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SANTA ROSA, California (CNS)—La Diócesis de Santa Rosa “ha sido impactada fuertemente” y “está en un continuo estado de incertidumbre” debido a los incendios descontrolados del norte de California que comenzaron durante la noche del 8 de octubre , dijo el obispo Robert F. Vasa.

Alimentados por el viento, los incendios causaron devastación de viñas en el norte de California y obligaron a 20,000 personas a huir. Los incendios causaron por lo menos 31 muertes y centenares de desaparecidos. Noticias dijeron que 21 incendios se extendían 300 millas cuadradas y que hasta el 12 de octubre la mayoría no se habían contenido.

En el sur de California un incendio descontrolado brotó en Anaheim Hills. Para el 12 de octubre, este estaba contenido en un 65 por ciento. Sin embargo, las advertencias climáticas de incendios se mantenían para los condados Los Ángeles, Santa Bárbara y Ventura.

“Santa Rosa está extremadamente cubierta de humo”, y el Sol parecía una bola roja dijo el obispo en un comunicado del 10 de octubre. Él también señaló que para los cientos que han perdido sus casas “el sentido de gran impotencia es palpable”.

En un telegrama del 13 de octubre dirigido a dos arzobispos de California, el cardenal Pietro Parolin, secretario de estado del Vaticano, transmitió “la sincera solidaridad del papa Francisco y sus oraciones” para todos los afectados por el desastre, especialmente para los que están en duelo por la pérdida de seres queridos y los residentes que temen por las vidas de los que todavía no han aparecido. El cardenal añadió que el pontífice enviaba su bendición a todos y animó a las autoridades civiles locales y al personal de emergencia que atiende las víctimas de los incendios.

En un comunicado del 12 de octubre el director del comité de justicia nacional de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos pidió oraciones para todos los impactados por los incendios. “Hoy pedimos la intercesión de Dios todopoderoso mientras los incendios forestales arrasan en el norte de California”, dijo el obispo Frank J. Dewane de Venice, Florida.

El obispo Vasa informó que la mayoría de las parroquias de la diócesis estaban bien, pero que una escuela secundaria y una primaria católica que comparten un espacio sufrieron daños graves. Los informes iniciales indicaban que “una porción significativa” de la escuela secundaria había sido destruida.

Después que funcionarios de la escuela secundaria Cardinal Newman evaluaron los daños, ellos dijeron que la mayor parte de las instalaciones de la escuela secundaria, incluyendo la capilla y el centro de retiros, estaba sin dañar, pero la biblioteca, el edificio principal de oficinas y los edificios portátiles que alojaban varias aulas se perdieron. Otro edificio de aulas sufrió daños en el techo y algunas de sus ventanas reventaron.

La cancillería diocesana también estuvo “en el centro de una parte de la ciudad severamente dañada por fuego pero quedó completamente intacta”, dijo el obispo Vasa en su comunicado, pero estaba siendo usada como centro de desalojo y permanecería cerrada al personal diocesano “durante el futuro imprevisto”.

“Así que actualmente, estoy trabajando desde mi automóvil e intentando visitar algunos centros de desalojo”, dijo el obispo.

La Diócesis de Santa Rosa, que tiene seis condados, incluye cuatro de los condados impactados fuertemente por los incendios: Sonoma, Napa, Lake y Mendocino. El obispo Vasa pidió que todos los católicos de la diócesis ayudaran a sus hermanos y hermanas que “han sido impactados severamente por los incendios devastadores y están en necesidad inmediata de sus oraciones. Por favor, no vacilen en ofrecer su ayuda mediante oraciones continuas, donaciones y apoyo emocional”.

“Podrías hasta ser inspirado a ofrecer tu hogar a una familia que haya perdido todo. Simplemente imagínate con tu familia pasando por lo que muchos están experimentando ahora en realidad y actúa como corresponde”, él aconsejó.