ATLANTA— A pesar de que el santuario de la Iglesia de Santo Tomás de Aquino podría estar vacío los domingos por la mañana, su estacionamiento, el jardín de oración y las áreas verdes que lo rodean están llenas de feligreses que asisten a misa.

La parroquia de Alpharetta comenzó recientemente a celebrar dos misas dominicales al aire libre en el estacionamiento de la iglesia, una a las 9 a.m. en inglés y otra a las 11 a.m. en español. Aunque las carpas y sillas están ubicadas cerca del altar al aire libre, las familias pueden traer sus propias sillas y sentarse más lejos o quedarse en sus autos y escuchar en la radio.

Con una gran congregación y solo pudiendo albergar a un número limitado de personas en el santuario debido a las pautas de la pandemia del COVID-19, trasladar las misas al aire libre resultó ser una gran opción.

“Queríamos tener a la mayor cantidad de personas como pudiéramos de manera segura en la misa”, dijo Lia Armistead, coordinadora de comunicaciones de la parroquia de Alpharetta.

“Las personas pueden quedarse en sus autos, sentarse en el jardín de oración, en los escalones del edificio, bajo las carpas o ubicarse alrededor de ellas en el césped”, explicó Mons. Daniel Stack, párroco de la Iglesia de Santo Tomás de Aquino, en un reciente video promocional para las misas al aire libre.

La asistencia de las misas al aire libre en el campus de Alpharetta ha aumentado semanalmente, reuniendo a más de 900 personas entre las dos celebraciones.

La pandemia del COVID-19 causó el cierre de las parroquias en marzo. Los bautismos y las primeras comuniones tuvieron que ser reprogramados. Las confirmaciones con los obispos comenzaron de nuevo el 1 de septiembre. Las bodas se convirtieron en eventos íntimos con la pareja y la familia inmediata únicamente, y los servicios fúnebres se limitaron a la familia.

A finales de mayo, las parroquias pudieron reanudar el culto en persona con medidas de seguridad, que incluyen distanciamiento social y el uso de cubrebocas y desinfectantes entre misas. La dispensa de la misa dominical ha estado vigente desde marzo y continuará hasta nuevo aviso.

Al 28 de septiembre, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) reportaron más de 7 millones de casos de coronavirus en los Estados Unidos y 204.000 muertes. El Departamento de Salud Pública de Georgia ha reportado más de 314.000 casos en el estado y casi 7.000 muertes.

La Arquidiócesis de Atlanta ha estado rastreando los casos de COVID-19 reportados por el personal de las parroquias, las escuelas y la cancillería desde mayo. Hasta el 18 de septiembre, 12 sacerdotes y un diácono han obtenido resultados positivos en las pruebas de coronavirus, además de 14 miembros del personal parroquial en el norte y centro de Georgia.

Como comunidad, los números van en la dirección correcta, indicó Maureen Smith, directora de comunicaciones de la Arquidiócesis de Atlanta. Añadiendo que la arquidiócesis aún se encuentra en un punto donde se necesita estar alerta, particularmente debido a las poblaciones que son más vulnerables.

Smith está impresionada y asombrada con la forma en la que las parroquias han ofrecido los sacramentos, la oración y las devociones a sus congregaciones en medio de la pandemia.

Desde la celebración de misas al aire libre, descifrar el proceso de las transmisiones en vivo, establecer cadenas telefónicas de personas para llamar a los feligreses y llevar a cabo desfiles de automóviles, los esfuerzos han sido increíbles, dijo.

Esto simplemente demuestra … cuánto podemos apreciar nuestra fe y nuestra disposición para llevarla a todos”, señaló la directora.

Educando en tiempos de pandemia

Los cierres de las escuelas, incluyendo las católicas, ocuparon las noticias en marzo. Las clases de educación religiosa parroquial también pasaron a ser virtuales durante el semestre de la primavera. Este otoño, algunas parroquias han podido reanudar las clases de educación religiosa en persona, siguiendo las pautas de los CDC.

