Photo by Johnathon Kelso

ATLANTA— La Peregrinación Eucarística Nacional se abrió paso a través de la Arquidiócesis de Atlanta con un grupo de peregrinos que pasó tres días caminando bajo el abrasador sol del sur.

Camille Anigbogu, Shayla Elm, Issy Martin-Dye, Charlie McCullough, Joshua Velasquez, Mackenzie Warrens y los seminaristas Dylan James Young y Noah U’ren son los ocho peregrinos perpetuos que conforman la ruta San Juan Diego de la peregrinación nacional. Su viaje al Congreso Eucarístico Nacional en Indianápolis comenzó en Brownsville, Texas, el 19 de mayo.

Los peregrinos hicieron siete paradas en la arquidiócesis. La primera de estas fue la mañana del 21 de junio para asistir a una misa de bienvenida en la iglesia de St. Mary Magdalene, en Newnan, al sur de Atlanta. Su primera procesión eucarística fue en St. Mary’s Academy, en Fayetteville, el 21 de junio, y la última, en la iglesia St. Joseph en Dalton, el 23 de junio. Cientos de feligreses de la arquidiócesis y de los estados cercanos se unieron para participar y celebrar la Eucaristía.

El grupo recorre las distancias más largas en una furgoneta, llevando la Eucaristía y sus pertenencias. En distancias más cortas y seguras, los peregrinos caminan y procesan junto con miembros de las comunidades que visitan.

Su parada en St. Mary’s Academy comenzó con los fieles de rodillas y orando mientras la custodia era conducida en procesión.

El Padre Valery Akoh, párroco de St. Matthew en Tyrone, acompañó a la procesión con el Santísimo Sacramento y dirigió la caravana eucarística por el campo de fútbol de la academia, rezando el rosario a lo largo del camino.

“Afuera hace mucho calor, pero es cálido y acogedor”, mencionó uno de los feligreses a un amigo. “Eso es lo que se siente, el amor de Dios”.

Joshua Velasquez, estudiante de la universidad de Notre Dame, compartió su testimonio con los presentes en el auditorio de la academia y habló sobre lo que ha experimentado hasta el momento en la peregrinación. Su cámara Polaroid lo ha acompañado durante todo el viaje. Con esta ha estado capturando imágenes de su recorrido y recuerdos.

En su testimonio, Velasquez compartió uno de los momentos que lo hizo reflexionar cuando tomó una fotografía de la custodia en la furgoneta.

“Decidí tomar una fotografía de nuestro Señor en la camioneta oscura, y puedo decir con seguridad que las dos fotografías que tomé salieron completamente oscuras”, dijo. “Esto me hizo pensar, ¿dónde está la luz? A pesar de que ver el vacío fue aterrador, percibí que había algo hermoso en ese hecho. Porque cuando las cosas parecen estar en completa oscuridad, es cuando el destello de luz se ve más brillante”.

La multitud comenzó a comprender la historia de Velasquez y se arrodilló a medida que él ampliaba sobre su reflejo en las imágenes Polaroid.

“Hoy quiero que reflexionen sobre el misterio de la pasión de nuestro Señor”, continuó Velasquez. “Miren cómo nuestro Señor trae luz en las tinieblas, ya que incluso la oscuridad es luz para Dios, porque él tiene la capacidad de sacar el bien de los males más profundos. Cualquier lugar de oscuridad que pueda reinar en sus corazones, sepan que este puede convertirse en luz. De la oscuridad surge la luz”.

Después de orar y experimentar algunos momentos en privado con la Eucaristía, los peregrinos se despidieron de la comunidad de la academia y empacaron su furgoneta. A medida que los viajeros se alejaban, varias mujeres con velos persiguieron la camioneta cantando “que viva Cristo Rey”.

Bishop John Nhàn Tran processes with the Blessed Sacrament toward Our Lady of Vietnam Church in Riverdale, accompanied by the clergy and members of the parish. The June 21 procession was part of the National Eucharistic Pilgrimage. Photo by Johnathon Kelso

Después, los peregrinos se dirigieron a una gasolinera Shell cercana, desde donde comenzaron su viaje a pie hasta la iglesia de Our Lady of Vietnam en Riverdale. Liderados por el Obispo John Tran de Atlanta, los jóvenes y una caravana caminaron por los andenes, llamando la atención de los residentes del vecindario y de los conductores que pasaban.

