Un momento para conmemorar el patrimonio y los sacrificios
Published febrero 19, 2015 | Available In English
Tengo que admitir que no soy un gran fanático de las películas, y esa realidad es una gran decepción para al menos uno de los jóvenes sacerdotes de la Arquidiócesis quien se siente tan atraído por el cine como las abejas a la miel. Una vez me dijo que planeaba levantarse a ver una nueva película que sería estrenada a las 3:00 de la madrugada. Lo miré pensando que estaba loco. Pero para algunos aficionados al cine, el sacrificio de levantarse a una hora tan inoportuna es el pequeño precio que deben pagar por estar entre los primeros en ver el lanzamiento de una película nueva.
La última película que vi fue “42” hace dos años. Fui invitado por un empresario de Atlanta cuya firma organizó el lanzamiento de esta película sobre la historia autobiográfica de Jackie Robinson. Fue una película que logró capturar al mejor estilo Hollywoodense un momento crucial en la sociedad norteamericana—la ruptura de la barrera del color en uno de los pasatiempos más populares de este país, el béisbol.
Lo que hizo Jackie Robinson en el diamante de béisbol, lo que los aviadores Tuskegee hicieron durante la Segunda Guerra Mundial, lo que hicieron Rosa Parks, el Dr. King y Ralph Abernathy durante la época de los derechos civiles y lo que miles de otros hicieron en apoyo a ese movimiento crucial, son legados que todos nosotros debemos considerar durante el Mes de la Historia Negra — especialmente aquí en Atlanta, una ciudad propiamente identificada con los triunfos y sufrimientos de esa época.
Hay un gran número de otras películas contemporáneas que han asumido la tarea de intentar capturar las acciones heroicas y las personalidades de quienes lucharon por la libertad y la justicia — algunas con más precisión y éxito que otras. Aun cuando estas películas pueden ser bastante entretenidas, el patrimonio y los sacrificios que intentan retratar en la pantalla siempre se quedarán cortos ante el verdadero heroísmo de aquellos cuya valentía sentó las bases de los derechos civiles en esta nación. El Mes de la Historia Negra es una oportunidad para todos nosotros de mirar al pasado y meditar sobre ese gran patrimonio de fe y la búsqueda incesante de justicia de miles de personas—de todas las razas—que hacen que esta nación sea una comunidad cada vez mejor. Lamentablemente, todos sabemos que estas luchas aún no han terminado. Y muchos eventos durante el pasado año confirman que todavía hay mucho trabajo por hacer de nuestra parte.
Ninguno de nosotros se ve a sí mismo como una persona muy heroica o de interés noticioso, al contrario, usualmente nos vemos más como observadores de la historia en lugar de protagonistas. Sin embargo, esta semana una niña de tercer grado de la parroquia de la Catedral me recordó que yo también tenía un papel que desempeñar—al menos en su mundo. Como parte de su observancia del Mes de la Historia Negra en su escuela, se le pidió preparar un proyecto sobre “un famoso y/o influyente afroamericano”, y Bridget ¡me eligió a mí! Así que estoy deseando ser entrevistado por esta joven porque ella representa el futuro brillante de nuestra nación y creo que una parte importante del patrimonio de armonía racial de quienes protestaron, organizaron manifestaciones sentados y soportaron violencia física y encarcelamiento para lograr justicia y dignidad a su paso.
Bridget es demasiado joven y probablemente sus padres también lo son como para recordar personalmente la violencia que a menudo acompañó esas luchas. Sin embargo, ella es un enlace muy importante con nuestro futuro, y me siento honrado de poder fomentar y apoyar su interés y el de sus otros compañeros de clase que también están preparando proyectos para el Mes de la Historia Negra.
Bridget acaba de hacer su Primera Comunión el año pasado, y ya participa activamente en actividades con la familia de la parroquia de la Catedral junto a su propia familia. El Mes de la Historia Negra, por lo tanto, no solo se trata sobre mirar atrás a los acontecimientos ya ocurridos, sino también sobre mirar adelante hacia el futuro, y Bridget nos ayudará a su familia y a mí a ver con esperanza un mañana que ella liderará junto a sus compañeros y amigos.