Acerca de las exenciones religiosas en Atlanta
Published septiembre 8, 2021 | Available In English
El Arzobispo Gregory J. Hartmayer y los obispos auxiliares de Atlanta están vacunados y animan encarecidamente a otras personas a recibir la vacuna contra el COVID a menos que exista una razón médica para no hacerlo. En sus instrucciones a los sacerdotes, el arzobispo ha declarado que no deben firmar cartas solicitando una exención religiosa general para la vacunación.
La Congregación para la Doctrina de la Fe declaró que es moralmente aceptable recibir las vacunas contra el COVID actualmente disponibles en lugares donde no se dispone de una vacuna libre de todas las preocupaciones éticas. La congregación continúa diciendo “… desde un punto de vista ético, la moralidad de la vacunación depende no solo del deber de proteger la propia salud, sino también del deber de perseguir el bien común. Bien que, a falta de otros medios para detener o incluso prevenir la epidemia, pueda hacer recomendable la vacunación, especialmente para proteger a los más débiles y más expuestos”.
El memorando emitido por el arzobispo el 13 de agosto a los sacerdotes dice que debido a que se ha determinado que es moralmente aceptable recibir las vacunas actuales, la Iglesia no puede proporcionar una exención general.
El Catecismo de la Iglesia Católica afirma que las personas tienen “el derecho de actuar en conciencia y en libertad a fin de tomar personalmente las decisiones morales. [El hombre] ‘No debe ser obligado a actuar contra su conciencia. Ni se le debe impedir que actúe según su conciencia, sobre todo en materia religiosa’”. (CCC 1782)
Si un católico juzga que no puede, en plena conciencia, recibir una de las vacunas contra el COVID disponibles, tiene el derecho personal de no recibirla y de expresar las razones por las cuales tomó esa decisión. Ni un párroco ni una iglesia pueden presentar ese caso en su nombre.