unidad y alegría”, los autores del informe señalaron que muchos mencionaron el sacramento como la “única razón por la que permanecen en la Iglesia, un punto que amerita más discernimiento”. El informe señaló que los líderes de la Iglesia deben comprometerse con los fieles que tienen estos sentimientos para comprender su infelicidad y cómo servirles mejor.

Un renacimiento en el momento adecuado

El Arzobispo Hartmayer cree que las discusiones sobre la Eucaristía en las sesiones de escucha están sucediendo en el momento oportuno con la actual campaña nacional de reavivamiento de la Eucaristía. Parte de las conversaciones en las reuniones se centraron en el agradecimiento por el Congreso Eucarístico de Atlanta, el cual regresó en junio luego de dos años de no haberse celebrado debido a la pandemia del coronavirus.

“Escuchamos mucho sobre la Eucaristía y cuánto ama la gente el Congreso Eucarístico”, dijo. “Esto me dice que el avivamiento eucarístico está llegando en el momento indicado a nuestra Iglesia”.

El avivamiento nacional es un esfuerzo de los obispos estadounidenses para recordar a los creyentes la enseñanza central de la Iglesia sobre “la Presencia Real” de Jesús en la Eucaristía. Se prevé que más de 80.000 católicos de todas las edades se reúnan en Indianápolis para un Congreso Eucarístico Nacional en 2024.

La diversidad cultural en la Arquidiócesis de Atlanta también fue resaltada en el informe.

El reporte indica que la arquidiócesis ha hecho la transición a una población mayoritariamente no blanca. Casi seis de cada 10 católicos son personas de color. Los dos grupos más grandes de personas sentadas en las bancas de las iglesias son hispanas y blancas, no hispanas, y cada grupo representa alrededor del 43% de la comunidad de fe. Las misas se celebran en 12 idiomas en las parroquias del área.

Según el informe, la demografía del Congreso Eucarístico de 2022 reflejó esta realidad. La Sesión en Español se llenó, mientras que la Sesión en Inglés atrajo a un número mucho menor de asistentes. Según el informe, la mayoría de las encuestas enviadas por personas nacidas después de 2000 fueron de adultos jóvenes hispanos.

La diversidad de culturas e idiomas que comparten la misma fe puede ser beneficiosa, pero también hay situaciones que se deben evitar. Según el reporte, muchos expresaron el deseo de experimentar la unidad dentro de diversas culturas, pero también hubo comentarios de “una sensación común de aislamiento” al adorar como parte de otra cultura. Los idiomas y culturas que pueden ser nuevos para una parroquia pueden ser una fuente de división comunitaria.

El Arzobispo Hartmayer dijo que las conversaciones sobre la diversidad enfatizan una mayor concientización sobre la hospitalidad.

“Nuestras parroquias tienen que ser lugares donde la gente se sienta bienvenida y apreciada”, dijo. “Cada parroquia debe ser un hogar para quienes adoran en ella”.