Georgia Bulletin

The Newspaper of the Catholic Archdiocese of Atlanta

After giving some closing remarks during the June 16 rite of ordination to the priesthood for the final time as vocations director, Father Tim Hepburn, far right, walks away from the lectern to a rousing ovation from his brother priests and members of the congregation. Father Hepburn, vocations director since 2011, became the pastor of St. Michael Church, Gainesville, July 2. Photo By Michael Alexander

Smyrna

Ex director se despide de su cargo a medida que el nuevo director de vocaciones ocupa su posición para servir a la arquidiócesis

By ANDREW NELSON, Staff writer | Published julio 5, 2018  | Available In English

ATLANTA—En un momento en el que la comunidad católica de Atlanta está creciendo y reflejando la Iglesia global con feligreses orando en sus lenguas nativas y celebrando sus fiestas culturales, el Arzobispo Wilton D. Gregory nombra a un sacerdote inmigrante para acompañar a los hombres que disciernen su vocación.
El Padre Tri Nguyen, quien es nativo de Vietnam, será el que ocupe la posición de director de la Oficina de Vocaciones de la arquidiócesis. Anteriormente el sacerdote había servido como director asociado de seminaristas, además de ser vicario parroquial en la iglesia de St. Brigid, en Johns Creek. Nguyen tomó posesión del cargo de director a partir del 2 de julio.
La Oficina de Vocaciones supervisa la aceptación y educación de los hombres que desean servir como sacerdotes en la Arquidiócesis de Atlanta. Actualmente, 53 seminaristas asisten a cuatro grandes seminarios y a un colegio de seminaristas. Trece de ellos son de otros países.

Agradecimiento y bendiciones del ex director

El Padre Timothy Hepburn, ex director, fue nombrado párroco de la iglesia de St. Michael en Gainesville, también a partir del 2 de julio. En un almuerzo de despedida el 25 de junio en la Cancillería arquidiocesana, el Padre Hepburn agradeció al personal por su amistad y apoyo, reconociendo especialmente a Sally Scardasis y Pilar Castañeda, personal administrativo de vocaciones, por su labor para mantener el departamento y cumplir con sus propias vocaciones.
“Lo que hacen se describe mejor como servicio. Ellas sirven más allá de lo que se les pide hacer”, dijo. “Quiero agradecerles por todos sus años de servicio”.
Oriundo de Atlanta, el Padre Hepburn se ordenó en 1993 y después de su graduación obtuvo una licenciatura en teología sagrada del Seminario Mayor del Sagrado Corazón en Detroit, Michigan. Se ha desempeñado como párroco, capellán en la escuela secundaria Blessed Trinity en Roswell, y en la Universidad de Emory, el Agnes Scott College y Georgia Tech. El Padre Hepburn, orador y músico conocido, comenzó a servir como director de la Oficina de Vocaciones en 2011.
En el almuerzo, el sacerdote elogió a los más de 75 asistentes, quienes sirven a la comunidad católica desde las oficinas de la arquidiócesis en Smyrna.
“La bendición más grande de ser director de la Oficina de Vocaciones de la arquidiócesis es ver la forma maravillosa en la que el Señor manifiesta las vocaciones en la Iglesia. Si no lo han escuchado de mí anteriormente, todos ustedes tienen una vocación”, dijo. “Es muy fácil que trabajando en la Cancillería tendamos a caer en lo secular, lo administrativo, lo institucional, cuando realmente la mayoría de nosotros sabe que el motor de todo esto es Jesucristo. Él es la verdadera vocación, la vocación principal de todos nosotros. Compartir eso con todos ustedes ha sido una gran bendición”.
Servir en esta posición ofrece “un asiento en primera fila para ver cómo se desarrolla la gracia de Dios en la vida de los jóvenes (y de algunos no tan jóvenes). Gran parte, realmente todo, debemos atribuírselo a la obra del Espíritu Santo y no a los programas que producimos”, señaló en un correo electrónico.
El Padre Hepburn dijo que la comunidad católica está creciendo en número de creyentes y de seminaristas.
“Y también debemos estar agradecidos de que, actualmente, no tenemos un solo párroco sirviendo a tres o cuatro parroquias, una realidad muy común en algunas áreas de los Estados Unidos”, escribió.
Pero el crecimiento parece provenir de la inmigración y la migración, no de la renovación de las parroquias, mencionó.
“Si nuestras parroquias se convierten en misioneras, sé que muchos hombres y mujeres jóvenes se sentirán atraídos a todo tipo de vida consagrada, y por las razones correctas”, agregó el sacerdote.

