Georgia Bulletin

The Newspaper of the Catholic Archdiocese of Atlanta

Lo Que He Visto Y He Oído (21 Febrero 2008)

Published febrero 21, 2008  | Available In English

Tenemos una oficina para personas discapacitadas; Ed McCoy es el dedicado director de esta agencia—y lo que ocurre a nivel local es siempre mucho más importante de lo que él pudiese anticipar o quizás planear. Estas familias representan la diversidad de nuestra Arquidiócesis. Con los años, muchas de ellas han descubierto diferentes maneras de alentar y apoyar a sus familiares que tienen necesidades especiales y que también poseen dones especiales para la vida de sus familias y de la Iglesia.

Estas personas traen gentileza de espíritu y una inocencia transparente a la misa. Les estoy muy agradecido a Mons. James Fennessy y a Mons. David Talley que han puesto personal interés en esta actividad de extensión pastoral. Estos excelentes sacerdotes no aceptan, y probablemente niegan, que han tenido un papel muy crucial en este ministerio. Ellos, y los que trabajan con Ed McCoy y en los comités parroquiales de la Arquidiócesis de Atlanta, hacen que la Iglesia—y el Arzobispo— observen la presencia y la pura bondad de estas personas. A veces, llevados por la frustración, la gente me envía cartas en las que piden que la Arquidiócesis de Atlanta haga más para satisfacer las necesidades de personas discapacitadas, ya sea en las escuelas, en los programas de educación religiosa, o en las parroquias. Las cartas y demás comunicaciones son importantes recordatorios—aún cuando nos puedan regañar porque en nuestras actividades pastorales no prestamos suficiente atención a aquellos que tienen necesidades especiales y también dones especiales.

La Iglesia de St. Jude tiene un programa de educación religiosa para personas discapacitadas. Aunque quizás no pueda abordar todas las situaciones, este programa es un ejemplo maravilloso que trata de responder a las necesidades de aquellos a quienes el mismo Jesús claramente llama el menor de sus hermanos. Les ruego que entren en nuestro sitio de Internet (www.archatl.com) y miren los recursos que hay; vean cómo todos podemos enriquecernos de la presencia y la bondad de los que están enriqueciendo la vida de sus familias de formas diferentes que muchos de nosotros a menudo no reconocemos.