Llegando a mi quinto año como vuestro arzobispo, ¡creo que finalmente he ganado mis credenciales de ciudadano oficial de Atlanta! Comencé a preocuparme por las dos pulgadas de nieve que iban a caer. El sábado por la noche y el domingo por la mañana escuché el pronóstico meteorológico con profunda atención y, como muchos de ustedes, me preocupé pensando si este tiempo invernal causaría estragos en nuestros planes del domingo. Para alguien como yo nacido en Chicago dos pulgadas de nieve debería ser quizás una capita de polvo; ¡ni si quiera una cantidad importante! Sin embargo, para mucha gente en nuestra arquidiócesis, fue más que una simple inconveniencia. Tuvimos que cancelar el último de los cuatro Ritos de la Elección en la mañana del domingo puesto que no quería que nuestra gente estuviese en las rutas cuando estaba peligroso para manejar.

Me disculpo si esta cancelación a última hora le produjo inconvenientes a algún catecúmeno, candidato, o ministro parroquial. Sin duda, para mí, fue una desilusión porque disfruto mucho de esta ceremonia que reúne a tanta gente nuestra que se alegra con el don de la fe y el crecimiento de nuestra Iglesia. Las tres ceremonias que pudimos celebrar el sábado estaban colmadas de catecúmenos, candidatos, dirigentes parroquiales, e invitados. Las ceremonias se celebraron en tres parroquias que se ofrecieron generosamente para ello: Transfiguration, Holy Cross y St. Benedict. No me alcanzan las palabras para agradecer a los que planificaron las celebraciones y proporcionaron la maravillosa hospitalidad luego de estas ceremonias. Les pido a los sacerdotes de todas las parroquias que debían asistir el domingo pasado al Rito de la Elección y al Llamado a la Conversión Continua en la parroquia St. Mary Magdalena y que luego se canceló, que reciban a los catecúmenos y a los candidatos en sus parroquias locales durante las misas del próximo domingo. Una vez más me disculpo por no haber podido presidir esa ceremonia en la zona sur de nuestra arquidiócesis, pero sentía que la seguridad de nuestra gente era una razón más que válida para cancelar estas actividades.

Durante el año siempre me encuentro con gente que se acuerda que nos conocimos durante el Rito de la Elección, cuando se estaban preparando para entrar a la Iglesia católica. Ese primer encuentro es importante para ellos y para mí ya que a menudo inicia nuestra relación entre el obispo y un nuevo miembro de esta iglesia regional. Supongo que el próximo año encontraré gente que me hará recordar que supuestamente yo tendría que haber presidido la celebración de su Rito de la Elección en la zona sur de la Arquidiócesis de Atlanta si no fuera que la nieve nos hizo cancelar la ceremonia. Además de volver a disculparme, les responderé: “¡El Sur se volverá a levantar!”

El Rito de la Elección y el Llamado a la Conversión Continua son ceremonias relativamente nuevas para la Iglesia desde que se restauró el Rito de Iniciación Cristiana para Adultos en 1972. Atrae gente de toda la zona regional de la iglesia y el obispo o su delegado selecciona e inscribe al candidato. Se ha convertido en un momento de mucho orgullo y esperanza para muchas diócesis ya que las personas son testigos de la fe maravillosa que posee toda la gente que se unirá a la fe católica durante la Pascua. Les doy la bienvenida a todos los que están dentro de la Arquidiócesis de Atlanta y que en unas pocas semanas nos honrarán a través de los Sacramentos de la Pascua. Espero que el tiempo coopere más con nosotros durante esa feliz celebración.