Aquellos que son padres de adolescentes o de jóvenes adultos están bastante acostumbrados a escuchar palabras y frases nuevas en sus vidas. Las palabras son a menudo una fusión de términos y frases muy conocidas que aparecen en nuevas combinaciones para indicar algo que es novedoso y que tiene un significado nuevo y diferente.

Este mes de julio disfruté de mi tiempo libre haciendo lo que en inglés llaman staycation, término que implica que ‘me quedé en casa durante las vacaciones’. He llegado a disfrutar muchísimo de Atlanta, así también mis amigos de Chicago, de Belleville, e incluso de Roma. Me quedé en casa y me dediqué a llevar de paseo a algunos de mis queridos amigos que vinieron a visitarme y a disfrutar de la hermosa comunidad de Atlanta. Ellos también me entretuvieron a mí. Me gusta que mis viejos amigos conozcan a mi nueva familia de fe, y creo que el sentimiento es mutuo. Fuimos al Acuario, visitamos Stone Mountain, estuvimos en un partido de béisbol, jugamos un poco de golf y en general disfrutamos de los diferentes placeres de nuestra ciudad. Fue una manera maravillosa de pasar mi tiempo sin trabajar con mis amigos, viejos y nuevos.

Estoy muy contento de haberme quedado en casa este año porque recibí una llamada telefónica muy importante de la residencia del nuncio papal en Washington, D.C. La llamada llegó en la segunda semana de mi staycation durante un partido de golf que estaba demorado por la lluvia. En esa llamada telefónica me trasmitieron la buena noticia de que el Papa Benedicto XVI había designado a Luis Rafael Zaruma segundo Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Atlanta. Desde la cancha de golf, empapada por la lluvia, yo mismo logré llamar a Mons. Zaruma para contarle sobre este magnífico nombramiento. Mons. Zaruma se quedó helado; ¡no lo podía creer!

He tenido la honra de haber conocido a los dos Obispos Auxiliares de esta Iglesia regional. Como todos ustedes saben, el Cardenal Bernardin, que me ordenó a mí como su Obispo Auxiliar, había ocupado ese mismo puesto para el Arzobispo Paul Hallinan desde 1966 hasta la muerte del Arzobispo en 1968. Recuerdo con gran afecto todas las ocasiones en que el Cardinal Bernardin comentaba sobre la admiración y la gratitud que sentía por la sabiduría y orientación pastoral que había recibido de nuestro primer Arzobispo. Ahora yo tendré la gran fortuna de ordenar al segundo Obispo Auxiliar de Atlanta. Espero poder asistirlo a medida que va conociendo sus nuevas responsabilidades y poder guiarlo mientras aprende a ejecutar las funciones del Oficio Episcopal dentro de la Iglesia.

Un nuevo término ha sido re-introducido en el vocabulario de la Arquidiócesis de Atlanta: Obispo Auxiliar, una combinación de dos términos muy conocidos que indican el servicio y el oficio de aquél que ha sido elegido para asistir al Arzobispo con su trabajo en servicio de esta Iglesia regional que está creciendo rápidamente.

Recuerdo con mucho cariño las lecciones de orientación pastoral y el ejemplo extraordinario que aprendí del Cardenal Bernardin, quien a su vez aprendió del Arzobispo Hallinan. Ruego para que pueda cumplir con mis nuevas responsabilidades con el mismo amor y gentileza de espíritu que el Cardenal Joseph Bernardin me mostró. Sé que Luis Rafael Zaruma es un candidato estupendo; representa el gran fervor pastoral de los sacerdotes de esta Arquidiócesis. No dudo de que ustedes llegarán a acostumbrarse al significado de este término relativamente nuevo, Obispo Auxiliar; un frase que se convertirá en una bendición para todos nosotros. Lo felicito al Obispo electo Zaruma en esta preparación para convertirse en nuestro Obispo Auxiliar. Les ruego que lo recuerden en sus oraciones para que esta nueva relación que él inicia con ustedes sea una gracia para él y para todos nosotros.