Lo Que He Visto Y He Oído (14 Mayo 2009)
Published mayo 14, 2009 | Available In English
Aunque a lo largo de los siglos hubo mucho esfuerzo por remediarlo, el cisma sigue siendo una gran aflicción y fuente de escándalo para todos los cristianos. En los últimos 50 años, los Papas y los Patriarcas Ecuménicos se han ido acercando fraternalmente cada vez más de manera minuciosa y esperanzada. Los líderes de ambas Iglesias, la Occidental y la Oriental, han mostrado mucho interés y el deseo de remediar la rotura que todavía desfigura a la Iglesia que Cristo fundó. Hay un espíritu optimista de que nos estamos acercando cada vez más y que pronto veremos el día cuando la reconciliación llegue a total plenitud. No será fácil porque todavía hay muchos asuntos sin resolver sobre diferencias históricas y serias diferencias teológicas de alta complejidad que distinguen a estas dos grandes comunidades eclesiásticas. Sin embargo, confiamos que nos vamos acercando mutuamente en amor, verdad y respeto muto.
El miércoles pasado por la tarde, católicos y ortodoxos de la comunidad de Atlanta compartieron la esperanza y la oración por la unidad cristiana al reunirse para celebrar el Año de San Pablo, actualmente celebrado por ambas Iglesias. Mi venerable hermano, su Eminencia el Metropolitano Alexios, Obispo Griego Ortodoxo de la Metrópolis de Atlanta, acompañado por un gran número de sus sacerdotes y una abundante efusión de fieles, vino a la Catedral Christ the King para compartir el servicio de oración en honor de San Pablo y para pedirle al Señor que sane las divisiones que separan a nuestras Iglesias. El Metropolitano Alexios es un amigo devoto de los hermanos católicos desde hace mucho tiempo y apoya incondicionalmente el diálogo ecuménico que algún día unirá formalmente a ambas Iglesias.
Muchos de los que participaron en ese evento comentaron sobre la gran alegría que sentían con la realización de tal acontecimiento. Varias personas indicaron que gozaban de ambas herencias, tanto ortodoxa como católica, al ser hijos de matrimonios mixtos o ellos mismos pertenecer a matrimonios mixtos. Muchos preguntaron cuando se realizaría otra reunión similar para que los lazos que nos unen puedan ser fortalecidos otra vez más. Los coros de ambas comunidades compartieron la herencia musical que reflejaba cada comunión. Las lecturas y oraciones utilizadas hacían honor a San Pablo, el gran apóstol misionero, y nos recordaron de la herencia común que compartimos durante los primeros mil años de historia cristiana.
Quisiera agradecer a todos los que planearon y prepararon este acontecimiento maravilloso y a todos los que participaron. Nuestros queridos sacerdotes asistieron junto con muchos de los fieles. Nuestra catedral estaba colmada de cristianos católicos y ortodoxos que le pidieron al Espíritu Santo que llegue pronto el día en que seamos una vez más una sola Iglesia y demos al mundo testimonio de amor, unidad y fe; Cristo mismo oró por todo esto la noche antes de morir por todos nosotros.