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ATLANTA—Una reliquia del Beato Carlo Acutis ya tiene un hogar permanente en la Arquidiócesis de Atlanta.  

A finales de septiembre, el Arzobispo Gregory J. Hartmayer, OFM Conv., junto con el Padre Gerardo Ceballos, visitó Roma para la ordenación diaconal transitoria del seminarista Nicholas Le. Como parte del viaje, el Arzobispo Hartmayer visitó la Basílica de San Francisco en Asís, donde solicitó permiso al Obispo Domenico Sorrentino de Asís para visitar el cuerpo del Beato Acutis. 

Al llegar a la Iglesia de Santa María la Mayor, donde se encuentra la tumba del Beato Acutis, el arzobispo se arrodilló y rezó una oración.  

«Orar en ese lugar tan especial fue una experiencia muy santa», dijo el Arzobispo Hartmayer.  

Con una simple petición al obispo local, el arzobispo recibió la reliquia del milenial en camino a la santidad. Es una reliquia de primera clase, un trozo de la piel del Beato Acutis.  

«Me sentí honrado de recibir una reliquia de primera clase», dijo el Arzobispo Hartmayer. «Es un obsequio precioso del Obispo de Asís».  

La reliquia quizás sea colocada en la catedral Chist the King en Atlanta. 

Acutis nació en 1991 en Londres. Poco después de nacer, su familia se mudó a Milán, Italia. De joven, le encantaba rezar el rosario y disfrutaba yendo a misa cada vez que podía. Con frecuencia, pedía a sus padres que lo llevaran a lugares relacionados con los santos y los milagros eucarísticos. El joven era conocido por defender a los estudiantes de su escuela del acoso escolar, especialmente a aquellos con discapacidades. Interesado en la programación informática, creó un catálogo en línea para promover los milagros eucarísticos.  

En su adolescencia, Acutis fue diagnosticado con leucemia. Falleció en 2006 a los 15 años, y fue enterrado en Asís a petición propia debido a su amor por San Francisco. Su causa de canonización comenzó en 2013. Fue declarado venerable en 2018 y beatificado en 2020. Se necesita un milagro más para que sea canonizado.  

El Arzobispo Hartmayer afirmó que la estrecha unión de Carlo Acutis con Dios puede ser emulada por todos mediante cinco prácticas sencillas y constantes: «la recepción frecuente de la Eucaristía; la adoración eucarística; la guía de un director espiritual y la confesión regular; la entrega a la Santísima Madre; y la inspiración a través de los santos y las obras de caridad».    

La veneración de reliquias se remonta a los inicios de la Iglesia Católica. Los relatos históricos cuentan que los fieles visitaban los lugares de sepultura de santos y mártires, donde ocurrieron milagros. Las reliquias se exhiben de forma especial y están disponibles para su veneración en lugares fijos o como una presentación itinerante.  

«Fragmentos de hueso, cabello o piel de un beato o santo permiten a los fieles sentir la cercanía a una persona que ha sido declarada por la Iglesia como persona que ha vivido una vida santa y ha acercado a otros a Cristo por su fidelidad a los valores del Evangelio», indicó Mons. Hartmayer.