Georgia Bulletin

The Newspaper of the Catholic Archdiocese of Atlanta

Standing on the altar at the Cathedral of Christ the King, Atlanta, for his first Chrism Mass as the archbishop of Atlanta, Archbishop Gregory J. Hartmayer, OFM Conv., second from left, conducts a blessing over the oil of the sick. Seminarian Avery Daniel is holding the Roman Pontifical as deacon of the altar Rev. Mr. Robbie Cotta, second from right, and master of ceremonies Father Gerardo Ceballos-Gonzalez look on. Photo By Michael Alexander

Atlanta

Arzobispo Hartmayer celebra trasmisión en vivo de Misa Crismal

By ANDREW NELSON | Published agosto 25, 2020  | Available In English

ATLANTA–El Arzobispo Gregory J. Hartmayer, OFM Conv., utilizó la homilía de su primera Misa Crismal para pedir por la unidad entre los sacerdotes de Atlanta con “una misión de formación, afirmación y reconciliación”. 

“El Señor nos está llamando a ser una sola familia, no una casa dividida. Somos diversos en nuestras perspectivas, antecedentes étnicos, idiomas, edades, experiencias de vida y espiritualidad ”, dijo el Arzobispo Hartmayer en su homilía del 17 de agosto en la Catedral de Cristo Rey.

Urgió a los sacerdotes “a invocar al Señor con todos nuestros corazones, a extender nuestros espíritus, para que podamos continuar ofreciendo un liderazgo de fe a nuestro pueblo”.

La Misa Crismal anual es la ocasión en la que los sacerdotes de la arquidiócesis se reúnen y renuevan su compromiso de servir. El evento se celebra generalmente durante la Semana Santa, justo antes de la Pascua; pero debido a la pandemia, este año fue retrasado. A este asistieron unos 20 sacerdotes, la mayoría con tapabocas y sentados a cierta distancia entre sí. La misa de la tarde fue trasmitida en vivo para que los sacerdotes y otras personas pudieran participar de forma remota desde “sus hogares, la Iglesia Doméstica”, señaló el arzobispo.

La misa también rindió homenaje a cuatro sacerdotes que celebraban los 25 años de su ordenación. Los agasajados de 2020 fueron Mons. Frank McNamee, rector de la catedral; el Padre Paul Williams, párroco de la iglesia San José en Dalton; Mons. Joe Corbett, párroco de la iglesia San Judas Apóstol en Sandy Springs; y el Padre Larry Niese, párroco de la iglesia San Miguel Arcángel en Woodstock.

Los monaguillos condujeron grandes urnas de plata por el largo pasillo para ser bendecidas. Durante la misa, el Arzobispo Hartmayer oró sobre los tres aceites que se utilizarán en los sacramentos el próximo año. El aceite de los enfermos es utilizado durante la unción de los enfermos, el aceite de los catecúmenos en los bautismos y el crisma sagrado en los sacramentos del bautismo, la confirmación y las ordenaciones.

En su homilía, el arzobispo también recordó a los fieles cómo el enfoque de la celebración estaría sobre los sacerdotes, aunque todos los creyentes “son un pueblo sacerdotal”.

Esta misa es una oportunidad “para renovar nuestro compromiso de seguir a Cristo y servir fielmente a su pueblo”, indicó.

Sin el servicio del sacerdote, no habrían sacramentos disponibles, añadió. El arzobispo dijo que la predicación de un sacerdote y la vida sacerdotal son lo que hace que los sacramentos sean creíbles y significativos. Su ministerio dará forma a la próxima generación de diáconos y sacerdotes de la Iglesia, señaló.

“Utilicemos nuestra creatividad y valor para proclamar buenas nuevas que hablen de la verdadera libertad, que ofrezcan un vistazo y una perspectiva, que proclamen lo que Dios ha hecho por nosotros”, dijo el Arzobispo Hartmayer.

Citando de “El camino no elegido” del poeta estadounidense Robert Frost, honró a los sacerdotes que celebraban sus aniversarios de plata y animó a los sacerdotes a cultivar vocaciones inspirando a otros a elegir el camino menos transitado.

“Es con gran entusiasmo y alegría que espero los años venideros. Oro para que, como fraternidad de sacerdotes, nos acerquemos más y celebremos el don de la fe que compartimos”.