Georgia Bulletin

The Newspaper of the Catholic Archdiocese of Atlanta

Bishop Joel M. Konzen, SM, center, the principal celebrant and homilist for the Mass of Dedication, is joined on the altar by his brother clergy during the Liturgy of the Eucharist. Standing to the bishop’s immediate left is Father Mark Starr, St. Clare of Assisi administrator. Photo By Michael Alexander

Acworth

Iglesia Santa Clara de Asís construida con la ayuda de muchos

By ADRIANNE MURCHISON Especial para el Boletín | Published noviembre 8, 2018  | Available In English

ACWORTH— Recientemente, cientos de alegres feligreses llenaron el nuevo santuario de la Iglesia de Santa Clara de Asís un domingo para celebrar. Con los rayos del sol de la tarde brillando a través de las ventanas, coros e instrumentistas lideraron himnos en inglés y español. Sin embargo, fueron los hermosos silencios los que capturaron la alegría y la emoción de la misa de dedicación del 28 de octubre.
El Obispo Joel M. Konzen, SM, fue el celebrante principal. Su manera cuidadosa de verter el aceite sagrado sobre el altar para la unción y de utilizar el incienso fueron actos reconfortantes para los feligreses. Adicionalmente, los sacristanes desempeñaron la suave labor de limpiar el altar y colocar telas blancas para la celebración de la Eucaristía en su nueva iglesia, como si representaran a todos los presentes.

“Ustedes están creando un lugar donde tanto aquellos que vienen frecuentemente como quienes vienen una sola vez en sus vidas, pueden sentirse como en casa y adorar donde lo necesiten”, dijo el Obispo Konzen a los feligreses.
El Padre Mark Starr es el administrador de la iglesia de Acworth, la cual tiene cerca de 920 familias. El Arzobispo Wilton D. Gregory de Atlanta, lo llamó para dirigir la Misión de Santa Clara de Asís tras haber sido establecida en 2014.
Después de realizar una encuesta parroquial y consultar con el Arzobispo Gregory, el sacerdote anunció el nombre de la iglesia en octubre de ese mismo año.
El nombre fue el homónimo de la abadesa del Monasterio de San Damiano, en las afueras de Asís, Italia. Santa Clara vivió allí durante más de 40 años con las hermanas de la orden que fundó, conocidas como las Clarisas, después de dejar su hogar aristocrático y su familia para seguir a San Francisco. Fue proclamada santa en 1255, dos años después de su muerte.
La espiritualidad de la santa serviría para inspirar a la comunidad.
Durante cuatro años, las misas dominicales de Santa Clara se llevaron a cabo en la Escuela Secundaria de North Cobb en Kennesaw, y luego en la Escuela Intermedia Barber en Acworth. Los servicios de los sábados se realizaron en la iglesia episcopal de Santa Teresa, ubicada en las cercanías.
“Éramos una parroquia ambulante”, dijo el párroco refiriéndose a la celebración de la misa en un entorno escolar. “Tuvimos nuestros desafíos, pero fue emocionante ya que estábamos construyendo la nueva parroquia”.
De hecho, fue un esfuerzo colectivo lo que mantuvo a Santa Clara funcionando sin problemas, agregó el sacerdote. Por ejemplo, los miembros de los Caballeros de Colón organizaban el altar todos los domingos en la escuela, después de recoger el equipo de sonido, los muebles y todo lo que se necesitaba de una unidad de almacenamiento. Después de la misa, ellos recogían de nuevo, cargaban un camión y regresaban a la unidad de almacenamiento.
Una gran cantidad de personas nos tendieron la mano para la construcción de la nueva edificación.
“Muchos feligreses y ministerios se presentaban en grandes números para descargar muebles y sillas”, dijo Larry Leroux, miembro del comité de construcción de la iglesia. “Contábamos con cerca de 1,000 sillas que teníamos que descargar y ubicar. Fue una bendición tener la ayuda de todos.
El feligrés Ben Marnell construyó el altar y el atril, hechos principalmente con madera maciza de nogal con una cruz de madera de cerezo en cada uno.
“Estoy trabajando temporalmente en Alaska, así que el padre me trajo hasta aquí solo para esto”, dijo Marnell, quien recibió una ovación de pie cuando el Padre Starr elogió su artesanía.
“Usted vio que la parroquia estaba aplaudiendo”, dijo el párroco después de la misa.
“Eso me conmovió mucho. Este es nuestro altar. Este es el sacrificio de nuestra parroquia”, añadió.

Un espacio especial
El nuevo edificio de Santa Clara está construido sobre un terreno de 46 acres. Una casa en la propiedad ha servido como la rectoría del Padre Starr. Las cuadrillas de trabajadores iniciaron la construcción de la iglesia de Cedarcrest Road en noviembre pasado y la primera misa en el nuevo edificio fue celebrada en septiembre.
El espacio de 26,000 pies cuadrados optimiza la luz del día con una entrada en el atrio, la nave, una capilla, oficinas parroquiales, salones de clase y una cocina, la cual se terminará próximamente.
El costo del proyecto total fue de casi $6 millones, dijo el Padre Starr. Los planes son construir un santuario entre cinco a 10 años y usar el espacio actual para actividades de usos múltiples. “Eso son entre ocho y $10 millones adicionales”, explicó el sacerdote.
Los feligreses están contentos con su nuevo espacio en Santa Clara. Muchos, como Nicola Zaccagnino asistían a iglesias ubicadas más lejos o de mayor tamaño. Zaccagnino, quien asistió a la misa de dedicación con su esposa, su hijo y sus nietos, se unió a Santa Clara en 2014 y disfruta de la intimidad de su parroquia.
“Me siento un poco perdido en una iglesia muy grande”, dijo. “Asisto a la misa de las 8 a.m. Tiene menos personas y puedo concentrarme mejor”.
El compromiso del Padre Starr ha sido fundamental para conformar la comunidad de Santa. Clara, dijeron los feligreses.
“Conocí al padre hace cuatro años”, dijo Kevin McLeod, gerente de las instalaciones del edificio. “Yo construí su rectoría. Es un sacerdote increíble. Él aporta mucho desde el punto de vista religioso y desde el punto de vista de administrador. (Su dedicación) fue increíblemente conmovedora para mí como cristiano y como un sacristán de la Iglesia”.
El Padre Starr describe la terminación de la construcción de Santa Clara de Asís y la misa de dedicación como el nacimiento de una parroquia.
“Fue muy especial”, dijo, atribuyendo la ayuda de los feligreses a los talentos del Señor.