ATLANTA—La Hermana Miriam Mendoza se ha unido a la Arquidiócesis de Atlanta para trabajar en el Ministerio Hispano y Latino y en la Oficina de Vocaciones.

Sister Miriam Mendoza, RFR, has joined the staff of the Archdiocese of Atlanta to work in Hispanic and Latino Ministry and with the Office of Vocations. She worked for several years to strengthen the religious education programs at Divine Mercy Mission. Photo by Nichole Golden

Nacida en Guadalajara, México, y perteneciente a la comunidad de las Hermanas Franciscanas de Nuestra Señora del Refugio, la Hermana Miriam ha aprendido lo que realmente significa guiar y servir a la comunidad y a las mujeres hispanas y latinas en todo Atlanta.

Antes de unirse a la arquidiócesis, la Hermana Miriam trabajó en la Catedral de Cristo Rey con la Misión de la Divina Misericordia en Brookhaven. Esta misión hispana buscaba apoyar a niños y adultos a través de la educación religiosa. Aunque el programa inicialmente comenzó como algo pequeño, con el tiempo se expandió hasta convertirse en una gran comunidad de apoyo.

La religiosa estuvo en la Misión de la Divina Misericordia cerca de seis años. Muchas hermanas hacen la transición a una nueva misión cada tres años, dijo la hermana. Este año, la religiosa decidió que era hora de hacer un cambio.

El Padre Rey Pineda, director de la Oficina de Vocaciones, indicó que, en su función para la Arquidiócesis de Atlanta, la religiosa apoya a las comunidades hispanas y guía el discernimiento de las mujeres. La hermana observa la comunidad y evalúa el apoyo vocacional con el fin de informar al padre sobre estas necesidades.

Ella, y otras dos hermanas franciscanas, brindan servicios a la comunidad hispana en toda el área de Atlanta, ayudándole a encontrar dirección en un mundo nuevo y asistiendo a las mujeres a descubrir su propósito religioso.

“Los franciscanos tienen ese espíritu de servicio, y por lo tanto hay muchas maneras en que se formarán diferentes órdenes para satisfacer una necesidad”, dijo el Padre Pineda. “Su orden surgió de ese mismo sentido de estar presente en la vida parroquial y de ser una presencia maternal. Su carisma es realmente un acompañamiento en ese sentido. Ellas abarcan muchas áreas; ellas enseñan, ellas administran”.

La Hermana Miriam enfatizó la importancia de proporcionar una orientación hispana a las mujeres en Atlanta, diciendo que, la comunidad hispana cuando viene a los Estados Unidos puede sentirse desconectada y discriminada.

En estos tiempos, la comunidad hispana quiere sentirse bienvenida, señaló.

“Podríamos simplemente acoger a la comunidad hispana y dejarlo así”, dijo la religiosa. “Pero es necesario darle más. Sabemos que no solo somos cuerpo, sino también espíritu. Hay muchas asociaciones que ofrecen apoyo para las necesidades relacionadas con la salud y la mente, pero las necesidades espirituales quedan excluidas. Y ahí es donde nosotras podemos entrar”.

Tener a la Hermana Miriam es una señal del crecimiento de la comunidad hispana, y la comunidad tiene la necesidad de verse representada en el liderazgo de la Iglesia, añadió el Padre Pineda.

“Tener una hermana religiosa a bordo es un regalo y un privilegio”, indicó.