Georgia Bulletin

The Newspaper of the Catholic Archdiocese of Atlanta

Photo by Thomas Spink
Hispanic dancers whirl in vibrant costumes, dancing to the Virgin of Guadalupe as the Saturday morning procession begins for the 2018 Eucharistic Congress. This group was one of several dance troupes from churches around the archdiocese.

College Park

Los oradores de la Sesión en Español proclaman el poder del amor, la santidad y la fe

By DANIELA MORENO, Especial para el boletín | Published junio 7, 2018  | Available In English

Karen Silva, right, and her younger sister, Emilia, were some of the vocalists for the group from St. John Neumann Church, Lilburn, providing music in the Spanish track. Photo By Michael Alexander

COLLEGE PARKLas lluvias y tormentas eléctricas que han estado atemorizando a los residentes del área metropolitana de Atlanta por varios días, no lo hicieron hoy. El sábado, 2 de junio en College Park fue una mañana hermosa en la que miles de católicos se reunieron en el Georgia International Convention Center para celebrar el Congreso Eucarístico 2018.
Una vez más, el evento comenzó con una procesión llena de entusiasmo donde los participantes cantaron, bailaron y adoraron con devoción.
Dos señoras de la Misión de San Felipe de Jesús en Forest Park, vestidas con coloridos trajes tradicionales comentaban entre ellas, “Este es mi sexto año bailando para la Virgen de Guadalupe”, dijo Judith Zamora, agregando, “Esta es una promesa que le hice a Nuestra Señora cuando le pedí que curara a mi hija y ella escuchó mis oraciones”.
La Virgen de Guadalupe apareció por primera vez en 1531. Yadira, la amiga de Zamora, empezó a hablar sobre los orígenes de esta danza tradicional. Ambas mujeres son de Durango, en el noroeste de México. Yadira explicó que cuando los misioneros cristianos comenzaron a evangelizar a los pueblos indígenas, la única manera en que ellos podían comunicarse era a través de su danza, así que empezaron a bailar para la Virgen y todavía lo hacen. Grupos de danza de varias iglesias participaron en la procesión de apertura.
Después de la procesión, y de la adoración y bendición del Santísimo Sacramento, los miles de asientes al congreso se dispersaron hacia las diversas salas donde los oradores llenarían las expectativas de personas de diferentes edades e idiomas.
Jairo Martínez, director de la Oficina Arquidiocesana de la Diversidad Intercultural y Étnica, dio la bienvenida a los asientes de la Sesión en Español e introdujo la maestra de ceremonias Marcela Galindo, quien es voluntaria en “Nuestra Fe”, un programa de radio católico en español afiliado con la arquidiócesis y con el movimiento apostólico en español, Cursillo. Ella dio la bienvenida al primer orador del día, el Obispo Bernard E. Shlesinger III, obispo auxiliar de Atlanta.  

“Permitamos que Jesús pueda entrar”

