Lilburn
Año de la Misericordia trae gracia de matrimonio sacramental a parejas en espera
By PRISCILLA GREEAR, Especial para The Georgia Bulletin | Published enero 26, 2017 | Available In English
LILBURN— Para acercar almas al corazón de Cristo durante el Año de la Misericordia, Our Lady of Las Americas Mission en Lilburn y la hermandad de Atlanta devota al Señor de los Milagros, extendieron sus manos a un número de parejas hispanas que sirven en la Iglesia pero que no pueden recibir la Eucaristía y otros sacramentos.
Seis parejas casadas por lo civil, recibieron ayuda para prepararse para los sacramentos que todavía no habían recibido, terminando en noviembre con las “Bodas de Misericordia”, una misa matrimonial celebrada en conjunto donde sus matrimonios fueron convalidados en la Iglesia Católica.
El Padre Guillermo Córdoba, párroco de la misión de habla hispana, celebró la misa. Las parejas eran de los siguientes países: Perú, Colombia, El Salvador, Guatemala y México.
Arraigada en la devoción peruana de siglos de antigüedad, la Hermandad del Señor de los Milagros patrocinó el programa de alcance para miembros activos y otras parejas católicas de la arquidiócesis. Esto lo hicieron en colaboración con la misión como una acción concreta para el Año de la Misericordia convocado por el Papa Francisco, el cual concluyó en noviembre. A principios del Año de la Misericordia, el Papa Francisco anunció reformas en el proceso de anulación matrimonial que fueron diseñadas para hacerlo más rápido y de ser posible gratuito, con algunos casos para ser decididos por el obispo local.
Una clase sacramental combinada ofrecida semanalmente en español y dirigida por miembros de la hermandad y oradores independientes, comenzó en marzo de 2016 e incluyó preparación para el bautismo, la comunión y la confirmación, además del matrimonio. Aptas para ingresar en un matrimonio católico, seis parejas convalidaron sus matrimonios en la misa matrimonial. Otras parejas participaron en clases, pero no pudieron recibir el sacramento debido a requisitos eclesiales. Algunos han iniciado el proceso de anulación de un matrimonio previo.
“El Papa Francisco ha hablado sobre el Año de la Misericordia y cómo necesitamos ir fuera de la Iglesia para acercar a la gente a estar en gracia con Cristo”, dijo Ana Maria Culverhouse, miembro fundador de la Hermandad del Señor de los Milagros de Atlanta.
Ellos quisieron actuar acorde a la invitación del papa, dijo.
“Tenemos que ir y traer a todas aquellas personas que no están practicando los sacramentos a las puertas de las aguas del Espíritu Santo para que puedan venir a la Iglesia y estar en un estado de gracia para convertirse en cristianos activos”, dijo.
“Debido al Año de la Misericordia quisimos extender la misericordia a otros”.
“Me quería casar por la Iglesia”
Gabina Rios de Reyes y Pedro Reyes son parte de aquellos que respondieron al llamado para recibir el sacramento del santo matrimonio. Casada por lo civil a los 17 años y luego divorciada, la Sra. Reyes, nativa de Perú, nunca se había casado con su pareja de 25 años con quien tiene un hijo de 22 años de edad. Comenzaron las clases matrimoniales en el 2005, pero la Sra. Reyes dijo que nunca recibió el permiso necesario de la Iglesia para casarse. Después de participar en este programa, ella dijo que finalmente recibió permiso para proceder, casándose primero por lo civil en febrero y luego por la Iglesia en noviembre. Su hijo asistió con alegría, así como miembros de la familia que vinieron de lugares tan lejanos como Argentina y España.
“Quería casarme por la Iglesia. Estaba molesta y frustrada, pero me dije a mi misma que tenía que esperar por el Año de la Misericordia y luego pude hacerlo. … Mi fe siempre ha estado ahí, pero debido a las circunstancias no podía recibir los sacramentos”, dijo la Sra. Reyes, miembro activo de la misión y de la hermandad.
“El padre me envió a la arquidiócesis y ellos también me dijeron que estaba libre y que podía contraer matrimonio”, dijo. “Puedo ser un ejemplo a seguir y enseñarle a otros a tomar este camino. Voy a continuar en el camino que he elegido para toda mi vida. Yo fui bautizada y criada católica por mis padres. Estoy en este viaje con mi esposo y mis hijos”.
El presidente fundador de la hermandad, el Dr. William Eyzaguirre creó el programa de alcance e invitó a Culverhouse, al miembro fundador de Julia Grimaldo y al ex-presidente Rudy Arroyo a unirse a la iniciativa para fortalecer las bases espirituales de la asociación peruana durante su 25º aniversario en la arquidiócesis. La asociación es un ministerio en la misión, la cual alberga una imagen del Señor de los Milagros. Sus miembros son de diferentes nacionalidades sudamericanas y participan en actividades de alcance comunitario y en una misa devocional en octubre.
Culverhouse dijo que algunos miembros casados por lo civil pero no por la Iglesia, no pueden costear una boda eclesiástica, mientras que otros carecen de prerrequisitos sacramentales y no han terminado las clases debido a sus horas de trabajo.
Tocados por el Espíritu Santo, los participantes vinieron con alegría, algunos incluso con sus hijos esperando afuera de las aulas. Algunos solo necesitaban una cálida invitación y la aceptación de su situación, dijo ella.
La misión quiere continuar con el programa
“Tenemos que ser embajadores del amor de Dios. Necesitamos facilitar que las personas puedan acercarse a la gracia. Nosotros queremos que sean activos y que se enamoren de Cristo”, dijo. “Estas personas estaban hambrientas, pero necesitaban que alguien les dijera que está bien, que no tienen que esperar más tiempo. Hagan su mejor esfuerzo y vamos a facilitárselos para el Año de la Misericordia. … El Santo Padre los invita a hacerlo y nosotros vamos a estar junto a ustedes”.
Culverhouse lo comparó con los invitados a un banquete celestial que no participan de la fiesta.
“Venían a misa, pero no recibían la fiesta de la Eucaristía…Queremos que participen a plenitud de las gracias que ofrece la Iglesia Católica”, dijo.
Es “más como una transformación interior”, dijo. Ellos están “realmente caminando con el milagro de Cristo mismo a través de la Eucaristía”.
Esa transformación eleva todos los aspectos de la vida, desde el trabajo hasta el momento de oración.
“Es la sanación espiritual porque el Cristo de los Milagros los miró con misericordia y amor y les dijo: ‘Vengan a mí si tienen sed y beban de mi fuente de gracia’ ”.
La Sra. Reyes encuentra una paz profunda en un matrimonio sacramental y espera que la Iglesia siga llegando a las muchas parejas que buscan el matrimonio.
“Fue una experiencia única. Estuve esperando durante muchos años. Debido a la gracia de Dios estamos felices y dichosos. Fue una experiencia muy bella”, dijo.
Leonardo Jaramillo, director de educación religiosa, dijo que a través del programa la misión descubrió la necesidad de proporcionar más educación y ayuda para reducir el miedo y poder guiar a las parejas en la preparación para el matrimonio eclesiástico y el proceso de anulación.
“Hay un gran grupo de personas que viven en uniones libres pero quieren casarse. Sin embargo, tienen un montón de obstáculos y no saben cómo resolverlos”, dijo. “Quiero continuar con las Bodas de Misericordia todos los años. Ha sido maravilloso. No solo han logrado casarse, sino que también han obtenido educación religiosa”.