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Atlanta

‘Porque fui forastero, y me acogiste’

By ANDREW NELSON, periodista | Published diciembre 2, 2025  | Available In English

ATLANTA—El día de la festividad de la Madre Cabrini, patrona de los inmigrantes, Fernanda Mucchiut y decenas de otras personas se reunieron en la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús para orar por los migrantes, caminando tras una colorida pancarta de la Virgen María hasta el cercano edificio federal que alberga el tribunal de inmigración; frente al cual rezaron el rosario.

Mucchiut, de 41 años, nació en Argentina y es miembra consagrada del Movimiento de los Focolares en el área de Atlanta, además de ser parte del personal de la iglesia St. Thomas Moreo en Decatur.

Mucchiut se ha convertido en una cara habitual en una oficina federal de inmigración del centro, a la cual llega antes del horario de oficina para acompañar a las personas que hacen fila, hablando de su país de origen, de la comida o de cualquier conversación sencilla mientras esperan para ver a las autoridades. Ella describió su enfoque como “estar junto a ellos en ese momento, que es un momento estresante, un momento de miedo”.

Fue un viaje parroquial con adolescentes a El Paso, Texas, lo que despertó su interés por la inmigración y la organización sin fines de lucro Casa Alterna.

En ese viaje, los jóvenes se hicieron amigos de una familia venezolana que buscaba asilo. Sin nadie que los recibiera, en una decisión espontánea, la parroquia los invitó a Georgia, comentó. La familia se estableció en el área de Atlanta con la ayuda de Casa Alterna y la parroquia. Un año después, el adolescente mayor se unió a los jóvenes de la parroquia en otro viaje de inmersión fronteriza, antes de mudarse a otra parte de Georgia. Desde entonces, su estatus de protección temporal ha sido revocado, al igual que el de los otros 240,000 venezolanos en el país.

Defensores de los inmigrantes dijeron que las personas se presentan a los controles programados de rutina, cumpliendo con los requisitos de la ley, pero algunas son detenidas inesperadamente.

Mucchiut y otros voluntarios de Casa Alterna hacen saber a las personas que no son del gobierno ni abogados, sino que simplemente están allí para decirles: “Estamos aquí para apoyarlos”.  

Las católicas Fernanda Mucchiut y Bernadette Naro acompañan a inmigrantes que enfrentan dificultades, siendo amables y escuchando sus historias. Trabajan con la organización sin fines de lucro Casa Alterna. Foto de Julianna Leopold.

Esa presencia importa.

“Hay mucha incertidumbre porque hay mucha inconsistencia”, dijo.

Según el Atlanta Journal Constitution, 5670 personas en Georgia fueron arrestadas por violaciones migratorias durante los primeros seis meses de la administración Trump, en comparación con 1570 arrestos durante los últimos seis meses de la presidencia de Biden.

Bernadette Naro, directora de programas de Casa Alterna y feligrés de Shrine of the Immaculate Conception, dijo que lo que ha sido un proceso rutinario con las autoridades migratorias ahora es preocupante porque “podrían no volver a salir”. Recordó a una madre que lloraba a gritos cuyo hijo fue detenido sin sus medicamentos para la diabetes, y no tenía forma de recuperarlos de su casa en Stone Mountain. Las personas que cumplen las reglas corren el riesgo de ser detenidas, dijo.

Los defensores afirmaron que las personas de fe deberían involucrarse en el tema, ofrecer apoyo y compasión, en lugar de despreopuparse.

Como creyentes, “nuestra labor es ser instrumentos de misericordia, instrumentos de justicia, instrumentos de salvación”, enfatizó Naro. Para Mucchiut, existe “un elemento de crueldad e injusticia” que no debería dejar a ningún católico “en paz”. La inmigración es un asunto político sobre el cual las personas pueden tener diferentes puntos de vista, pero ella ve que ahora la crueldad es parte del proceso, afirmó.

Respetar la dignidad de cada persona y que cada vida es sagrada, es un principio fundamental de la fe católica afirmó. En cambio, los inmigrantes enfrentan dificultades que no merecen, añadió.

“Lo que combate la crueldad”, dijo, “es el amor, el cariño, la bondad. Creo que todos podemos practicar esas cosas”.

¿Qué puede hacer?

  • Contacte a personas de su comunidad (feligreses, padres de familia, compañeros de clase, compañeros de trabajo) que puedan estar experimentando ansiedad o temor por sí mismos o por sus familiares. Conozca su historia con interés genuino. Ese acto de compasión puede dar lugar a una nueva amistad que ofrezca seguridad y confianza en medio de la incertidumbre y el miedo. 
  • Contacte a organizaciones sin fines de lucro o grupos de base que abogan por la justicia para los inmigrantes para averiguar cómo puede participar, como Caridades Católicas de Atlanta, El Refugio o Casa Alterna.  
  • Suscríbase al boletín informativo en inglés sobre justicia restaurativa de la Arquidiócesis de Atlanta: https://bit.ly/RestorativeJusticeNewsletterArchAtl.
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