Atlanta
Misa Azul rinde tributo a la generosidad y al heroísmo de los primeros socorristas
By NICHOLE GOLDEN, Staff writer | Published septiembre 21, 2017 | Available In English
ATLANTA—El 8 de septiembre, mientras los residentes de Georgia se preparaban para la llegada de la Tormenta Tropical Irma, el Arzobispo Wilton D. Gregory celebró la Misa Azul anual en la Catedral de Christ the King para orar por aquellos que ayudan a otros en situaciones de emergencia.
Antes de que comenzara la misa en la catedral de Peachtree Road, el Departamento de Bomberos de Atlanta izó una bandera americana entre las escaleras elevadas de dos camiones de bomberos.
Algunos estudiantes de la escuela de Christ the King y varios feligreses acompañaron a los primeros socorristas en la misa, la cual incluyó a representantes del Departamento de Bomberos, el Departamento de Policía y el Departamento Penitenciario de la ciudad de Atlanta.
“Todas las cosas que suceden son para el bien de aquellos que aman a Dios”, dijo el Arzobispo Gregory durante la apertura de su homilía.
Él reconoció que el tema de la Carta de San Pablo a los romanos es desafiante para quienes se acababan de enfrentar al Huracán Harvey y para aquellos que estaban a punto de lidiar con Irma en los próximos días.
“Para cualquier persona es difícil enfrentar una tragedia y continuar creyendo que Dios todavía está en control”, dijo el arzobispo.
Es en tiempos de desastre, señaló, que la sociedad depende de la generosidad y de la valentía de los primeros socorristas.
“Creemos que Dios continúa trabajando por el bien de aquellos que sí creemos, y a menudo él lo hace a través de la labor y dedicación de ustedes”, dijo el Arzobispo Gregory a los primeros socorristas.
En los Estados Unidos, la tradición de la Misa Azul comenzó en 1934, cuando el Padre Thomas Dade de la Arquidiócesis de Baltimore fundó la Sociedad de Policías y Bombero Católicos. El Padre Dade celebró la primera Misa Azul en su honor.
El nombre de la misa se refiere al color del uniforme que viste una gran mayoría de primeros socorristas, señaló el Arzobispo Gregory, pero el 8 de septiembre tuvo un significado adicional, ya que también se celebraba una fiesta mariana.
“El día de hoy, también hace referencia a una creencia espiritual católica que asocia el color azul con la Santísima Virgen María, cuya fiesta observamos”, dijo el arzobispo. “Ya sea que el azul haya sido, de hecho, su color favorito, o el tono habitual de su vestimenta, este color llena hoy las bancas de esta catedral y nos recuerda la valentía de quienes lo usan”.
Este momento de adoración es una oportunidad para orar por la protección y la seguridad de todos los primeros socorristas, independientemente del color de su uniforme, dijo el Arzobispo Gregory.
Cada vez es más difícil ser un primer socorrista debido al estado de polarización de la nación, en la cual las demostraciones públicas de violencia han ocasionado que miembros de la comunidad se enfrenten unos a otros, dijo el arzobispo.
“Hoy, los honramos a todos ustedes por su dedicación, y les recordamos la dignidad humana de cada ciudadano, incluso de aquellos que pudieran ser culpables de un crimen atroz o de la violación de las leyes de nuestra nación”, dijo. “Su dignidad como seres humanos y la dignidad de ellos deben ser el fundamento de una sociedad civil y nunca deben comprometerse o negarse”.
La misa incluyó una bendición de las insignias y un saludo a las coronas conmemorativas por parte de la guardia de honor de la Policía y del Departamento de Bomberos de Atlanta. Las coronas honraron a quienes perdieron sus vidas durante el cumplimiento de su deber el 11 de septiembre de 2001, tras los ataques terroristas en el World Trade Center, el Pentágono y el vuelo 93 en el área rural de Pennsylvania. Entre las 2.977 víctimas, 343 de ellas eran bomberos y 60 eran agentes de policía o autoridades portuarias de la ciudad de New York.
La congregación también rezó unida la Oración por la Paz en Nuestras Comunidades.
Los Obispos Católicos de los Estados Unidos hicieron un llamado a los católicos y a todas las personas de fe para que observaran un día de oración por la paz el 9 de septiembre, fiesta de San Pedro Claver. En la Arquidiócesis de Atlanta, las escuelas católicas se unieron a este esfuerzo rezando la oración a la misma hora de la Misa Azul.
Mary Grace Deus, de 12 años, cursa sexto grado en la escuela de Christ the King. Ella se unió a sus compañeros de clase y a Monseñor Frank McNamee, rector de la catedral, para presenciar la izada de la bandera americana desde los escalones de la catedral.
“Me encanta, es muy inspirador”, dijo Mary Grace.
Ella y sus compañeros, todos nacidos después del 11 de septiembre de 2001 aprendieron acerca de los acontecimientos de ese día, y de las acciones de los primeros socorristas durante la clase de historia. Mary Grace dijo que la Misa Azul parecía una manera perfecta de honrar a los funcionarios encargados de la seguridad pública.
“Me encanta ver cómo todo el mundo respeta a los primeros socorristas y cómo celebran su labor. Creo que su trabajo es muy duro”, dijo Mary Grace.
Jamie Graebner, feligrés de la catedral, asistió a la Misa Azul junto a su esposo y cinco hijos.
“Creo que vamos a empezar a venir todos los años”, dijo Graebner.
La solista Natalye Howard del Departamento de Bomberos de Atlanta cantó el himno nacional. Bagpiper Tommy Burns del Departamento de Policía del Condado de Cobb tocó “Amazing Grace”.
Más de 160 socorristas fueron agasajados con un almuerzo tipo buffet después de la misa. Ellos leyeron tarjetas hechas a mano por estudiantes de primaria de la escuela de Christ the King. Los oficiales y los bomberos se llevaron las tarjetas a sus departamentos para que otros pudieran disfrutar de ellas.
El Jefe Joel G. Baker del Departamento de Bomberos de Atlanta dijo unas palabras antes del himno.
Baker dijo a los primeros socorristas reunidos que ellos eran como faros de luz.
“Lo que ustedes hacen importa, perdura”, dijo el jefe. “Ustedes hacen el trabajo duro sin quejarse”.
Baker animó a los primeros socorristas a aferrarse a los principios de la integridad.
“Ellos son los cimientos sobre los que se construye la confianza de la comunidad”, dijo.
Diane Jones, asistente del jefe del Departamento Penitenciario de Atlanta, hablo en nombre del líder del departamento, el Jefe Patrick Labat.
Ella pidió a los asistentes que oraran por sus compañeros socorristas que estarían ayudando a las víctimas de la tormenta en los próximos días.
“Recuerden siempre que el trabajo que ustedes hacen es muy importante”, dijo Jones. “Ustedes están haciendo la obra de Dios. Exponer su vida por otros es un acto monumental”.