El Obispo Shlesinger, de 57 años, creció en Virginia y se graduó con una licenciatura en ingeniería agrícola de Virginia Tech. Después de asistir a la universidad, fue comisionado como oficial de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y se convirtió en piloto. Se retiró del servicio activo en 1990, cuando empezó sus estudios para el sacerdocio en la Diócesis de Raleigh, North Carolina. Más adelante obtuvo una licenciatura en teología sagrada en Roma, Italia. Ha sido sacerdote durante 22 años. Mientras sirvió como párroco en North Carolina, trabajó para mejorar su español. Fue párroco de la Iglesia Católica Our Lady of Guadalupe en Newton Grove y administrador de la iglesia María, Reina de las Américas en Mount Olive y de otras dos misiones. El 15 de mayo de 2017, el Papa Francisco lo nombró obispo auxiliar de Atlanta.
El obispo comenzó hablando del problema mecánico que retrasó el inicio de la Sesión en Español, cuando los paneles divisorios de las salas en el centro de convenciones no cerraban correctamente.
“Entiendo que tuvimos algunos problemas con la pared, pero asegurémonos de que hoy no haya muros en nuestros corazones para que Jesús pueda entrar”, dijo con un dulce acento, y la audiencia aplaudió profusamente.
Continuó hablando de la fiesta del cuatro de julio que se aproxima y por qué se celebra el día de la independencia en los Estados Unidos. Explicó que los estadounidenses querían su libertad e independencia de la monarquía británica porque no querían ser gobernados por un rey. Al principio la audiencia no sabía exactamente hacia dónde se dirigía el obispo, pero inmediatamente dijo haciendo la conexión, “Sin embargo, todos tenemos un Rey Celestial y debemos entender que dependemos de él”. “No queremos ser independientes espiritualmente. Nuestra dependencia en Jesucristo es real y tenemos que confiar en él. ¿En quién confiamos más, en nosotros mismos o en Jesús que es nuestro pastor?”
Les aseguró que cualquiera que fuera su misión en la vida, debían confiar en Jesús; y creer que el Señor puede hacer milagros a través de ellos, pero que si no pedían fortaleza, valor y el consejo de Dios, no serían capaces de lograr mucho.
Para finalizar, le pidió a la multitud que se uniera a él rezando el Padre Nuestro en español.
Un intermedio musical destacó la participación de un nuevo ministerio musical para la Sesión en Español. Este ministerio fue creado este año después de enviar una invitación a todas las parroquias y sus músicos para participar. El grupo, dirigido por Julián Romero, se preparó musical y espiritualmente para participar en este congreso. Poco después de haber comenzado a tocar, la gente empezó a bailar y a cantar con tanto entusiasmo que cualquiera hubiera pensado que esta era la primera vez que participaban en este evento. ¿Qué pudo haberlos hecho sentir de tal manera? Solo el amor de Dios puede explicarlo.

Orando contra los demonios

Members of the “Guadalupanos cominando en la fe” (Guadalupanos walking in faith) community from St. John the Evangelist Church break for lunch in the shade outside the Georgia International Convention Center. They were joined by other faith communities within the Hapeville parish. Photo By Michael Alexander

El segundo ponente, Jesse Romero, posee una licenciatura en humanidades del Colegio de Mount St. Mary en Los Ángeles y una maestría en teología católica de la Universidad Franciscana de Steubenville, Ohio. Romero dedica su tiempo a enseñar, dar presentaciones, escribir, dar clases de Biblia y liderar conferencias, misiones y retiros sobre asuntos relacionados con la fe católica. Él y su esposa, Anita, son padres de tres hijos.
Jesse comenzó su charla diciendo que se enamoró de Jesús cuando era policía. Después de algún tiempo trabajando en las calles, descubrió que la única manera de resolver los problemas de la sociedad es a través de Jesucristo.
“Quiero que salgan de este lugar con más fe; esa es mi misión hoy”, dijo.
Mencionó que un problema que la Iglesia desconoce es cómo las personas toman parte en prácticas ocultas y se dejan influenciar por el mal, a menudo sin darse cuenta del peligro espiritual que corren.
“Los católicos, especialmente los latinos, que no saben lo que es la fe, tienden a buscar otras fuentes para llenar sus almas vacías. Es entonces cuando comienzan a visitar a personas que leen las palmas de las manos, son brujas, hacen conjuros y a otros, pagando incluso grandes sumas de dinero”, dijo Romero. “No se dan cuenta de que esos lugares están llenos de espíritus negativos. Cuando parten de allí, están contaminados y contaminan a otros a su alrededor. Este es un gran problema dentro de la Iglesia Católica y a las personas no les gusta hablar de esto”.
Dio ejemplos concretos de cómo el mal puede destruir la vida de las personas, pero también cómo el Santísimo Sacramento es capaz de sanar y curar las almas perturbadas cuando hay un remordimiento auténtico. Diez años atrás, Jesse le preguntó a un sacerdote católico que realizaba exorcismos si había una oración que pudiera proteger a las personas de influencias demoníacas. El consejo del sacerdote fue rezar dos oraciones diarias, la oración a San Miguel Arcángel y el Salmo 91.

