Atlanta
Encuentro sagrado de líderes cristianos marca el aniversario de King
By ANDREW NELSON, Staff writer | Published mayo 3, 2018 | Available In English
ATLANTA—Canciones del Evangelio resonaban en las paredes de piedra de la Catedral de Christ the King, mientras líderes espirituales de diferentes denominaciones cristianas se enfocaban en el legado que dejó el Rev. Dr. Martin Luther King Jr.
El evento del 23 de abril reunió a cerca de 200 personas y cinco líderes de las iglesias protestante, ortodoxa y católica, en la iglesia madre de la Arquidiócesis de Atlanta. Los asistentes recordaron las palabras del Rev. King para renovarse en la visión y la misión del ministro bautista asesinado. El servicio de oración marcó el 50 aniversario de su asesinato.
El Reverendo Dr. Gerald Durley, pastor emérito de Providence Missionary Baptist Church en Atlanta, quien se unió al movimiento por los derechos civiles en 1960, hablando desde el púlpito de piedra dijo que la búsqueda del Rev. King continúa con el esfuerzo por preservar la dignidad humana y más importante, con aquellos en desacuerdo.
“Él entendía que para superar todos estos desafíos y controversias, no podemos combatir el temor y el odio con temor y odio. El Dr. King dijo que la no violencia significa respetar los derechos de todos los seres humanos”. “Esto significa que alguien con el que yo no estoy de acuerdo merece sin embargo mi respeto, amabilidad y aprecio de su dignidad como ser humano. De eso es de lo que se trata la dignidad humana”, dijo. La reunión de diferentes líderes espirituales y la congregación hacen de este un “lugar muy sagrado”, añadió.
El asesinato de King fue un “momento inoportuno pero organizado”, dijo.
“Esta noche escuchamos acerca de la fe, la esperanza, el amor, pero la dignidad humana es muy importante en la vida que él nos enseñó a cada uno de nosotros”, anotó el reverendo. “La cita que me ha sostenido es, ‘la medida final de un hombre no es en donde se encuentra en momentos de comodidad y de conveniencia, sino en donde se sitúa en los momentos de desafío y controversia’“.
Los otros líderes sentados cerca del altar eran el Obispo H. Julian Gordy, de la Iglesia Evangélica Luterana en Estados Unidos; el Padre Panayiotis Papageorgiou, el presbítero que preside la Iglesia Ortodoxa Griega de Holy Transfiguration en Marietta; y el asistente episcopal retirado, el Obispo Don Wimberly, de la Diócesis Episcopal de Atlanta. El Arzobispo Wilton D. Gregory se encontraba sentado en la cátedra, la silla reservada para el obispo en su Iglesia. Los obispos auxiliares Bernard E. Shlesinger III y Joel M. Konzen, SM, también asistieron.
El legado de fe y amor del Rev. King
Los ministros hablaron sobre diversos temas del ministerio del Rev. King, desde fe y esperanza hasta dignidad humana y discipulado.
El Padre Papageorgiou recordó que en abril de 1968, él era un hombre joven en su Chipre natal y no podía entender las noticias de la radio, “noticias terribles que continuaban llegando de una gran nación como Estados Unidos”.
Uno de los aportes del legado de King es su comprensión de la esperanza, dijo. “La esperanza está relacionada con nuestro beneficio, el de todos nosotros, la mayoría”, mencionó el padre.
Recitando fragmentos de los escritos de King, leyó, “Si hay algo que la Iglesia debe hacer es mantener encendida la llama de la esperanza”.
El Obispo Gordy se refirió a King como “un miembro loco de la comunidad cristiana que realmente tomó a Jesús en serio”.
Refiriéndose a la fe del líder afroamericano, el obispo dijo: “Él confiaba en que Dios era el Dios de la justicia, y que la buena voluntad de Dios finalmente triunfaría sobre la maldad, la injusticia y la crueldad, por lo tanto fue valiente, fuerte e incansable en su deseo de cumplir con su parte en la agenda de Dios”.
Leyendo del Evangelio de San Lucas, el Obispo Wimberly habló sobre el amor.
“El Dr. King fue un siervo. Un siervo de la justicia, un siervo de la paz. Él fue un siervo de la no violencia, un siervo de su prójimo, porque Martin Luther King Jr. era un siervo de su Dios”.
