Georgia Bulletin

The Newspaper of the Catholic Archdiocese of Atlanta

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Bishop Luis Zarama was the main celebrant and homilist for the opening Mass of the 2014 Eucharistic Congress.

Atlanta

‘Pastor verdadero’ construye puentes dentro de la comunidad de Atlanta

By PRISCILLA GREEAR, Especial para el boletín | Published septiembre 7, 2017  | Available In English

ATLANTA—A medida que el Obispo Zarama comienza el liderazgo de la Diócesis de Raleigh, N.C., el clero hispano y otros líderes de la Arquidiócesis de Atlanta elogiaron su legado como un pastor verdadero que compartió el amor de Dios con la gente y construyó puentes de unidad con la comunidad latina.

Oriundo de Pasto, Colombia, el Obispo Zarama fue ordenado para servir a la Arquidiócesis de Atlanta en 1993 y desempeñó diversas tareas en varias parroquias, incluyendo la de párroco de la Iglesia de St. Mark en Clarkesville y la de administrador de la Misión de St. Helena en Clayton, convirtiéndose en el primer hispano en servir como párroco. Fue nombrado vicario general en 2006, vicario judicial del Tribunal Metropolitano en 2008 y obispo auxiliar en 2009, aportando nueva vitalidad, crecimiento e inclusión a los 61 ministerios parroquiales que sirven a la comunidad hispana.

El 29 de agosto, el Obispo Zarama, de 58 años, se instaló como obispo de la Diócesis de Raleigh, la cual tiene 222.671 católicos registrados, además de un estimado de 250.000 hispanos católicos no registrados. Jairo Martínez, director de la Oficina de la Diversidad Intercultural y Étnica de la Arquidiócesis de Atlanta, quien comenzó a trabajar en 2003 en lo que entonces era la Oficina del Ministerio Hispano, ha sido testigo del crecimiento de sus ministerios bajo el liderazgo del obispo.

El hecho de que el Papa haya elegido a un sacerdote hispano como obispo auxiliar de Atlanta fue un acontecimiento trascendental, dijo Martínez.

“Fue una gran bendición para la comunidad”, añadió. “Creo que fue realmente bueno poder vincular la comunidad hispana con la Iglesia”.

“Recuerdo que al principio la comunidad hispana no estaba bien conectada con la Iglesia; se sentían como extraños. Tener al Obispo Zarama trajo ese tipo de familiaridad y de cultura. Me di cuenta de ello cuando vi que todo el mundo quería estar junto a él”, reflexionó Martinez.

La arquidiócesis ahora cuenta con cerca de 15 párrocos hispanos.

“Intentaremos continuar con su legado. Creo que la Arquidiócesis de Atlanta, especialmente la comunidad hispana, ha crecido mucho. Actualmente podemos ver a los líderes hispanos participando no solo en las parroquias, sino también en las oficinas arquidiocesanas”.

Martínez recibió apoyo constante del Obispo Zarama cuando las oficinas de los católicos negros y del ministerio hispano se unieron para formar la nueva oficina intercultural. Durante el proceso, Martinez dice que el obispo lo ayudó a crecer espiritualmente y a confiar en la providencia de Dios.

“Una de las cosas más importantes que recibí de él fue su ejemplo, su manera de vivir y de trabajar. Él es una persona humilde, siempre abierta… siempre dispuesta a escuchar”, reflexionó Martínez. “Algunas veces, me ayudó a discernir lo que era mejor para esta oficina y para la comunidad. A veces yo quería hacer algo y él me decía: ‘No te preocupes. Tómate tu tiempo. Las cosas sucederán cuando Dios quiera'”.

El trabajo del obispo para fomentar las vocaciones

El Padre Feiser Muñoz conoció al Obispo Zarama por primera vez cuando este último acompañó al Padre Luke Ballman, en aquel entonces director de vocaciones, a visitar seminarios en Colombia, su país natal.

“Él me apoyó mucho porque sabía lo que significaba venir de otro país, aprender un idioma nuevo, aprender la cultura y trabajar con personas diferentes”, dijo. “Él me entrevistó con el Padre Luke Ballman, ya que era el único que hablaba español”.

El Padre Muñoz describió al Obispo Zarama como un hombre sabio y compasivo, en contacto con sus emociones, quien lo inspiró a servir con autenticidad a las personas como administrador de la Misión Hispana Christ the King en Buford Highway. El padre comentó que durante sus visitas a la misión, el Obispo Zarama se quedaba después de la misa para hablar con las familias.

“Esa fue una de las cosas principales que aprendí de él, a ser tú mismo, a buscar el sitio en el que seas feliz, a hacer lo mejor que puedas y a dejar el resto en las manos de Dios”, dijo.

