Photo Georgia Department of Corrections

ATLANTA­—Georgia ha emitido una orden de ejecución para Stacy Humphreys, con fecha de ejecución fijada para el 17 de diciembre en la Prisión de Diagnóstico y Clasificación de Georgia en Jackson. El 10 de diciembre, los obispos de Georgia —el Arzobispo Gregory J. Hartmayer, OFM Conv., de Atlanta; el Obispo Stephen D. Parkes de Savannah y los obispos auxiliares de Atlanta, Joel M. Konzen, SM; Bernard E. Shlesinger III y John Tran— compartieron una carta pública en oposición a la ejecución.

Humphreys fue condenado por los asesinatos de Cyndi Williams y Lori Brown en 2003 en el condado de Cobb.

Los obispos pidieron oraciones por las familias de las víctimas. Instaron a la junta estatal de indultos y libertad condicional, y al fiscal de distrito del condado de Cobb, a considerar el impacto de la supuesta mala conducta del jurado en el juicio de Humphreys, “así como su propio deseo de asumir la responsabilidad por lo que ha hecho”.

El texto de la carta es el siguiente:

“En un año ya marcado por un preocupante aumento en el número de ejecuciones, lamentamos que Georgia planee sumar una más el miércoles 17 de diciembre.

La Iglesia Católica se opone a la pena de muerte en todos los casos, pero nos preocupa especialmente que nuestro estado haya decidido ejecutar a Stacey Humphreys, considerando las dudas sobre las posibles injusticias que pudieron haber viciado su juicio. Además, el Sr. Humphreys ha expresado profundo remordimiento por su crimen, e incluso antes del inicio de este, ofreció declararse culpable y aceptar una sentencia de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

Nosotros, los obispos católicos de Georgia, imploramos a la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Georgia y al Fiscal de Distrito del Condado de Cobb que consideren el impacto de la presunta mala conducta del jurado en el juicio del Sr. Humphreys, así como su propio deseo de asumir la responsabilidad de sus actos. Otra muerte en esta trágica serie de acontecimientos solo perpetúa el ciclo de violencia y no brindará ni justicia ni consuelo a las familias de Cyndi Williams y Lori Brown.

Oramos por ambas mujeres, sus familias y todas las víctimas de crímenes violentos. Las heridas emocionales y psicológicas que este tipo de pérdida provoca no sanan fácilmente. Por ello, debemos trabajar por un sistema legal y una sociedad en la que la sanación, y no la venganza, sea nuestro objetivo. Debemos ser un bálsamo para los heridos, no reaccionar con ira y violencia.

Instamos a todos los responsables de la decisión de llevar a cabo la ejecución del Sr. Humphreys a que prioricen la justicia, la sanación y, en última instancia, la vida misma.”

We urge all those tasked with the decision to carry out Mr. Humphreys’ execution to prioritize fairness, healing and, ultimately, life itself”.