Georgia Bulletin

The Newspaper of the Catholic Archdiocese of Atlanta

Archbishop Wilton D. Gregory, center, poses for a photograph with the Ghanaian Catholic Community after his April 28 farewell Mass at Marist School’s Centennial Center. Photo By Michael Alexander

Atlanta

Misa de la Divina Misericordia ofrece oportunidad para despedirse del Arzobispo Gregory

By ANDREW NELSON, Staff Writer | Published mayo 9, 2019  | Available In English

ATLANTA—Los signos de Jesús se muestran en “su misericordia y compasión”, dijo el Arzobispo Wilton D. Gregory a los creyentes en una misa de despedida el domingo, 28 de abril, cerca del final de su servicio en la Arquidiócesis de Atlanta.

El viernes, 3 de mayo, será el último día del Arzobispo Gregory como líder de la comunidad católica local. Su instalación como el nuevo arzobispo de la Arquidiócesis de Washington está programada para el 21 de mayo.

Así que, al concluir sus años como arzobispo, compartió con la congregación cómo el encontrarse con los fieles en los eventos que se llevan a cabo alrededor de la arquidiócesis, para él es una prueba de la resurrección de Jesús.

“El Cristo vivo se encuentra en la Eucaristía, en las personas que Él reclama como suyas y en los pobres que a menudo logran ocultar su identidad”, dijo.

“Ustedes me han invitado a creer más profundamente y a amar más generosamente de lo que jamás me hubiera podido imaginar hace 14 años”, dijo durante su homilía.

Y pidió sus oraciones “como un tesoro personal, y les aseguro que cuentan con las mías como una promesa sagrada para siempre”.

El arzobispo dirigió la comunidad de Atlanta durante un período de auge. Ordenó a 64 sacerdotes y 152 diáconos permanentes, y creó 15 parroquias y misiones nuevas en los 69 condados de la arquidiócesis. Aproximadamente dos semanas antes en la Misa Crismal que tuvo lugar durante la Semana Santa, se reunió con los sacerdotes de Atlanta para despedirse.

La misa de despedida del mediodía fue el Domingo de la Divina Misericordia en el Centro Centenario de la Escuela Marista. Una docena de sacerdotes se unieron al arzobispo Gregory alrededor del altar.

Los creyentes se agruparon a su alrededor después de la misa para desearle lo mejor. Cerca de 30 hombres y mujeres de la comunidad católica de Ghana que aplaudían y se balanceaban lo bendijeron y cantaron una canción de alabanza, mientras el arzobispo sonreía de pie.

Los ghaneses fueron solo uno de los grupos étnicos católicos que vinieron a despedirse.

Maxwell Nelson, quien asiste a la Iglesia de San Patricio, en Norcross, dijo que la comunidad de Ghana tiene un gran aprecio por el arzobispo.

“Lo honramos absolutamente. Él ha sido de gran ayuda para nuestra comunidad”, señaló Nelson.

CC Nguyen y Danh Nguyen, de la Iglesia de los Santos Mártires Vietnamitas, en Norcross, estrecharon la mano del arzobispo para agradecerle. La dedicación de una nueva iglesia está programada para noviembre, el día de la fiesta de los Mártires Vietnamitas. El arzobispo comenzó el proyecto de la parroquia con una pala ceremonial para marcar el inicio de la construcción hace dos años.

“Tenemos un tremendo respeto por él”, dijo CC Nguyen.

Los dos hombres asistieron a la misa para demostrar su afecto y hacerle saber al Arzobispo Gregory que la comunidad vietnamita lo mantendrá en sus oraciones, dijo.

De la Catedral de Cristo Rey en Atlanta, asistieron dos ujieres que han servido por mucho tiempo y han visto al arzobispo en muchas ocasiones y admiran su personalidad acogedora. Dale LaPedus dijo que siempre ve lo amable que es el arzobispo con las personas que quieren saludarlo, con un talento para recordar los nombres de las personas después de unas pocas introducciones.

Casey Kossuth admira la manera en la que el arzobispo predica.

“Me encantan sus homilías. Realmente se conecta con todos”, mencionó.

Rachel Ajua, de la Iglesia de San Lorenzo, quería escucharlo predicar por última vez.

“Él es sencillamente cálido y acogedor. Es alguien con el que uno se identifica”, dijo la joven de 24 años. “Cuando él es el predicador invitado, se siente como un honor”.

“Él te hace sentir bienvenido. Esa es la idea “, dijo Elizabeth Piper, quien asiste a la Iglesia de San Judas el Apóstol. “Debes incluir a todas las comunidades diferentes”.

En su homilía, señalando las deficiencias de los apóstoles, el Arzobispo Gregory señaló que saber que la Iglesia tiene un espacio para todos debería ser un consuelo para los católicos.

“Somos aquellos a quienes el Señor llama bienaventurados porque hemos llegado a creer sin la prueba que Tomás exigió y finalmente recibió”, dijo.