Seis frases de amor

Cuando Galindo anunció al siguiente orador, pareció como si estuviera presentando una gran celebridad, y para los mexicanos el Padre Ángel Espinosa de los Monteros realmente lo es.
El sacerdote nació en Puebla, México, en 1966. Realizó sus estudios de filosofía en la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma y sus estudios de teología en el Ateneo Regina Apostolorum, donde obtuvo una licenciatura en teología moral, con especialización en bioética. Posee una maestría en humanidades clásicas del Instituto de Estudios Humanísticos de Salamanca, España. Ha dado conferencias sobre el matrimonio y los valores familiares en México, Colombia, Chile, Italia, Francia y los Estados Unidos. Publicó el libro, “El anillo es para siempre”, el cual ha sido traducido a varios idiomas. Sus charlas han tenido amplia difusión a través de su colección de CDs. También ha dado conferencias sobre el matrimonio, los valores familiares y la espiritualidad en Europa y América. Actualmente trabaja en Roma como consultor familiar y en la formación religiosa de adultos.
El Padre Espinosa de los Monteros comenzó diciendo, “No estoy aquí para enseñarles nada sino para reflexionar sobre algunas cosas, para que todos podamos auto-examinar nuestra conciencia”. “¿Conocen el dicho ‘es hablando que la gente se entiende’? Bueno, creo que debería decir ‘es amando que la gente se entiende’”.
Su presentación se enfocó en las parejas casadas, e hizo que el público se riera a lo largo de su charla. Enfatizó la importancia de ceder terreno en una relación e intentó definir el amor con seis frases.

La primera fue “El amor es una locura, a menos que ames como un loco”. Dijo con una sonrisa, “Si no amas como un loco, entonces el amor puede ser realmente caótico”, y dio algunos ejemplos que hicieron reír histéricamente a la multitud.

La segunda fue “El amor es amarse a uno mismo”. De nuevo, con una sonrisa dijo, “No hagas nada hoy que en el futuro pudiera estar en contra de tu felicidad, de tu salud”.

La tercera fue “Estar enamorado no significa que amas”.

“Estar enamorado es solo una etapa que dura un año y medio”, dijo el Padre Espinosa. “Si una pareja me pide que la case, siempre les pregunto por cuánto tiempo han estado saliendo. Si es menos de un año y medio, generalmente les digo que no los caso porque todavía están en la etapa del ‘enamoramiento’. Una pareja casada que persevera durante 50 años, no está enamorada. Eso es amor”.

La cuarta fue “El amor no siempre es un sentimiento”. “Nunca te vayas a la cama sin decirle a tu pareja que la amas, incluso si no quieres decirlo. Haz de esto un ritual”, señaló el sacerdote.

La quinta fue “El amor es superarlo todo”. Imitando una conversación, dijo, “Pero padre, ¿qué quiere decir con ‘todo’? Me refiero a todo. … Si su esposa lo engañó con otro hombre, usted tiene que perdonarla y superar la situación. … Si su esposo la engañó con otra mujer, entonces tiene que perdonarlo y superar la situación”.

La sexta fue “El amor es una conquista constante”. “Nadie conquista nada para siempre. Ustedes necesitan conquistar constantemente, todos los días de su vida. No den por sentado lo que ya han conseguido. Es necesario seguir cuidando de su cónyuge si quieren mantener la llama encendida. Cuando partan hoy, quiero que miren a su cónyuge a los ojos y le digan que lo aman o la aman profundamente. Esa es su tarea de hoy”, dijo.
Terminó su charla preguntando, “¿Sabían que cuando se ama también se sufre? Sí, esos sueños que ustedes tenía cuando eran adolescente pudieran no convertirse en realidad, puede que amen a su cónyuge más de lo que él o ella los ama a ustedes y eso duele, pero eso es también amor”.

