Georgia Bulletin

The Newspaper of the Catholic Archdiocese of Atlanta

Campus ministers and counselors from Cristo Rey Atlanta Jesuit High School gathered in the school cafeteria to prepare food donations for student families. Catholic Charities Atlanta sent donations to the school to help those in need of food due to the coronavirus pandemic. Photo courtesy of Catholic Charities Atlanta

Atlanta

Caridades Católicas y San Vicente de Paúl responden al coronavirus 

By SAMANTHA SMITH | Published abril 21, 2020  | Available In English

ATLANTA—Ser una familia autosuficiente ha adquirido un nuevo significado ya que la pandemia del COVID-19 ha causado una gran pérdida de empleos en los Estados Unidos y en todo el mundo.
Sin embargo, Caridades Católicas Atlanta mantiene su misión de autosuficiencia para las familias a las que sirve. El desafío inmediato es conservar vigentes las relaciones con los clientes cuando el personal no puede verlos, dijo Vanessa Russell, directora ejecutiva de CCA.

El coronavirus es un gran golpe para San Vicente de Paúl, Georgia, ya que ha ocasionado el cierre de 11 de sus tiendas de segunda mano, la cancelación de colectas de alimentos y la reducción de donaciones financieras. El virus limita la asistencia directa disponible para la comunidad, dijo John Berry, director ejecutivo del capítulo estatal.

A pesar de las adversidades, ambos ministerios están comprometidos a servir a tantas familias como sea posible.

“Estamos encontrando formas de trabajar con lo que tenemos y aún ofrecer servicios y programas con pautas de distanciamiento social”, dijo Berry.

Russell está de acuerdo en que ha sido un desafío, pero la organización está trabajando para superar los obstáculos.

“Hemos encontrado nuevas formas de abogar por nuestros clientes”, indicó.

Escasez de alimentos

Las necesidades alimentarias han aumentado para ambos ministerios. El 24 y 26 de marzo, Caridades Católicas llevó a cabo colectas de donaciones desde los automóviles, en las cuales se recogieron, limpiaron y prepararon donaciones de alimentos para los destinatarios. A principios de abril, se realizaron donaciones para personas mayores de bajos ingresos en el Hogar de San José y en varias parroquias y para ayudar a otras personas necesitadas. También se entregaron donaciones a la Escuela Secundaria Jesuita Cristo Rey Atlanta, donde los voluntarios prepararon cajas de comida para las familias de los estudiantes.

Las mejores donaciones de alimentos para Caridades Católicas son porciones individuales de comida que puedan abrirse fácilmente (pop-top) o alimentos que se pueden cocinar en el microondas. Las tarjetas de regalo para supermercados también son útiles.

“Vamos a intentar usar más tarjetas de regalo para poner dinero en las manos de los clientes que lo necesitan”, dijo Russell.

Para los voluntarios y el personal que trabaja con las colectas de comida, los guantes, las máscaras y las toallitas desinfectantes también son artículos bienvenidos.

Las donaciones de alimentos para San Vicente de Paúl han cambiado desde la propagación del coronavirus. El “modelo de despensa de alimentos de libre elección que permitía a los clientes la dignidad de comprar sus propios comestibles ha cambiado a un modelo de caja preparada”, dijo Berry.

El personal y los voluntarios se movilizaron para entregar cajas de alimentos a 82 clientes a fines de marzo y principios de abril, totalizando más de 1.500 libras de alimentos.

San Vicente de Paúl ha establecido puntos de entrega de emergencia para aquellos que desean donar alimentos perecederos y no perecederos. Además se están aceptando donaciones en la tienda de segundas de San Vicente de Paúl Chamblee, 5463 Peachtree Road, y en el centro de apoyo familiar de Chamblee, en 2050 Chamblee Tucker Road, de lunes a viernes de 10 a.m. a 2 p.m.
También “se pueden comunicar con la conferencia local de San Vicente de Paúl en su parroquia para ver cómo pueden ayudarlos con servicios específicos, como entregas de alimentos y colectas”, añadió Berry.

Desempleo y facturas

Uno de los efectos mayores de la pandemia del coronavirus es la cantidad de personas que han perdido sus empleos y no pueden pagar ni el alquiler ni los servicios públicos.

“No es solo una crisis de salud, sino también una crisis económica”, señaló Russell.
Además de ayudar a sus propios clientes, Caridades Católicas ayudó a 10 familias con HomeFirst Gwinnett, una asociación de cooperación con múltiples organizaciones, a permanecer alojadas y alimentadas.

“Queremos mantener a las familias juntas”, dijo Russell. “Queremos mantenerlas seguras”.

El mayor problema es que la gente no tiene trabajo, indicó. La ayuda de desempleo no reemplaza un salario. Si esto continúa por más de tres meses, algunos enfrentarán graves dificultades económicas, explicó Russell.

Las solicitudes de asistencia financiera han aumentado a medida que las facturas de abril deben pagarse, explicó Berry.

“Solo porque los proveedores de servicios públicos han establecido moratorias en las desconexiones y no se están procesando desalojos, esas facturas no son perdonadas”, dijo Berry.

Los trabajadores sociales voluntarios están ayudando a las personas de forma remota con el alquiler y otra asistencia financiera, pero se necesitan donaciones para continuar sirviendo a los necesitados. Un fondo de respuesta para aquellos afectados por COVID-19 está aceptando donaciones en línea.

Otros servicios

Ambas organizaciones han encontrado formas de apoyar a aquellos a quienes sirven siguiendo los lineamientos de distanciamiento social y otras recomendaciones de salud pública en respuesta al coronavirus. Ambas asisten a sus clientes de una manera más virtual, utilizando teléfonos, Zoom, aplicaciones y otros programas.

Russell indicó que CCA está implementando nueva tecnología para permitir el asesoramiento continuo de las personas de diferentes maneras.

San Vicente de Paúl, quien ayuda con la preparación de impuestos, ahora lo hace a larga distancia. Las visitas domiciliarias también se están haciendo de forma remota, por teléfono únicamente, señaló Berry.

Además de vivienda y comida, Caridades Católicas también está aceptando donaciones de computadoras portátiles y tabletas para ayudar a los estudiantes con el aprendizaje a larga distancia ya que las escuelas están cerradas. Los voluntarios también están dando clases particulares a los estudiantes por teléfono y en línea.

A medida que el coronavirus continúa impactando vidas, Caridades Católicas Atlanta y San Vicente de Paúl están discutiendo nuevas formas de trabajar unidas para ayudar a las personas durante la pandemia.

“Estamos innovando y sirviendo”, dijo Russell.