Georgia Bulletin

The Newspaper of the Catholic Archdiocese of Atlanta

Jose DeJesus Elias Cabrera, Nelly Perez-Rafael and Edgar Vera-Garcia were three of the six victims who lost their lives after a liquid nitrogen leak at the Foundation Food Group poultry plant in Gainesville. All three were laid to rest over three consecutive days, Feb. 3-5, at St. John Paul II Mission.

Gainesville

Comunidad católica de Gainesville lamenta víctimas de fuga de nitrógeno

By ANDREW NELSON | Published febrero 25, 2021  | Available In English

GAINESVILLE—Familiares y amigos asistieron a varias misas fúnebres para presentar sus últimos respetos a los trabajadores que murieron en una planta avícola.

Tres de las seis víctimas de la fuga química fatal que ocurrió el 28 de enero en la planta avícola Foundation Food Group pertenecían a la Misión San Juna Pablo II y una cuarta asistía a la Iglesia Príncipe de Paz en Flowery Branch.

La gente lamentó la pérdida de vidas en la parroquia y la misión de esta ciudad del norte de Georgia y se erigieron santuarios improvisados ​​con velas con la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe. A su vez, los ministerios benéficos se prepararon para ayudar a las familias. Muchas de las víctimas del accidente laboral tenían niños pequeños.

Una hora santa de oración programada en la iglesia de San Miguel el día después de las muertes atrajo a cientos de personas en duelo. Varias de las víctimas habían pertenecido a la parroquia de 1.000 familias durante años antes de unirse a la comunidad de fe de la misión, a unas cinco millas de distancia.

El servicio de oración del viernes 29 de enero incluyó una custodia de oro con la Eucaristía la cual se colocó en el altar. Un seminarista que está aprendiendo sobre la vida parroquial planeó el servicio. La velada de reflexión y música tenía como objetivo recordar a las víctimas de COVID-19. Sin embargo, los nombres de los trabajadores de la planta se agregaron y colocaron en la cruz ubicada al pie del altar.

Las personas escribieron mensajes en línea recordando a los fallecidos. Un amigo escribió sobre Edgar Uriel Vera-García, “Tu sonrisa y tu risa vivirán en tus hijos, y te recordaremos por el alma considerada, divertida y caritativa que fuiste”.

Sobre Nelly Gisel Pérez Rafael se dijo que tenía “la personalidad y la sonrisa más agradables y dulces que una jovencita podría tener. Muchos te extrañaremos y estarás en nuestros corazones para siempre”.

De José DeJesús Elías Cabrera, la mayor de las víctimas de tan solo 46 años, un amigo compartió, “a su familia le mando un fuerte abrazo y oro para que Dios acompañe su alma en su nuevo viaje”.

La bondad según la tradición cristiana
Las misas de fin de semana volvieron a unir a la gente. Los asistentes, llevando cubrebocas, hicieron preguntas y se ofrecieron a ayudar.

Los fieles escucharon un mensaje de consuelo del Arzobispo de Atlanta Gregory J. Hartmayer, OFM Conv., “Quiero que sepan que los llevamos en nuestras oraciones. Sentimos mucho sus pérdidas. Oro para que la paz de Cristo los acompañe durante los próximos días. Sabemos que su trabajo es difícil y, a menudo, pasa desapercibido. No se les olvide, que ocupan un lugar especial en mi corazón y que apreciamos su profunda fe y su arduo trabajo”.

El Diácono Ken Lampert, gerente de la iglesia de San Miguel, dijo entre lágrimas que muchas personas se ofrecieron a ayudar a las familias.

“Eso me conmueve”, dijo …La bondad en el sentido de la verdadera tradición cristiana de que ‘tú eres mi hermano y mi hermana’”.

El Diácono Lampert mencionó que los primeros días las personas estaban confundidas y temerosas. La gente llamaba a la parroquia llorando y ansiosa por la tragedia, los rumores se extendieron rápidamente mientras la gente compartía los nombres equivocados de las víctimas.

Sus seres queridos están teniendo dificultades con estas muertes inesperadas porque las víctimas eran jóvenes, indicó el Diácono Lampert. La gran cantidad de fábricas avícolas atrae a la gente a la ciudad, pero es un trabajo duro en condiciones difíciles, señaló. Gainesville ha sido catalogada como la capital avícola del mundo.

 “No hay ancianos trabajando allí. Todo el mundo tiene entre 20 y 40 años. Es una ocupación peligrosa. Nadie esperaba esto”, comentó.

La Comisión de Investigación de Riesgos y Seguridad Química de EE. UU. está examinando qué causó la cadena fatal de eventos. Los expertos están investigando una fuga en el sistema de nitrógeno líquido de la planta. El nitrógeno líquido se utiliza para congelar rápidamente los pollos.

El ministerio parroquial de San Vicente de Paúl tiene planes para distribuir ayuda a las familias, dijo el diácono.

Todas las víctimas vinieron a Georgia desde México para progresar. Al menos dos serán enterradas en su país natal.

Los miembros de la Misión San Juan Pablo II son:

Edgar Uriel Vera-García, de 28 años, quien fue criado por su abuela después de que su madre muriera cuando él era joven. Deja atrás a su esposa y tres hijos.

Nelly Gisel Pérez Rafael, de 28 años, quien deja atrás a una hija y tenía dos hermanos y una hermana en Georgia. Sus padres viven en México.

José DeJesús Elías Cabrera, de 46 años, quien deja una hermana en México y muchos amigos cercanos y otros familiares en el área.

Víctor Vellez, de 38 años, quien asistía a la Iglesia Príncipe de Paz, en Flowery Branch, y estaba criando a dos niños con su esposa. También le sobreviven sus padres.

Las otras víctimas son Corey Alan Murphy, de 35 años, quien nació en Kentucky. Un padre devoto que además fue veterano del ejército de los Estados Unidos y sirvió en Irak y Afganistán, y Saulo Suárez-Bernal, de 41 años, quien deja atrás a muchos familiares.

El Padre Mark Starr, administrador de San Juan Pablo II, dijo que la misión está iniciando una red de grupos de apoyo para todas las familias afectadas por la tragedia, incluyendo aquellas que podrían haber perdido el empleo debido al accidente.

“A pesar de que estos son tiempos difíciles para la misión, somos una gran familia que trata de extender la mano del Señor a través de todos nuestros ministerios”, dijo el sacerdote.