Para brindar más apoyo a las parroquias, la Oficina de Formación y Discipulado de la Arquidiócesis de Atlanta comenzó a realizar llamadas virtuales semanales con líderes de catequesis parroquial. Las llamadas incluyen oradores invitados de varios departamentos de la cancillería y brindan a los líderes parroquiales la oportunidad de participar, intercambiar ideas y hacer preguntas.

“Para nosotros, ha sido grandioso aprender cuáles son sus necesidades y sé que, desde que comenzamos a tener estas reuniones, ellos se sienten mucho más conectados y apoyados por la arquidiócesis”, dijo Patrice Spirou, directora asociada regional de formación en la fe.

La conferencia anual de catequistas de Atlanta de este año, la cual se llevó a cabo virtualmente a finales de agosto, contó con 5.000 inscripciones y tuvo asistentes de otros estados, México, Irlanda y Filipinas. Fue durante este evento que la Oficina de Formación y Discipulado introdujo el programa “Familias formando discípulos”, un plan de lecciones de formación en la fe familiar que se puede hacer a través de clases presenciales, en línea o ambas opciones.

“Solo queríamos brindar algo que fuera útil y apoyará a la gente en las parroquias y sus familias”, indicó Spirou.

Las 18 escuelas católicas de la Arquidiócesis de Atlanta reanudaron el aprendizaje en persona en agosto. Se creó un grupo de trabajo arquidiocesano para ayudar a las escuelas a través del año a seguir las pautas de los CDC y el Departamento de Salud Pública de Georgia.

De las 15 escuelas primarias católicas con grados de pre-kínder a octavo, 15 estudiantes y 13 adultos obtuvieron resultados positivos de coronavirus. De las tres escuelas secundarias, 15 estudiantes y seis adultos dieron positivo por el virus. Y de los 28 centros preescolares católicos, un niño y dos adultos arrojaron resultados positivos. Estos fueron los números reportados el 18 de septiembre y corresponden al semestre de otoño.

Las bajas cifras son un testimonio del protocolo y la vigilancia desarrollados por el grupo de trabajo arquidiocesano, dijo Harold ‘Hal’ Plummer, superintendente de escuelas católicas de la Arquidiócesis de Atlanta. Líderes escolares, maestros y padres, todos han contribuido a estos números bajos, mencionó.

“Tenemos varios líderes educativos extraordinarios”, dijo Plummer. Los padres y los líderes escolares están trabajando unidos para hacer que sus escuelas católicas sean lo mejor posible, añadió.

Para el semestre de otoño, todos los padres de la escuela recibieron una opción de aprendizaje a distancia únicamente. Al inicio del período escolar, algo más del 20 por ciento optó por el aprendizaje virtual. Este número ahora se ha reducido a alrededor del 10 por ciento.

Si bien es demasiado pronto para exigir que todos los estudiantes regresen por completo, esta tendencia a la reducción en los números es prometedora, dijo Plummer, quien también cree que esta experiencia demuestra la importancia de la instrucción en persona.

“La tecnología tiene sus méritos, ocupa un papel de apoyo, por supuesto, pero (tiene) limitaciones para educar a la persona en su totalidad, que es uno de los preceptos fundamentales de la filosofía educativa católica”, indicó el superintendente. Aunque ahora es demasiado pronto, Plummer espera volver al aprendizaje 100 por ciento presencial.

A pesar de que muchos esperan con ansias la reanudación de la adoración y la vida tal como la conocen, es posible que haya cambios ahora que se vuelvan permanentes.

El uso del modelo de formación familiar en la fe en los programas de educación religiosa parroquial ha aumentado durante la pandemia y pudiera continuar cuando el virus disminuya.

 “El futuro de la formación en la fe es realmente un enfoque familiar”, dijo Spirou.

Para reuniones y eventos, Smith ve a las parroquias y las oficinas arquidiocesanas ofreciendo más opciones para que las personas se involucren en línea, especialmente para aquellos que tienen que recorrer largas distancias.

“Ahora, más que antes, habrá más lugares dispuestos a ofrecer opciones en línea”, afirmó Smith.