La Iglesia Católica ha podido seguir las noticias de la hospitalización del Papa Francisco y los acontecimientos sucesivos, incluyendo su reciente funeral, a través de fuentes de información que ofrecen actualizaciones sumamente oportunas, de modo que permanecemos enterados cada hora. Una vez que comience el cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco, el próximo ocupante de la Cátedra de Pedro, ciertamente cualquier información que se asemeje a una cobertura minuto a minuto no estará disponible de la misma manera.

Mientras el cónclave está en sesión habrá noticias de todo tipo de los medios, intentando obtener algo de información de cualquier fuente confiable o no. Sin embargo, sabemos que hasta que no veamos salir humo blanco del área de la Capilla Sixtina, no habrá ninguna declaración autorizada sobre quién será el nuevo papa. Mientras tanto, la mayoría de los católicos y muchos fuera de la Iglesia quisieran saber más sobre el proceso de selección de un papa, una actividad que ocurre solo una vez cada una o dos décadas.

Bishop Joel M. Konzen, SM

La mejor descripción del proceso de selección de un papa está disponible a través de Vatican News en www.vaticannews.va/es.html. El proceso se rige por el máximo secretismo, ya que todos los cardenales habilitados para votar -135 menores de 80 años- deben permanecer hospedados en la Casa Santa Marta y tienen prohibido enviar mensajes de todo tipo. Estos cardenales tampoco pueden leer ninguna publicación de los medios de comunicación. En otras palabras, su única tarea es orar y considerar su voto. Los cardenales que tengan 80 años o más pueden participar en las conversaciones que tienen lugar antes del inicio del cónclave. Los electores hacen un juramento prometiendo que aceptarán si son elegidos, y se espera que el elegido ofrezca un nombre casi tan pronto como reciba la noticia. Nuestro propio ex arzobispo, ahora cardenal, Wilton Gregory, es uno de los electores y, presumiblemente, ha tenido que pensar al menos un poco en el nombre que escogerá si es elegido.

El resto de nosotros en el mundo católico quizás estemos participado en especulaciones sobre quién será el nuevo papa o de dónde provendrá. Sin embargo, lo mejor que podemos hacer es orar constantemente para que estos custodios de la misión de nuestra Iglesia estén confiando poderosamente que el Espíritu Santo les indique el camino a seguir. Todos buscamos siempre aprender del papa y apoyarlo, y por lo tanto debemos orar también para acoger desde el principio a este nuevo Pontífice Romano y procurar que sea una parte regular de nuestras oraciones personales, además de su inclusión en las oraciones de nuestras misas a nivel mundial.

Hasta que veamos humo blanco sobre la Capilla Sixtina y el mundo emita una ovación, continuaremos orando por el descanso del alma de nuestro recientemente fallecido Siervo de los Siervos de Dios, el Papa Francisco. La belleza de nuestra tradición católica es que cada uno de los 266 papas en la historia de nuestra Iglesia es recordado por los dones particulares impartidos por su liderazgo espiritual y pastoral. Algo de esa conmemoración y evaluación está ocurriendo ahora en cuanto al Papa Francisco, y la Iglesia espera ansiosamente familiarizarse con las contribuciones que el próximo sucesor de San Pedro traerá a su pontificado.

Dediquemos entonces ahora a pronunciar oraciones de recuerdo solemne al mismo tiempo que cantamos juntos: “Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor”.