Un cuidado especial por la gente joven

Father Tri Nguyen, the former parochial vicar at Saint Brigid Church, Johns Creek, is the new vocations director for the Archdiocese of Atlanta. Photo By Michael Alexander

Al designar al Padre Nguyen como nuevo director de vocaciones, el arzobispo elogió su papel en el ministerio de jóvenes.
El Padre Nguyen “ha demostrado siempre un amor especial por la formación de los jóvenes y por ayudarlos en su discernimiento vocacional”, mencionó el Arzobispo Gregory en su anuncio.
Antes de su ordenación, el Padre Nguyen enseñó y aconsejó a los jóvenes en diferentes escuelas del área de Atlanta, incluyendo St. Joseph School, en Marietta; Atlanta Technical College, en Atlanta; y Georgia Perimeter College, en Dunwoody. Tiene una maestría de Georgia State University en la enseñanza del inglés como segundo idioma.
Nativo de Vietnam, el sacerdote vivió en Stockbridge y asistió a la iglesia de Our Lady of Vietnam, en Riverdale, antes de asistir al Seminario de St. Vincent en Latrobe, Pennsylvania. Ordenado en 2012, también sirvió en la iglesia de St. Peter Chanel, en Roswell.
Durante su ordenación, el padre dijo que esperaba reflejar las vidas de los hombres y mujeres que compartieron su fe con él. Su enfoque, dijo, era compartir el amor de Dios en su ministerio, añadiendo que las hermanas y los sacerdotes franciscanos en su parroquia de infancia en Vietnam fueron una inspiración temprana. Después de llegar a los Estados Unidos en 1993, fue uno de los líderes del Movimiento Eucarístico Juvenil, una organización internacional para jóvenes y adultos jóvenes activos en la comunidad vietnamita.
El ministerio en las parroquias le ha ayudado a entender la fe de la comunidad católica, además de sus “expectativas de la Iglesia y los sacerdotes”, mencionó. “Todo esto conforma la realidad del pueblo de nuestra Iglesia local, y ser consciente de ello me ayuda a tomar las decisiones apropiadas para reclutar y orientar a los futuros sacerdotes de la arquidiócesis”, escribió en un correo electrónico. El sacerdote admitió que está ansioso de trabajar con los hombres y ayudarlos, pero también de tener la oportunidad de recorrer la arquidiócesis y visitar las parroquias para conocer mejor sus necesidades y el servicio que pueden proporcionar los seminaristas.
Para los hombres que están considerando el sacerdocio, el padre escribió, “Mi consejo para los hombres en formación es que estén abiertos a la presencia de Dios en su vida diaria. Ustedes están donde están y Dios no cesa de comunicarles su amor. Con una vida de oración profunda es más fácil reconocer y escuchar su mensaje: a través del estudio, a través de las personas, a través de las experiencias de la vida diaria”.
En su nota de despedida a la comunidad parroquial de St. Brigid el sacerdote expresó cuán agradecido estaba de haber servido allí durante los últimos cuatro años — “Aunque tenemos roles diferentes, es su fe la que fortalece mi fe y sus vocaciones las que profundizan mi vocación sacerdotal. Este recorrido junto a ustedes durante los últimos cuatro años ha estado lleno de fe y de alegría”.