Preservando los corazones abiertos de los niños
By ARCHBISHOP WILTON D. GREGORY, Comentario | Published febrero 23, 2017 | Available In English
Nunca ha sido ningún secreto que me encanta cuando mi ministerio me pone en contacto personal con nuestros niños. Esos encuentros maravillosos me llenan de vida. Hacen que todos los problemas que podría estar enfrentando valgan la pena.
El Mes de la Historia Afroamericana generalmente me trae varias de esas felices oportunidades, ya que me convierto en “protagonista” de algunos de los proyectos escolares de los jovencitos. Este año tuve el placer de ser entrevistado por un estudiante de tercero y uno de cuarto grado como sujeto de sus proyectos de clase. Uno de ellos era de la escuela St. Thomas More y el otro de la escuela Fernbank. Ambos fueron eventos encantadores.
Cada uno de estos niños me había seleccionado como un afroamericano “famoso” a quien querían entrevistar. Sus preguntas revelaban su inocencia y el maravilloso espíritu abierto que le pertenece a los niños. Estos niños están aprendiendo la importancia de amar y respetar a las personas sin restricciones predeterminadas impuestas por raza, cultura u orígenes. Ellos son para mí, señales de esperanza de que el mundo de mañana será un poco mejor que en el que vivimos hoy. Que Dios siga llenando sus corazones con una intachable apertura hacia otras personas.
Después de haber contestado sus preguntas, comencé a preguntarme a quién podrían recurrir ellos en búsqueda de respuestas a las preguntas aún más importantes que les depara la vida. ¿Quién los ayudará a comprender la violencia que tan a menudo satura los medios de comunicación, describiendo el odio que sigue apartando a las personas debido a las diferencias raciales, religiosas o étnicas? El ayudarles a permanecer abiertos y aceptar las diferencias personales entre seres humanos sin sentirse amenazados o asustados por estas, continuará siendo responsabilidad de los padres y familiares. Nuestra Iglesia también tiene la importante responsabilidad de ayudar a formar a estas almas jóvenes para que puedan reconocer a Cristo en otras personas.
¿Quién les explicará las razones detrás de muchas de las consignas populares que inundan los medios de hoy? Nunca se les ocurriría a estos dos maravillosos pequeños en este momento que los negros no importan igual que las otras vidas humanas. Sin embargo, a medida que crezcan y comiencen a enfrentar los desafíos del mundo en que vivimos, deberán entender que el odio y el pecado hacen que a veces algunas personas digan y hagan cosas terribles. ¿Cómo podemos ayudar a preservar esa maravillosa apertura e inocencia con las que Dios los ha bendecido en este momento de sus cortas vidas?
El Mes de la Historia Afroamericana es una ocasión anual donde todos nosotros, incluyendo a nuestros jóvenes, podemos detenernos a considerar una parte importante de la historia americana, una historia que nos incluye a todos nosotros y a ellos también. La historia afroamericana es parte de la historia americana, y le pertenece a la esencia de esta nación.
Así como estos niños le han hecho preguntas a su arzobispo, él tiene algunas para ellos. ¿Continuarán aportando ustedes un espíritu de apertura y de bondad al mundo que les espera? ¿Continuarán instándolos sus padres, familiares y amigos a explorar el mundo con un corazón abierto? ¿Recordarán ustedes cuánto aprecia y respeta este arzobispo a sus familias por la excelente base religiosa que les están ofreciendo y a través de ustedes al mundo que yace al frente para ustedes, ellos y todos nosotros?