ATLANTA—La Oficina de Protección de Niños y Jóvenes se está preparando para una auditoría del año escolar 2017-2018. Una vez cada tres años, Stonebridge Business Partners, una compañía independiente, realiza una auditoría en persona de todas las diócesis estadounidenses.

“Los auditores estarán aquí la semana del 8 de octubre”, dijo Perla Freed, directora del Programa de Ambiente Seguro de la Arquidiócesis de Atlanta.

Como parte de la auditoría, Stonebridge visitará dos parroquias y dos escuelas y revisará los expedientes y documentos de sus voluntarios. Las escuelas y parroquias que serán visitadas no se anuncian con anticipación.

“Cada año, ellos publican un informe anual basado en todos los resultados de la auditoría a nivel nacional”, dijo Freed.

Los resultados de la auditoría nacional están disponibles en la página de Internet de la arquidiócesis.

“Se han estado publicando por muchos años, más de una década”, añadió.

Durante los dos años en los que no se hacen auditorías en el sitio, las diócesis deben recopilar datos sobre cuántas personas han tomado la capacitación de VIRTUS y el número de chequeos de antecedentes realizados.

Desde enero de 2015, en Atlanta se han completado más de 24.000 verificaciones de antecedentes. Los chequeos de antecedentes incluyen verificaciones del historial criminal y el registro de delincuentes sexuales.

Freed dijo que los números de reclamos de abuso a menores de edad por parte de clérigos ha disminuido significativamente en todo el país después de la creación del estatuto.

Un reclamo es demasiado, dijeron Freed y Sue Stubbs, quien dirige la asistencia a las víctimas, pero ambas conocen también la realidad del asunto y se dan cuenta de que la gente podría no querer escuchar eso.

“Nunca va a dejar de estar ahí”, mencionó Stubbs. “Es parte de la condición humana”.

Ellas creen que la respuesta es trabajar arduamente para prevenir el abuso y ser transparentes.

Desde enero de 2016, más de 30.000 miembros del clero, empleados y voluntarios de la arquidiócesis han asistido a la capacitación de VIRTUS “Protegiendo los Hijos de Dios”.

Durante el último año escolar, más de 40.000 niños y niñas entre kindergarten y 12 º grado recibieron la capacitación del programa de ambiente seguro, VIRTUS “Empoderando a los Hijos de Dios”, apropiada para su edad y basada en la fe. Estas cifras incluyen estudiantes de escuelas arquidiocesanas y menores de edad inscritos en programas de educación religiosa parroquiales. Los niños están preparados para reconocer el abuso y protegerse a sí mismos. Los padres que optan no incluir a sus hijos en el programa reciben una guía para hablar sobre el tema con ellos.

La enseñanza de los niños también tiene que provenir de casa, señaló Freed.

“Eso podría ser su salvación”, sugirió.

Si alguien en casa le ha enseñado a un niño a identificar un contacto que no es apropiado, esa podría ser su única oportunidad para defenderse.

A los niños se les enseña a respetar a los adultos, especialmente a los profesores y sacerdotes, pero aun así, los padres pueden motivar a los jóvenes a que hablen si se sienten incómodos.

“Está bien decirle ‘no’ a un adulto, y tienes que decirme cuando eso suceda”, es el mensaje que Freed sugiere que los padres compartan con sus hijos.