Vatican City
Fátima 100 años después: La historia continúa atrayendo atención
By JUNNO AROCHO ESTEVES, Catholic News Service | Published abril 20, 2017 | Available In English
CIUDAD DEL VATICANO (CNS)—Aunque la conversión y la oración son el núcleo de los mensajes de María en Fátima, Portugal, los milagros y los fenómenos inexplicables que acompañaron los eventos hace 100 años continúan intrigando igualmente a los creyentes y no creyentes.
Las apariciones de María en Fátima en 1917 no fueron los primeros sucesos sobrenaturales reportados allí.
Dos años antes de que María se le apareciera a los tres niños pastores—Lucía dos Santos y sus primos, Jacinta y Francisco Marto—ellos tuvieron una visión extraña mientras rezaban el rosario en el campo, según las memorias de la hermana Lucía, quien se había convertido en monja carmelita.
“Apenas habíamos comenzado cuando, allí ante nuestros ojos, vimos una figura situada en el aire encima de los árboles. Parecía una estatua hecha de nieve, casi transparente por los rayos del sol”, ella escribió detallando lo que vieron en 1915.
El año siguiente, Francisco y Jacinta recibieron permiso para atender los rebaños de su familia y Jacinta decidió unirse a sus primos en un campo propiedad de sus familias.
Era 1916 cuando la misteriosa figura apareció otra vez, esta vez acercándose lo suficiente “para distinguir sus facciones”.
“¡No teman! Soy el Ángel de la Paz. Oren conmigo”, recordó sor Lucía que el ángel les dijo.
Ninguno de los tres le contó a nadie acerca de la visita del ángel y no recibieron otras visitas celestiales hasta el 13 de mayo de 1917. Mientras los niños atendían sus ovejas y jugaban, quedaron sorprendidos por dos destellos relampagueantes.
Mientras bajaban una ladera, los niños vieron “una dama toda vestida de blanco” parada en un árbol pequeño. Esta fue la primera de seis apariciones de María, quien cada vez dio un mensaje particular:
13 de mayo de 1917. Cuando los niños le preguntaron quién era y de dónde venía, la dama dijo que era “del cielo” y que revelaría su identidad más tarde. Ella les pidió a los niños regresar a la Cova da Iria el día 13 de cada mes durante los próximos seis meses y les pidió que rezaran el rosario todos los días “para obtener paz para el mundo” y el fin de la Primera Guerra Mundial.
13 del junio de 1917. La dama dijo que se llevaría al cielo a Francisco y Jacinta, mientras que Lucía permanecería en la Tierra durante “un tiempo más largo” para establecer devoción al Inmaculado Corazón.
13 julio de 1917. La dama dijo que revelaría su identidad en octubre y “realizaría un milagro para que todos lo vieran y creyeran”. Después de decirles a los niños que hicieran sacrificios por los pecadores, ella reveló tres secretos. Dos de los secretos no fueron compartidos públicamente hasta 1941 y el tercero, escrito por sor Lucía y enviado al Vaticano, no fue emitido hasta el 2000.
El primer secreto consistía en una visión del infierno en la cual los niños vieron “un mar de fuego” con demonios y seres humanos gritando “en dolor y desespero”. Sor Lucía dice en su memoria que la gente de los alrededores, que habían comenzado a reunirse entorno a los niños el 13 de cada mes, la oyó “gritar” durante la aterradora revelación.
El segundo secreto fue que, aunque la Primera Guerra Mundial terminaría, “una peor comenzaría” si la gente continuaba ofendiendo a Dios.
A los niños se les dijo que esa calamidad se evitaría si Rusia era consagrada al Inmaculado Corazón. Aunque sor Lucía confirmó que la consagración fue apropiadamente hecha por el papa Pío XII en 1942 y por san Juan Pablo II en 1984, algunos devotos de Fátima continúan argumentando que no fue así.
El tercer y último secreto, publicado 83 años después de las apariciones de Fátima, fue una visión de un “obispo vestido de blanco” asesinado entre los escombros de una ciudad en ruinas. La interpretación oficial del Vaticano, discutida con sor Lucía antes de publicarla, fue que esta se refería a la persecución de los cristianos en el siglo 20 y, específicamente, al atentado contra la vida de san Juan Pablo II en 1981.
El cardenal Joseph Ratzinger, quien se convertiría en el papa Benedicto XVI, era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe cuando el tercer secreto se publicó en el 2000. Presentando el secreto y la interpretación ante la prensa, él dijo que el propósito de la visión no era mostrar un “futuro irrevocablemente fijo”, sino “movilizar las fuerzas de cambio en la dirección correcta”.
19 de agosto de 1917. La dama dijo que realizaría un milagro en octubre y pidió que el dinero dado por los peregrinos fuera usado para construir una capilla en el lugar de las apariciones.
13 de septiembre de 1917. La dama les pidió continuar rezando el rosario “para obtener el fin de la guerra” y dijo que Jesús, san José, Nuestra Señora de los Dolores y Nuestra Señora del Carmen aparecerían durante el milagro en octubre.
13 de octubre de 1917. A pesar de la intensa lluvia, decenas de miles de personas fueron a Cova da Iria para presenciar el tan esperado milagro.
La dama se identificó como “Nuestra Señora del Rosario” y dijo que la guerra terminaría y los soldados regresarían a sus hogares. Después de pedirle a la gente que dejara de ofender a Dios, ella abrió sus manos, las cuales reflejaban luz hacia el Sol.
Trece años después de la última aparición de María en Fátima los obispos de Leiria declararon las visiones de los tres niños pastores “dignas de creer” y permitieron la veneración de Nuestra Señora de Fátima.