La importancia de la educación
By EL OBISPO JOHN N. TRAN | Published agosto 11, 2023 | Available In English
“Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia, delante de Dios y de los hombres.” Lucas 2:52
Ahora que los estudiantes comienzan un nuevo año de estudios, me siento un poco fuera de lugar. Esta es la primera vez, desde que fui ordenado sacerdote hace 31 años, que no tengo que prepararme para un nuevo año escolar. De ahí que me pregunto, “¿Por qué necesitamos una educación?” “¿Por qué tengo que ir a la escuela?,” podría preguntar un niño pequeño a sus padres. Probablemente estén pensando, “eso es obvio, para aprender, ¡por supuesto!”
Hay muchas más respuestas de las que puedo contar, pero ¿por qué no comenzar con Jesús? En el Evangelio de Lucas, él viaja al Templo de Jerusalén con María y José y termina quedándose atrás para asombrar a sus mayores con su conocimiento. Y, sin embargo, una vez que sus agobiados padres lo encuentran y lo llevan a Nazaret, Jesús crece en “sabiduría, estatura y gracia”.
Si Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, creció en sabiduría, con seguridad, nosotros también necesitamos hacer lo mismo, y una educación es por donde se empieza.
El tiempo que pasamos en la escuela no solo nos enseña materias de estudio, también nos enseña cómo vivir y aprender en comunidad. Mirando hacia atrás, estoy profundamente agradecido con los salesianos por darme la oportunidad de asistir a su escuela secundaria en Goshen, Nueva York. Ellos, con la ayuda de sus benefactores, me proporcionaron un descuento en la matrícula, el alojamiento y la comida. Me brindaron la oportunidad de estudiar y aprender la fe católica. Esos cuatro años de escuela secundaria, lejos de la familia, fueron a veces difíciles, pero cambiaron el curso de mi vida.
La educación es una escuela para el corazón y la cabeza. Aunque queremos dar lo mejor de nosotros, usar los dones de Dios lo mejor que podamos, también sabemos que las calificaciones no son el objetivo final. Nuestro objetivo final es conocer al Señor, amarlo y servirle. Él, quien te bendijo con inteligencia, merece que utilices tus bendiciones con sabiduría y bondad.
La educación es el terreno donde se siembran las semillas y florecen nuevas ideas. Es la oportunidad de florecer con los dones implantados en tu corazón y mente. A medida que avanzas por la vida, muchas cosas vendrán y se irán; incluso, muchas te serán arrebatadas, dinero, estatus, amigos. Pero una buena educación nunca te la podrán quitar. Es un regalo para que lo aprecies.
Como dijo el ganador del Premio Nobel de la Paz Nelson Mandela, “La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”. Es un regalo que se te ha dado. Úsala con sabiduría y destreza, y agradece siempre a quienes te bridan la oportunidad de que recibirla sea posible para ti.
Oro para que todos, a través de nuestra educación, crezcamos en “sabiduría, estatura y gracia”.