Los coros que participaron en el servicio fueron el Coro AMA de Our Lady of Mercy High School, dirigido por Franck Launay-Fallasse, con Mark Beno en el piano; el coro de St. Anthony of Padua Church, en Atlanta, bajo la dirección del Director de Música John Beal III; y el coro de la catedral de Christ the King, dirigido por Kevin Culver, su director. El organista de la catedral es Timothy Wissler.
“Un pueblo de bienaventuranza”
El Arzobispo Gregory se refirió a un evento no muy lejos de Atlanta, reflexionando sobre la respuesta de la comunidad a las manifestaciones de neonazis y supremacistas blancos en Newnan el 21 de abril.
“Los grupos de odio vinieron a perturbar y a hacer una declaración”, dijo. “Afortunadamente, eran solo la primera parte de la declaración. La parte más importante fue hecha por la gente maravillosa de Newnan, quienes decidieron salir en grandes números para decir que lo que los manifestantes proponían no era la forma en que ellos querían vivir. Hicieron una declaración audaz, ese no es el tipo de persona que somos, ni el que queremos ser”.
Quisiéramos creer que el Dr. King miraría con orgullo a Atlanta y sus valores.
“¿Qué tan orgulloso estaría él de Atlanta?, no porque hayamos resuelto todos nuestros problemas, porque no lo hemos hecho, pero estaría orgulloso de su ciudad natal cuando nos ponemos de pie para defender a los inmigrantes, cuando decidimos que la gente de diferentes orientaciones sexuales, diferentes razas, diferentes idiomas, diferentes culturas, diferentes religiones puede vivir unida en paz”, dijo el arzobispo.
La corta vida del Rev. King dejó un legado que vive hoy, señaló.
“Esta noche, somos un pueblo santo, bendecido, no porque no tengamos penas ni miedos, ni porque tengamos todo claro y en orden, sino porque creemos que la promesa de Dios rectificará todo lo que está incompleto en nosotros”, añadió el Arzobispo Gregory. “Gracias Dr. King por su vida, por su testimonio, por su valentía y por ayudarnos a creer que Dios cumplirá su promesa”.
La asistente Tomi Johnson se refirió a sí misma como una “antigua activista de los derechos humanos”. Ella asiste a la Iglesia Ortodoxa Griega de Holy Trasfiguration en Marietta. Johnson dijo que durante el himno “We Shall Overcome” ella cambia la letra para reflejar su deseo de ver un cambio inmediato cuando canta “hoy” en lugar de “algún día”. “Eso es lo que creo que debemos hacer”, comentó.
Ella salió del servicio sintiendo que su defensa de la dignidad humana había sido renovada. Dijo que está preocupada por la violencia entre la policía y los afroamericanos, y por el encarcelamiento masivo de los afroamericanos; y añadió, “cincuenta años después de la muerte de King, todavía estamos hablando de eso”.
Klaus Prand, un nativo de Alemania, salió impresionado de la catedral al ver a las diferentes creencias cristianas unidas. Dijo que eso no se veía en su país.
“Es poco común”, dijo Prand. “Esto demuestra que somos uno”.
Avery Daniel, un seminarista de Atlanta, asistió a los oradores durante el servicio de oración de la tarde.
Avery dijo, el mensaje de King “sin lugar a dudas ha moldeado la práctica de mi fe como afroamericano católico”. King es un ejemplo a seguir “pacífico pero firmemente insistente en cuanto a la dignidad humana universal y pacífico pero firmemente opuesto al racismo”, anotó el seminarista.
Daniel dijo que uno de los aspectos más destacados de la noche fue la conversación que tuvo con el Rev. Durley.
El ministro le pregunto a Daniel, “¿Estás estudiando para ser sacerdote?”
Daniel contestó, “Sí reverendo, lo estoy”.
“¿De dónde eres?” preguntó Durley.
Daniel respondió, “De Stone Mountain, Reverendo”.
“¿Qué dijiste? ¡Eres de Georgia! En la escritura dice ‘¿Puede algo bueno salir de Galilea? ‘ Yo digo, ‘¿Puede algo bueno salir del Ku Klux Klan, en Stone Mountain?’ Pero claramente algo ha salido. Sabes, me hace muy feliz ver que vas a ser un sacerdote católico”, dijo el Rev. Durley.
Daniel le dijo que ha estado estudiando en Roma y es el único seminarista afroamericano en el North American College.
Durley dijo: “Es por esta razón por la que marchamos y fuimos a la cárcel, por personas como tú”.