Un viaje de descubrimiento para nuestro nuevo obispo
By ARCHBISHOP WILTON D. GREGORY, Comentario | Published junio 1, 2017 | Available In English
¡Ned estuvo de pesca en Colorado la semana pasada!
El Obispo Designado Ned Shlesinger había organizado este viaje al final del año académico del Seminario de St. Charles Borromeo en Philadelphia con el fin de estar presente en la celebración de varias ordenaciones locales. Él lo había planeado mucho antes de que el Papa Francisco interviniera y lo nombrara como nuestro nuevo obispo auxiliar.
Ned quizás pensó inicialmente que estos días de descanso y ocio le permitirían relajarse después de un largo año en el seminario, necesitaba ese tiempo para examinarse a sí mismo. Sin embargo ahora ese tiempo no solo era necesario para concluir su ministerio en el seminario, sino también para prepararse para su llegada a Atlanta.
Pronto llegará a vivir Atlanta y transferirá su servicio pastoral a esta Iglesia local. Durante su breve visita dos semanas atrás para el anuncio público de su nombramiento, conoció a mucha gente que pareció estar muy impresionada con su carácter cálido, amable y sincero.
Mientras intentaba sacar unas cuantas truchas de algunos riachuelos en Colorado, estoy seguro de que su corazón estaba lleno de emoción y asombro ante lo que había sucedido en su vida. Como todos nosotros en algún momento, los acontecimientos que nos toman por sorpresa demandan tiempo y oración profunda para poderlos comprender plenamente.
Durante nuestro tiempo juntos, Ned me dijo que no tenía títulos avanzados para aportar al episcopado. Los títulos avanzados no siempre preparan al corazón humano adecuadamente para un ministerio de compasión, generosidad y servicio. Las credenciales académicas pueden ser muy beneficiosas, pero no pueden sustituirse por sentido común o suplantar la empatía humana. Ned viene a nosotros como un hombre sencillo, cariñoso y gentil que posee esas virtudes, las cuales hacen que un servidor sea siempre exitoso.
El obispo designado necesitará conocer y entender las comunidades y la gente de la Arquidiócesis de Atlanta, y eso le llevará algún tiempo. Somos una familia de diversas culturas, razas y tradiciones. Nuestras diferencias son bendiciones y, al mismo tiempo, oportunidades ministeriales.
Su propia formación será el lente a través del cual él nos verá. Su historia militar, formación sacerdotal en Washington, D.C. y Roma, su servicio pastoral en la Diócesis de Raleigh y sus intereses y experiencias personales lo prepararán para convertirse en nuestro obispo auxiliar. Nosotros ayudaremos a formarlo y moldearlo para este nuevo servicio.
Ned tiene la voluntad, pero en este momento de su vida, también tiene un corazón algo ansioso, el mismo tipo de corazón que el Espíritu Santo regularmente convierte y transforma en el corazón de un pastor.
Mientras pescaba en Colorado, debió haber pensado sobre muchas cosas, además de intentar pescar algunas truchas. Espero y oro para que también estuviera encontrando la seguridad y la confianza en la habilidad que tiene Dios para llevar a cabo en cada uno de nosotros sus propios planes y designios si se lo permitimos.
Una vez que el obispo designado llegue a Atlanta, necesitará descubrir la ubicación de los mejores riachuelos en las montañas del norte de Georgia para encontrar la mejor trucha, y un poco de paz y tranquilidad para continuar comunicándose con Dios a través de la oración y entender lo que él le pide.
Ned también es un golfista novato, y espero con ansias poder mostrarle muchos de los campos de golf en Atlanta donde con frecuencia he demostrado mi gran falta de talento y disfrutado risas genuinas junto a muchos de ustedes. Pero mi reto más satisfactorio e importante será ayudarlo a conocer al gran pueblo de la Arquidiócesis de Atlanta, el cual pronto llegará a convertirse en el premio que él se merece.