El corazón del Misterio Pascual
By ARCHBISHOP WILTON D. GREGORY, Comentario | Published abril 11, 2018 | Available In English
Todo aquel que ha sido dueño de un auto sabe que este necesita un cambio de aceite regularmente. Los mecánicos de automóviles extraen el aceite viejo y usado y lo reemplazan con aceite fresco y nuevo, generalmente cambiando también el filtro. Este proceso ayuda a que el motor y las otras partes funcionen bien y eficientemente.
Esta semana, la Iglesia cambia sus lubricantes a través de la bendición de los santos óleos que utilizaremos durante el próximo año. Estos aceites santos, los cuales son bendecidos durante la Misa Crismal, nos permiten desempeñarnos bien y hábilmente predicando y viviendo la Buena Nueva de Jesucristo en todo el territorio de esta Iglesia local.
Estos oleos son utilizados durante momentos sacramentales importantes que marcan nuestro recorrido de fe. La semana pasada, dimos la bienvenida a nuestros hermanos y hermanas más nuevos en el comienzo de sus vidas de fe a través de los Sacramentos de Iniciación durante la Pascua. A lo largo de todo el próximo año, cuidaremos cariñosamente de aquellos que están concluyendo su vida pacíficamente a través de la unción de los enfermos. En cada momento de nuestro viaje religioso, la Iglesia nos acompaña con los óleos de la vida. Los jóvenes serán confirmados, los clérigos ungidos y los altares bendecidos con el Santo Crisma. Estos momentos de fe deben recordarnos que la Pascua es realmente el comienzo del año de nuestra fe, la iniciación de la vida para los creyentes.
Hay algo nuevo que pertenece al corazón del Misterio Pascual, la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor. “He aquí, yo hago nuevas todas las cosas”, escribe el autor del capítulo 21 del libro del Apocalipsis, describiendo el triunfo final del Señor sobre toda la creación. La semana que la tradición etiqueta como santa es un preludio a la plenitud del triunfo de Dios en el final de los tiempos.
Nosotros bendecimos ritualmente los aceites que utilizaremos este año. Encendemos un fuego nuevo que simboliza la energía y la luz que provienen de Cristo Resucitado. Bendecimos un cirio nuevo y festivo que simboliza a Cristo Mismo. Recibimos a nuevos miembros en nuestra familia de fe, la cual continúa creciendo por la gracia del Espíritu Santo. Hay algo nuevo sobre la Semana Santa que tiene la intención de fortalecer nuestra confianza en el poder de Dios en nuestras vidas y en toda la creación.
Este año, unos días después de la Pascua, observaremos la conmemoración del 50º asesinato del Dr. Martin Luther King Jr. Este momento introspectivo debe invitarnos a cada uno de nosotros a re dedicarnos a las metas de buscar la paz, la armonía racial y la justicia que él tanto reflejó y simbolizó para esta nación y para el mundo entero. Que el renacer de esta temporada nos traiga a todos una mayor esperanza de que estos objetivos que él tanto valoró, llegarán a cumplirse en las vidas de aquellos que preservan su memoria y su vida como un tesoro sagrado.
Esta Pascua es también el comienzo del ministerio episcopal del Obispo Joel Konzen, S.M. Él también se está realizado de nuevo en el servicio que proporcionará al pueblo de Dios aquí en el norte y centro de Georgia. Nuestra alegría pascual es aún más intensa debido a esta feliz celebración. En este tiempo de Pascua hay algo nuevo que es evidente y que debe tocar a toda la Iglesia. Que cada uno de sus hogares se reboce de risas, alegría y esperanza nueva en Cristo Resucitado, quien nos llama a vivir renovados en nuestra confianza y seguridad en su triunfo pascual; y que todos podamos incrementar nuestro amor por el Señor y por nuestros hermanos.
Feliz Pascua, queridos hermanos y hermanas en Cristo.