La visita de los peregrinos a Atlanta también incluyó un servicio de oración matutina el 22 de junio, en la iglesia de Our Lady of Lourdes, con el Obispo Bernard E. Shlesinger III, seguida de una misa en el Centro Católico Lyke House. Dicho establecimiento ofrece servicios a los campus universitarios de la Universidad Clark Atlanta, Morehouse College, Spelman College y la Universidad Estatal de Georgia.

El Arzobispo Gregory J. Hartmayer, OFM Conv., declaró el 22 de junio como un día arquidiocesano de servicio en solidaridad con los peregrinos. Los viajeros sirvieron como voluntarios junto al Obispo Shlesinger y las Misioneras de la Caridad en la casa de la orden en Stone Mountain, donde las hermanas brindan enriquecimiento académico a estudiantes, en su mayoría refugiados birmanos.

El Arzobispo Hartmayer dio la bienvenida a los viajeros el 23 de junio en la catedral de Christ the King, durante una misa dominical a la que le siguió una procesión en los terrenos cercanos.

‘Nuestro Dios es amor’

La última parada en la arquidiócesis en la iglesia St. Joseph en Dalton permitió a los peregrinos sumergirse en la apasionada comunidad católica hispana del lugar. Con alrededor de 700 asistentes inscritos, varios ministerios mostraron sus talentos y amor por la fe a su manera mientras saludaban a los peregrinos y a la custodia.

Mujeres vestidas con capas coloridas con Nuestra Señora de Guadalupe encabezaron la procesión y cantaron relajantes himnos en español a la Eucaristía y a los peregrinos. Músicos vestidos con relucientes trajes dorados interpretaron canciones; su música resonó todo el camino hasta los terrenos de la iglesia. Un grupo de artistas con coronas de flores bailaron con maracas y tambores y cayeron de rodillas ante la presencia del Santísimo Sacramento.

El Padre José Refugio Oñate Meléndez, párroco de la iglesia St. Joseph, encabezó la procesión. Los fieles se reunieron en los terrenos de la iglesia para celebrar la llegada de Jesús. Los ocho peregrinos perpetuos compartieron sus testimonios con la multitud, hablando en español cuando podían, y se ganaron el aplauso de la comunidad.

Musicians join the procession of the Blessed Sacrament at St. Joseph Church in Dalton during a stop of the National Eucharistic Pilgrimage June 23. Parishioners also kept watch during a nocturnal adoration which continued until the following morning. Photo by Johnathon Kelso

“Nuestro Dios es Amor”, dijo Velásquez.La peregrina Shayla Elm, originaria de Dakota del Norte, habló sobre cómo su vida se ha visto impactada por el plan de Dios y cómo se sintió llamada a aprovechar esta oportunidad.

“Le pregunté al Señor si quería que compartiera alguna palabra con todos ustedes, y la palabra que continuaba apareciendo en mi mente fue curiosidad: tengan curiosidad acerca de nuestro Señor y por qué los tiene en el lugar donde los tiene”, indicó Elm. “La forma en la que terminé aquí, en este escenario frente a todos ustedes en Georgia es algo muy curioso para mí. Esta noche, todos tenemos la oportunidad de sentir curiosidad por lo que está sucediendo en cada uno de nuestros corazones”.

Issy Martin-Dye, estudiante de periodismo en la Universidad de Ohio, habló de su viaje y de cómo este ha incrementado su fe.

“Ha sido un placer viajar por todo el país con Jesús y ser testigo de él de una manera tan única. Él simplemente nos muestra cuán simple es y cuán simple es su amor, y cuánto desea venir a nosotros ahora mismo”, dijo. “Él no es para el futuro ni para el pasado, es para el ahora”.

Los miembros de la iglesia custodiaron al Santísimo durante una adoración nocturna en St. Joseph, la cual concluyó a las 7 a.m. del día siguiente.

Los peregrinos perpetuos de la ruta de San Juan Diego “esencialmente viajaron por todo el mundo y fueron testigos de muchas culturas en Georgia”, dijo Elm, agregando que vieron cómo la Eucaristía es adorada en las culturas hispana, vietnamita y estadounidense.

Los peregrinos ahora viajarán hacia el norte atravesando Tennessee y Kentucky hacia el Congreso Eucarístico Nacional, el cual comenzará el 16 de julio.

“Estoy ansiosa de poder reunirme nuevamente con las otras rutas, congregarnos todos e intercambiar historias sobre nuestra experiencia”, dijo Elm sobre el congreso en Indianápolis. “Me emociona que los jóvenes adultos puedan trasmitir nuestra fe a la próxima generación”.