After the April 9, 2017 site blessing and groundbreaking for St. John Paul II Mission’s new church building in Gainesville, Bishop Luis R. Zarama takes time to speak with those who approached him for a blessing or simply to talk. Photo By Michael Alexander

Como compatriota colombiano, el Padre Muñoz también se siente inspirado por el servicio generoso del Obispo Zarama a todo el pueblo de Dios, construyendo puentes de unidad. Ahora que comienza a servir como administrador de la Iglesia de St. Clement en Calhoun y como capellán de la Reserva de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, él llevará este ejemplo consigo.

“Me siento orgulloso no solamente de tener un obispo colombiano, sino de tener la oportunidad de conocer a alguien como él”, dijo. “Él es un caballero, es muy respetuoso. Es cariñoso, se preocupa por la gente y nunca hace cosas para su beneficio propio o con el fin de impresionar. Él simplemente hace lo que hace un apóstol, lo que hace un discípulo, sirve a la gente y comparte con ella. Sencillamente está allí, disponible para aquellos que lo necesitan. Como un obispo latino, él es un buen ejemplo no solo para los sacerdotes latinos sino para todos en la diócesis”.

Como vicario general el Obispo Zarama también estuvo allí cuando el Padre Ignacio Morales comenzó, visitándolo en el seminario en México, su país natal, y asistiendo a su primera misa después de su ordenación en la Iglesia de St. Vincent de Paul en Dallas. Cuando él aceptó su primera asignación pastoral en la Iglesia de St. John Vianney en Lithia Springs, el Obispo Zarama lo animó.

“Él era muy consciente de lo que me esperaba y siempre me preguntaba cómo me estaba yendo. Y yo sentía que podía sobrellevarlo al hablar con él. Él siempre nos escuchaba y nos ofrecía mucho apoyo”.

El Padre Morales sirvió en el comité para la formación continua de sacerdotes, donde el Obispo Zarama motivaba constantemente al clero de muchas nacionalidades a unirse como una sola familia.

“El obispo estaba muy enfocado en mejorar las relaciones dentro del presbiterado”, dijo el Padre Morales. “Cuando teníamos reuniones, días de estudio y días de reflexión, por lo general siempre estaba allí, bastante visible y muy accesible”.

El personal del tribunal aprecia su paciencia

La notaria Karren DeBow trabajó con él por ocho años en el Tribunal Metropolitano y también aprecia su humildad, paciencia y respeto por los jóvenes y por las mujeres. Su paciencia se destacaba cuando el Obispo Zarama manejaba alegremente aquellas solicitudes de dispensa matrimoniales que llegaban a su escritorio en el último minuto debido a la tardanza del sacerdote, el diácono o la pareja. Una vez DeBow incluso le trajo unos documentos para aprobar un matrimonio cuando el sacerdote que oficiaba estaba a punto de comenzar la ceremonia.

“Hemos tenido varios casos similares a través de los años. Pero sabes qué, él nunca se enfadaba o se desquitaba conmigo o con el sacerdote porque yo le entregaba los papeles tarde. Él simplemente sonreía y se encargaba de ello”, comentó.

DeBow calcula que el Obispo Zarama supervisó alrededor de 6.300 dispensas y 5.400 anulaciones. Desde que el Papa Francisco solicitó la revisión del proceso de anulación con el fin de simplificarlo, más personas han aplicado, algunas con expectativas poco realistas sobre la rapidez en la que sus casos pudieran ser resueltos. El Obispo Zarama nos ayudó a concentrarnos en la meta principal, dijo.

“Él hizo algunos cambios para que pudiéramos hacer las cosas de una manera más eficiente. Obviamente, como Iglesia Católica, continuamos teniendo un respeto por la institución del matrimonio. Eso es primordial. Él no se deshizo de eso, pero los tratamos con compasión y amor. Ese fue su recordatorio, su mensaje”.

Él siempre le dio al personal la oportunidad de plantear cualquier inquietud al final de cada reunión, añadió. Más allá de las tareas del tribunal, él proporcionó orientación espiritual en las dificultades, sirviendo como una especie de coordinador de confirmación parroquial.

“Esta humildad y su habilidad de escuchar, son las cualidades más fuertes que veo en él, (eso) y el permitir que el Espíritu Santo lo guíe,” añadió. “El hecho de que él haya escogido el tema de ‘Dios es amor’ es apropiado. Le encaja perfectamente y nunca he visto nada diferente en él. Trabajar con él y para él, siempre ha sido un gran placer, sin perder de vista el objetivo mayor de servir al pueblo de Dios aquí en Atlanta”.

El Padre Morales viajó a Raleigh para asistir a su misa de instalación, siempre agradecido por la presencia del Obispo Zarama en su primera misa.

“Estamos muy orgullosos de él”, dijo. “Es triste verlo partir, pero todos lo entendemos. Él fue un pacificador. Su personalidad es muy suave. Su relación con Dios y su espiritualidad lo hacen muy accesible, y eso será muy bueno para la gente”.

“Él pertenece a la Iglesia, y tiene la responsabilidad de cuidar de ella como un todo y de velar por la Diócesis de Raleigh”, dijo el Padre Morales.