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Bishops pray at Mass during the fall general assembly of the U.S. Conference of Catholic Bishops in Baltimore Nov. 11. CNS photo/Bob Roller

Baltimore

Obispos de los EE. UU. examinan los desafíos a los que se enfrentan la Iglesia y la sociedad

By CAROL ZIMMERMANN Servicio de Noticias Católicas | Published noviembre 21, 2019  | Available In English

BALTIMORE (CNS)— La agenda de la reunión de los obispos de los Estados Unidos que se llevó a cabo del 11 al 13 de noviembre en Baltimore incluyó las elecciones y discusiones de los desafíos claves en la Iglesia y la nación. A diferencia de las reuniones anteriores, el tema sobre su respuesta a la crisis de abuso del clero se mencionó, pero no estuvo entre los temas principales.

En el segundo día de la reunión, el 12 de noviembre, los obispos eligieron al Arzobispo José H. Gómez, de Los Ángeles, por un período de tres años como presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB por sus siglas en inglés) y al Arzobispo Allen H. Vigneron, de Detroit, como vicepresidente.

El Arzobispo Gómez, quien es el primer latino en ser elegido para este puesto, fue elegido con 176 votos entre 10 candidatos. Él se ha desempeñado como vicepresidente de la USCCB durante los últimos tres años y su nuevo cargo comenzó al finalizar la reunión en Baltimore.

Entre los otros votos del 12 de noviembre, la votación más discutida fue la de nuevos materiales para complementar el documento “Formando la conciencia para ser ciudadanos fieles”, una guía creada desde hace mucho tiempo para ayudar a concientizar a los católicos sobre su participación en la vida pública, incluyendo el voto. Los obispos votaron para aprobar varias adiciones, incluyendo un segmento que señala que el aborto es el problema social más importante de nuestro tiempo.

El primer día de la reunión, el 11 de noviembre, los obispos plantearon cuestiones apremiantes, como la falta de sacerdotes, la violencia armada, los jóvenes que abandonan la Iglesia y la necesidad de proporcionar servicios de apoyo para mujeres embarazadas.

El Arzobispo Christophe Pierre, nuncio papal en los Estados Unidos, mencionó algunos de estos desafíos en su discurso de apertura, junto con la necesidad de dar la bienvenida a los migrantes y luchar contra el racismo. También instó a los obispos no solo a centrarse en los desafíos que se les presentan, sino a considerar cómo podrían desarrollar aún más la camaradería y la colaboración mutua.

En su último discurso como presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, el Cardenal Daniel N. DiNardo, de Galveston-Houston, dijo a sus hermanos obispos que “fue un honor servirles, incluso en tiempos difíciles”.

El prelado de 70 años agradeció a los obispos, a quienes llamó hermanos, durante los últimos tres años, y ellos, a cambio, le agradecieron con una gran ovación al final de su presentación de nueve minutos.

“Comencemos de nuevo”, dijo al final de su discurso, desviándose de sus comentarios preparados y citando a San Agustín.

El cardenal, quien sufrió un leve derrame cerebral a principios de este año, no dio detalles específicos sobre la crisis de abuso en la Iglesia, particularmente discutida durante el año pasado, pero habló del trabajo continuo de transparencia de los obispos para enfrentarla. Además, señaló que las medidas de abuso adoptadas por los obispos de los Estados Unidos en su reunión el pasado junio, son “solo un comienzo. Queda mucho por hacer”.

Al principio de la reunión, el Obispo Earl A. Boyea, de Lansing, Michigan, solicitó una actualización sobre el informe del Vaticano referente a la situación de McCarrick, tema que muchos de los obispos presentes también dijeron querer escuchar votando en voz alta.

En pocas palabras, el Cardenal Sean P. O’Malley, de Boston, dijo a los obispos que el Vaticano aún no ha publicado un informe de su investigación sobre el ahora expulsado, ex-Cardenal Theodore E. McCarrick, pero que un informe podría estar listo para la Navidad o el Año Nuevo.

Dijo que él y otros obispos presentes en el Vaticano para su visita Ad Limina admitieron estar “ansiosos por recibir la explicación de la Santa Sede sobre esta trágica situación, cómo pudo haberse convertido en arzobispo y cardenal, quién sabía qué y cuándo”. También enfatizó que “la larga espera ha generado una gran frustración a los obispos y al pueblo, y de hecho una interpretación bastante dura e incluso cínica sobre el aparente silencio”.