“Actúen como Cristo, vivan como Cristo”

Father Pedro Núñez, the final speaker in the Spanish track at the congress, is a well-known preacher in the Catholic Spanish-speaking world. His passionate talk on the love of God and the gift of the Eucharist brought fervent “amens” from the crowded hall. Photo by Thomas Spink

Después de esta charla, el Obispo Joel M. Konzen, SM, trajo el Santísimo Sacramento a la Sesión en Español para proporcionar un tiempo de adoración y bendición. El obispo recientemente ordenado también le dijo a la gente que pronto comenzaría a visitar las parroquias y misiones para llegar a conocerlos mejor.
El último orador, el Padre Pedro Núñez, de la Arquidiócesis de New Orleans, es uno de los predicadores católicos de mayor renombre en el mundo de habla hispana. Nació en la Habana, Cuba y emigró a los Estados Unidos en 1962. Fue ordenado como sacerdote en 1977. Es el director de “Mensaje,” un ministerio de la Oficina de Comunicaciones de la Arquidiócesis New Orleans. También es anfitrión del programa de televisión semanal “Conozca Primero su Fe Católica”, el cual se trasmite a más de 85 millones de hogares en 110 países y 16 territorios por la cadena de televisión católica EWTN. El Padre Núñez también conduce el programa radial “A Solas con Jesús”, el cual se trasmite por Radio Católica Mundial. Además ha escrito varios libros y viaja constantemente por toda Latinoamérica y los Estados Unidos proclamando la palabra del Señor.
“¿Cuántas cosas en nuestras vidas ocupan el lugar de de Dios?” preguntó el sacerdote a la audiencia.
“Cuando nos alejamos de Dios, es cuando nos sentimos vacíos. Nosotros, al igual que Salomón, nadamos contra la corriente; contra el plan de Dios”.
“Los tiempos difíciles tienen una razón de ser. Dios tiene un plan mejor para ustedes y para mí, pero tenemos que tener fe. La certeza de que siempre podremos superar las situaciones más difíciles. Cuando tenemos fe, creemos sin ver”, dijo.
El Padre Núñez habló con mucha pasión y el público respondió a cada “Amén” con la misma energía.
Luego habló del inmenso amor de Dios recordándonos que él envió a su hijo para que hombres y mujeres pudieran vivir una vida diferente, una vida mejor, una vida santa. Preguntó a la audiencia, “¿Cuántos de ustedes estarían dispuestos a dar la vida de su hijo para salvar a sus enemigos? Nadie lo haría, pero Dios lo hizo por nosotros”.
Luego, habló del precioso regalo que Jesús le dio a la humanidad, la Eucaristía.
Para el Padre Núñez ser cristiano es una responsabilidad.
“Los verdaderos cristianos actúan como Cristo, aman como Cristo y viven como Cristo. Si no somos como Cristo, no deberíamos llamarnos cristianos. Y como Cristo, no siempre obtenemos lo que pensamos que obtendríamos en la vida”, añadió.
“Cuando era joven, quería tres cosas, una esposa, 12 hijos y un montón de dinero. Hoy, no tengo esposa, pero me casé con la Iglesia. No tengo 12 hijos, pero los tengo a todos ustedes. No tengo dinero, pero tengo el tesoro más hermoso en mi corazón, Jesucristo”.
La gente aplaudió con entusiasmo y algunos incluso lloraron. Cuando el sacerdote dejo la tarima, la gente lo siguió a la parte posterior del salón.
La música comenzó a tocar, y la gente cantó y bailó al igual que antes. El evento estaba a punto de terminar; el ambiente estaba lleno de felicidad, amor y la presencia de Dios. Sin duda este fue un sábado hermoso en College Park.