Smyrna
Directora de Ambiente Seguro completa programa internacional de protección de niños
By NICHOLE GOLDEN, Staff writer | Published septiembre 12, 2018 | Available In English
SMYRNA—Perla Freed, directora de la Oficina de Ambiente Seguro de la Arquidiócesis de Atlanta, acaba de graduarse del programa más reciente de diplomado sobre Protección a Menores de la Universidad Pontificia Gregoriana en Roma, Italia.
Dieciocho estudiantes de 13 países diferentes tomaron el diplomado de cinco meses que comenzó en octubre de 2017 y terminó en febrero de este año.
Freed fue una de los solo tres laicos que tomaron el curso. La mayoría de los estudiantes eran sacerdotes y monjas.
El Padre Hans Zollner, sacerdote jesuita, quien dirige el Centro para la Protección Infantil de la universidad, condujo muchos de los cursos durante el programa.
“Realmente disfruté mucho sus clases”, dijo Freed refriéndose a la perspectiva ofrecida por el sacerdote.
“Los profesores fueron asombrosos y provenían de todas partes del mundo”.
El programa de diplomado de un semestre equipa a oficiales de protección actuales y futuros con las competencias y habilidades para aplicar directrices y políticas en sus respectivas culturas y es conducido por expertos de diferentes ramas. El desarrollo profesional y personal de los alumnos se fomenta a través del intercambio con otros expertos en el campo.
Durante los primeros días del programa, las clases se enfocaron en qué implementar para la protección cuando no hay prácticas establecidas actualmente.
Algunos de los ministerios de los estudiantes están en África, India, Medio Oriente y otros lugares, donde “sus recursos son limitados y la gente se rehúsa a pensar que esto está sucediendo”, comentó Freed sobre el abuso dentro de la Iglesia.
Para mí, “el solo hecho de poder representar a la Arquidiócesis de Atlanta, la cual proviene de un país del primer mundo con muchos recursos, fue una gran noticia”, añadió la directora. “Muchos lugares necesitan un cambio en la cultura para poder hablar del tema abiertamente”.
Algunos países apenas están comenzando sus programas
Algunos de sus compañeros del programa, incluyeron un sacerdote y una monja de Madagascar y dos monjas de Tanzania, quienes ya están de regreso en casa y han comenzado a educar a los niños a los que sirven en lugares donde no existía previamente ningún programa de concientización sobre el abuso.
“Para muchos de mis compañeros, lograr que esto sea un movimiento y un ministerio como se ha convertido aquí (en Atlanta) va a ser una batalla cuesta arriba, pero ellos ya están haciendo el trabajo”, dijo Freed. “Ellos ven la necesidad de que los niños conozcan sobre el tema”.
En muchos países en todo el mundo no existen leyes específicas contra el abuso infantil.
“Incluso también en Asia, es algo sobre lo que no se habla”, señaló Freed, quien ha trabajado en su cargo por cinco años. “Todo esto se reduce a los derechos del niño”.
Además de cumplir otros requisitos, todos los candidatos para el programa de diplomado tienen que hablar inglés para tomar las clases.
Freed, quien pasó la mitad de su vida en Honduras y la otra mitad en los Estados Unidos, encontró interesantes los temas culturales que rodean la protección infantil.
“Para mí, el aspecto cultural de esta cuestión fue simplemente inmenso”, comentó.
En Roma, ella escuchó muchos comentarios positivos sobre el trabajo de la Iglesia en los Estados Unidos para proteger a los menores.
Con las noticias de tantos abusos cometidos en el pasado en la Iglesia de los Estados Unidos que apenas están siendo traídas a la atención del público a través de un informe del gran jurado en Pennsylvania, Freed cree que hay más en el horizonte.
“Sí, vamos a recibir más y más reportes. Vamos a escuchar más y más historias terribles”, dijo refiriéndose a los reclamos del pasado. “Y creo que es necesario que eso salga a la luz. Es la única manera. Tienes que hacerlo tan real como sea posible para que la gente no se olvide de ello”.
Los programas del Centro para la Protección Infantil siguen un enfoque basado en las víctimas primero e integran métodos y marcos de trabajo de diversas disciplinas incluyendo la psicología, la teología, las ciencias sociales y el derecho canónico.
Algunos de los profesores estuvieron presentes en Roma, mientras que otros condujeron las clases a través de videoconferencias.
“Fue una equipo impresionante de profesores de todo el mundo”, anotó Freed.
Énfasis en la preparación de sacerdotes
El curso de diplomado proporcionó mucho tiempo para discutir los diferentes temas con compañeros, y Freed se ha mantenido en contacto con dos de ellos, proporcionándoles orientación y recursos.
Un nuevo tema para ella fue cómo la teología y el derecho canónico se relacionan con la protección infantil.
Un tema que le pareció vital fue la formación para el sacerdocio.
Dijo que el Padre Zollner hizo énfasis sobre “lo importante que es que los seminarios creen candidatos más fuertes y se aseguren de que estén listos, permanezcan preparados emocionalmente y tengan la capacidad para madurar dentro del seminario”.
Se trata de abordar la formación humana de los seminaristas, enseñándoles dónde obtener ayuda cuando tienen problemas.
“Ellos son personas sumamente preparadas, muy inteligentes” en cuanto a teología, dijo Freed refiriéndose a los seminaristas, pero puede estar faltando capacitación en el cuidado propio, señaló.
Una de las preguntas que se planteo fue si los futuros sacerdotes están listos para las presiones del sacerdocio.
“Uno puede estar muy deprimido sobre las noticias y lo que está por venir”, dijo. “Estamos mirando el asunto con los lentes de hoy en día, pero no lo estamos comparando con la información que estaba disponible hace 40 años”.
Lo que permite que Freed continúe en el ministerio de ambiente seguro es la nueva información y capacitación sobre el tema que nunca había estado disponible anteriormente.
Después del diplomado, ella se reunió con el Arzobispo Wilton D. Gregory para hablar sobre lo que ya se ha logrado en la arquidiócesis y las áreas donde se podría mejorar.
Uno de los compañeros de Freed fue un sacerdote marista enviado a Roma por su provincial. Al principio el sacerdote estaba incómodo incluso hablando sobre el tema de abuso sexual, pero comenzó a hacer el esfuerzo y a hablar con Freed para pedirle información sobre los programas de concientización ofrecidos en Atlanta.
“Es un cambio de actitud. Esa sola persona puede hacer la diferencia”, comentó la directora.
Los clérigos y monjas parecieron sorprendidos de que los laicos lideraran normalmente los ministerios de protección infantil en las diócesis de los Estados Unidos.
“Estamos años luz por delante cuando se trata de la protección de los niños en la manera en la que operamos la Iglesia Católica aquí en los Estados Unidos”, señaló.
Ella quiere aclarar que las historias de Pensilvania y otros lugares que se han hecho públicas sucedieron principalmente antes de 2002, año en el cual se implementó el Estatuto para la Protección de los Niños y Jóvenes.
Las historias son terribles y la avergüenzan a ella y a muchos otros católicos, admitió. Sin embargo, solo la luz puede ayudar a con la oscuridad, dijo Freed.
“Todo lo que podemos hacer es mejorar y asegurarnos de que estamos haciendo cuanto podemos para que esto no suceda bajo nuestra supervisión”, dijo.