Prioridades para los próximos años

En otra votación, la gran mayoría de obispos votó por un compendio revisado de las prioridades estratégicas que los guiarán durante la próxima década. También discutieron los próximos temas de votación para su reunión, tales como los materiales de noticias para complementar el documento “Formando la conciencia para ser ciudadanos fieles”, una guía creada hace ya bastante tiempo para ayudar a concientizar a los católicos sobre su participación en la vida pública, incluyendo el voto.

La coronel retirada del ejército, Anita Raines, quien preside el Consejo Asesor Nacional, dijo en un informe a los obispos que el grupo apoyó los esfuerzos de los prelados para publicar su documento “Ciudadanía fiel” y los materiales complementarios.

Para ayudar a garantizar que el documento se distribuya ampliamente a parroquias e individuos, el consejo recomendó que la USCCB implemente “una estrategia de comunicación sólida que aproveche al máximo las redes sociales”.

Esta no fue la única mención de las redes sociales durante el comienzo de la reunión.

El Obispo Auxiliar Robert E. Barron, de Los Ángeles, instó a los obispos a promover las redes sociales en sus diócesis como una forma de vincular a los jóvenes con la Iglesia. Dijo que la Iglesia está perdiendo muchos jóvenes y debe enfrentar los desafíos de cómo traer de vuelta a la Iglesia Católica a aquellos que no tienen ninguna afiliación religiosa en particular, los “no afiliados”, especialmente a los jóvenes.

El obispo presentó un video de tres minutos sobre el tema y habló sobre sus preocupaciones e ideas para traer a los jóvenes de regreso a la Iglesia, incluyendo: no simplificar la fe e involucrar a los jóvenes en los aspectos de justicia social de la Iglesia.

Su presentación condujo a discusiones que duraron más de una hora, con intervenciones de obispos de todo el país que acordaron que este tema es de gran preocupación y compartieron otras ideas para traer de vuelta a los jóvenes, que principalmente incluyeron el catecismo, pero también una creciente devoción a María.

El Obispo Barron, presidente del Comité de Evangelización y Catequesis de los obispos, quien es conocido por su sitio web “Palabra Ardiente” y por ser el anfitrión de la serie documental “Catolicismo”, abordó por primera vez este tema durante la reunión de los obispos que tuvo lugar en la primavera. Él dijo en ese momento y reiteró el 11 de noviembre que este tema debe ser una prioridad para la Iglesia hoy.

Los obispos también escucharon temas sociales como la violencia armada y el Obispo Frank J. Dewane, de Venice, Florida, dijo que el clero católico y los líderes laicos pueden desempeñar un papel en unir a las personas a lo largo de la división rural-urbana para desarrollar una comprensión de la necesidad de políticas sensibles que puedan poner fin al flagelo de la violencia armada.

El obispo, quien es presidente del Comité de Justicia Doméstica y Desarrollo Humano de los obispos de los Estados Unidos describió la postura de larga data de la USCCB sobre la necesidad de una legislación de “sentido común” que controle la disponibilidad de armas. Pero también dijo que era hora de que la gente se uniera para comprender mejor cómo la violencia armada afecta particularmente a las comunidades urbanas.

Le dijo al Servicio de Noticias Católicas que el trabajo de la USCCB en el campo legislativo es importante, pero que una respuesta pastoral a la violencia armada es necesaria.

“Es tiempo de tomar un enfoque diferente”, señaló.

Como un nuevo enfoque a los esfuerzos pro vida de los obispos, el Arzobispo Joseph F. Naumann, de Kansas City, Kansas, invitó a sus compañeros obispos a dedicar un año de servicio a las mujeres embarazadas a partir del próximo marzo.

Dijo que las parroquias católicas pueden ser uno de los primeros lugares donde una mujer que enfrenta un embarazo inesperado o con dificultades pueda buscar ayuda en lugar de recurrir a un aborto, y que pueden ofrecer una variedad de servicios de apoyo a las mujeres que no están seguras si deberían tener a su hijo.

Los obispos también escucharon sobre los planes para revisar el programa, ya existente, de Formación Sacerdotal de las diócesis en los Estados Unidos.

El Cardenal DiNardo enfatizó en su homilía, durante la misa del 11 de noviembre en el salón del hotel, que San Martín de Tours, cuya fiesta se celebró ese día, les ofrecía un ejemplo propicio.

Dijo que se conoce poco sobre la obra literaria del santo a finales de los años 300, pero sus actos son muy conocidos: “reconciliar a la comunidad cristiana y reconciliar al clero, incluso en ese entonces”.

“Hermanos, esta noche tenemos a alguien a quien imitar”, les dijo.


Rhina Guidos, Mark Pattison y Dennis Sadowski contribuyeron a este artículo.